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Luis Olaso, visceralidad y coherencia

Luis Olaso x ARMA Gallery
Luis Olaso. Fuente: ARMA Gallery

El pintor inaugura El lenguaje del gesto en ARMA Gallery, una exposición que pone en tensión lo racional y lo irracional

El jueves 30 de octubre se inauguró en ARMA Gallery la nueva exposición de Luis Olaso (Bilbao, 1986). El pintor carga con un recorrido brillante, habiendo exhibido en países como Londres y Finlandia; siendo partícipe de ferias internacionales en México, Estambul y Estados Unidos; participando en colecciones de Tokio; y con una carrera nacional igual de admirable, siendo galardonado y finalista en multitud de certámenes como el Premio de Pintura y Escultura Reina Sofía. En esta ocasión, se inauguraba su nueva e inédita colección El lenguaje del gesto, donde habla de la dualidad entre la intuición y la razón a través de la abstracción y la figuración.

«El Arte es un lenguaje»

Cultura Joven: ¿Cómo definiría su estilo?

Luis Olaso: Me muevo ahora mismo, más o menos, a caballo entre la figuración y la abstracción. Todo desde un enfoque muy cercano al expresionismo clásico, pero luego con toques del expresionismo abstracto, múltiples reformulaciones que se han ido haciendo posteriormente de esas corrientes… O sea, al final a mí me interesa mucho la gestualidad, la improvisación en el trabajo… Toda mi obra gira entorno a eso. O sea, la visceralidad en la forma de trabajar, un poco el caos y, luego, intento generar un pequeño orden dentro de ese caos que se ha generado inconscientemente. Para mí es un autorretrato, yo estoy hablando de mi vida, estoy hablando de mí, no hay nada más que eso.

C.J.: ¿Considera que sus inicios autodidactas han influido en esto?

L.O.: Sí que creo que al iniciarte en la pintura de forma autodidacta no tienes un condicionamiento de alguien que te está guiando hacia una determinada escuela o a un academicismo. Pero bueno, puedes empezar así y luego tú ir buscando un camino. Yo lo que he buscado siempre, desde que he empezado a pintar, es que mi obra sea totalmente libre. Yo soy una persona aparentemente muy tranquila, pero soy muy intenso. Mi cabeza va a doscientos por hora aunque yo me mueva a dos por hora. Y, en cambio, mediante la pintura es como que canalizo toda esa energía.

C.J.: Si tuviera que destacar algún referente, ¿cuál sería y cómo le inspira?

L.O.: Por un lado, se puede decir que tienes, obviamente, los referentes pictóricos. Uno ve pintura y eso te va creando una especie de archivo imaginario de obras en tu cabeza. Y luego, para mi, mi inspiración más directa, no está tanto en la pintura sino en las vivencias o en otro tipo de disciplinas. Yo encuentro mucha inspiración en la música, en la naturaleza… para mi, pintar es como un proceso cercano a la meditación.

Yo soy de Bilbao, pero me he mudado a Cádiz. Me cogí una casa de campo, un terreno grande donde me he construido el estudio, rodeado de mis olivos, almendros y algunos frutales. Una de las paredes del estudio he hecho que se pueda abrir para trabajar prácticamente al aire libre, con la luz y el clima de Cádiz. Luego también la música… yo sin música, no. Si voy al estudio y no me funciona el aparato de música me voy, directamente. Entonces, sí que puedo hablar de referentes musicales que para mi son esenciales y me acompañan en mi trabajo. Si tuviera que decirte un grupo, por ejemplo, yo te hablaría de Triana. En general, todo el movimiento del rock de los años 70, 60, el rock psicodélico progresivo…

C.J.: ¿Cómo surge y qué significa El lenguaje del gesto?

L.O.: Esta exposición, más que pertenecer a una temática, corresponde a un periodo de tiempo de producción, desde que hablando con Arena (directora de ARMA Gallery) decidimos hacer este proyecto. Tengo en cuenta el espacio de la galería para ver cómo me puedo yo adaptar y, simplemente, empiezo a trabajar sin saber qué es lo que va a resultar, sin saber si voy a hacer 3 obras, si voy a hacer 5, si van a ser de este tipo, si va a ser de otro… Me pongo a trabajar y, luego, llega un momento que siento que ya he cerrado ese proyecto, en este caso a los ocho meses o así. La similitud que guardan entre si las obras no es tanto una similitud buscada, sino que han sido obras trabajadas prácticamente de forma simultánea, desde una parte inconsciente e irracional, entonces todo va a tener unos mismos patrones, va a tener conexiones.

C.J.: ¿Y por qué flores, objetos y jarrones en mitad del caos?

L.O.: Mi voluntad inicialmente es pintar de forma únicamente abstracta, pero llega un momento en el que me da vértigo la abstracción. Entonces me siento y me tiro tres horas ahí mirando las obras. No estoy pensando «qué voy a hacer», pero intento encontrar coherencia entre las cosas que he hecho. Es como una sesión de caos y una sesión de orden. Los elementos figurativos que se ven, las sillas, los jarrones, las cosas, son como una muleta a la que me agarro inconscientemente para intentar dar un orden. Suele haber flores en mis cuadros porque cuando uno está en una situación de tensión, inconscientemente la cabeza te va a llevar hacia donde se sienta cómoda y yo me siento cómodo en la naturaleza. Son elementos cotidianos, elementos de mi día a día y, aparecen sin yo buscarlos para darme una tranquilidad cuando me acerco al abismo de la abstracción.

C.J.: Actualmente hay mucha polémica sobre qué es y qué no es arte, debate que incluye la abstracción contemporánea ¿Qué considera que hace artista al artista?

L.O.: Eso es un debate infinito… Te voy a dar mi opinión, ¿Arte o no arte? Arte no es más, para mí, que algo creado con la intención de ser arte. Arte es un lenguaje. ¿Cuál es la condición para estar manejándote en ese lenguaje?, querer hacerlo. A mi parecer, la confusión entra con la acepción de la palabra «arte», que se refiere a algo bueno, algo virtuoso, y no tiene por qué ser. Esa es mi definición, simplemente un lenguaje.

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