Machado: En el olmo seco, la vida resiste

Ilustración de Antonio Machado
Ilustración de Antonio Machado

Este 22 de febrero se cumplen 86 años de la muerte de el poeta sevillano. Su poesía, marcada por la naturaleza y la búsqueda de la esencia de la vida, sigue resonando con la misma fuerza que cuando escribía en los campos de Castilla.

(…) “Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,

pero mi verso brota de manantial sereno;

y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,

soy, en el buen sentido de la palabra, bueno” 

Quizás muchos conozcan estas palabras gracias a Joan Manuel Serrat, pues fue quien hizo una increíble interpretación musical del poema Retrato, lo que algunos desconocen es que estas palabras fueron originales de Antonio Machado de su poemario Campos de Castilla

España es tierra de poetas y de artistas, indudable madre de la lengua. Aquí nacen y mueren los sueños más profundos, el bisbita vuela para huir de la melancolía. En los paisajes de la península los retratos de Machado se estampan con un fierro quemador, con nitrógeno líquido o al rojo vivo.  

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Fuente: Antonio Machado y Baeza (1912-2012). Cien años de un encuentro, Madrid, Sociedad Estatal de Acción Cultural, 2012, p. 34.

Antonio Machado, por Joaquín Sorolla, 1917.

Colección Hispanic Society of America.
Fuente: Antonio Machado y Baeza (1912-2012). Cien años de un encuentro, Madrid, Sociedad Estatal de Acción Cultural, 2012, p. 34.
Antonio Machado, por Joaquín Sorolla, 1917.
Colección Hispanic Society of America.

Nació en Sevilla el 26 de julio de 1875 y falleció en Collioure, Francia, el 22 de febrero de 1939, murió en el exilio y su cuerpo en el exilio se quedó. Fue el poeta más joven de la generación del 98 y estuvo fuertemente influenciado por escritores como Unamuno y Azorín. Fiel creyente de que el ser humano debía lograr una armonía con el universo, por eso dedicó gran parte de su vida a entender otras corrientes. Su poesía es una mezcla de diversas influencias literarias, autores como Bécquer o Rosalía de Castro sirvieron también como fuente de inspiración para sus obras, muchas de ellas dedicadas a la melancolía, la conexión con la naturaleza y el paso del tiempo. Este último tema es uno de los más visibles en su obra. 

Más allá de ese Romanticismo tardío, exploró distintas corrientes como el Modernismo, aunque fue incisivo aclarando que su estilo nunca hizo parte de esta corriente, si es verdad que estudió a Rubén Darío, muy conocido por poemas como Canción de otoño en primavera, una de las fuentes donde pudo reconocer el lenguaje poético y la búsqueda de la belleza por medio de las palabras.

El simbolismo francés, uno de los movimientos literarios más importante del siglo XIX, fue también muy importante en la carrera de Machado, allí encontró a autores como Paul Verlaine uno de los encargados de introducir el idealismo de forma rotunda en la lírica. Machado creía firmemente en la idea de que la realidad es un producto de la mente y el espíritu. En sus obras se expresó ese simbolismo y le dio musicalidad a su poesía, saliendo del realismo y naturalismo, evocando sentimientos a través de imágenes que creaba con palabras. 

Su reflexión sobre la identidad y el sentido de la vida le sirvieron para acercarse a la filosofía, con profundas reflexiones sobre el tiempo, la existencia y la condición humana. Cada vez que alguien se acerca a Machado y explora su obra, puede notar lo introspectivo que era. 

La obra de machado es muy extensa, sin embargo, entre sus obras más destacadas se encuentran:

Soledades. Galerías. Otros poemas (1907): Esta obra muestra su transición de las influencias tempranas del Modernismo y el Simbolismo a un estilo más personal e introspectivo. En total, el libro contiene 125 poemas.

Campos de Castilla (1912): libro de poesía de Antonio Machado, publicado por primera vez en 1912. Es considerado una de sus obras más importantes y representativas, y marca un cambio en su estilo poético, pasando del intimismo y la melancolía de sus primeros libros a una mayor preocupación por la realidad social y el paisaje español.

Nuevas canciones (1924): Este poemario fue publicado por Antonio Machado casi cinco años después de haber comenzado a residir en Segovia. Editado por Mundo Latino en Madrid en 1924 y reeditado por Espasa Calpe en 1936 con algunos poemas adicionales, el libro compila parte de la obra poética que Machado escribió entre la segunda edición de Soledades, galerías y otros poemas (1919) y el volumen antológico Poesías completas (1899-1925), publicado en 1928. Este periodo coincide con el final de su estancia en Baeza y sus primeros años en Segovia.

El siguiente poema es uno de los más conocidos del escritor, refleja su estado emocional, ya que no mucho tiempo atrás, en 1912, había perdido a su esposa Leonor a causa de una tuberculosis. La esperanza de ver brotar nuevas hojas en el olmo seco puede interpretarse como un deseo de recuperación y una búsqueda de consuelo en medio del dolor y la pérdida.

A un olmo seco 

Antonio Machado  

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas de alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.

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