El libro ilustrado atraviesa un buen momento y así lo demuestra Clásicos Ilustrados, la última exposición de Fernando Vicente. El deseo de recuperar ciertas obras de la literatura universal, junto al predominio de una cultura muy visual, está provocando que se aumente la publicación de este tipo de libros. Está claro que las novelas ilustradas ya no son cosa de niños.
El Complejo Cultural “El Águila” ha reunido más de 200 imágenes originales de distintos clásicos realizadas por este artista madrileño. Nada más entrar al edificio, tres enormes ilustraciones, una perteneciente a Alicia a través del espejo, otra a Estudio en escarlata (Sherlock Holmes) y la última a Mansfield Park, nos dan una calurosa bienvenida y nos adelantan lo que nos vamos a encontrar unos pocos metros más allá.
Adentrarse en la muestra es como meterse entre las páginas de obras tan conocidas como Drácula, La Isla del Tesoro, Cumbres Borrascosas o 20.000 leguas de viaje submarino, y volver a disfrutar de sus historias.
La exposición comienza con Peter Pan, de J. M. Barrie (Alfaguara, 2006). El niño que no quería crecer fue el primer clásico que ilustró Fernando Vicente. Las imágenes, llenas de colorido, muestran un libro de aventuras repleto de magia e ilusión. Le sigue Momo, de Michael Ende (Alfaguara, 2007), con unos dibujos sencillos, pero encantadores, en los que predominan los tonos azules.
Una excelente combinación de ilustraciones originales y grandes impresiones en la pared decoran toda la sala de exposiciones, creando un recorrido visual llamativo que, a su vez, diferencia muy bien dónde empieza y acaba cada obra.
Clásicos como Mansfield Park (Galaxia Gutenberg, 2014) o Drácula (Reino de Cordelia, 2014) tienen espacios individuales que crean un ambiente especial, haciendo que las obras destaquen más. Llama la atención, sobre todo, la zona dedicada al clásico de Bram Stoker. Con un precioso papel de pared oscuro, las obras cuelgan enmarcadas en negro y rojo, dos de los tres colores que predominan en el libro ilustrado. Una pequeña selección de dibujos muestra cómo el artista huyó de la imagen cinematográfica clásica del conde para crear un monstruo más cercano a la idea de vampiro que tenía Stoker. Escenas llenas de metáforas acercan al espectador ese halo de misterio, sensualidad y desazón que transmite la historia.
En esta exposición también hay hueco para el libro El pequeño hoplita, de Arturo Pérez Reverte (Alfaguara, 2010) que aunque no entra dentro de la categoría de clásico, el ilustrador ha querido que tuviera un hueco en la muestra porque narra el cuento de Los 300 espartanos, de Heródoto. Los colores cálidos y el predominio de las formas redondas le dan un toque infantil y tierno a la obra.
Destacan, también, las imágenes de El Juego de las Nubes, de J. W. Goethe (Nórdica Libros, 2011), por el uso de tonos pasteles y la importancia que cobra el cielo en las escenas. Y Cumbres Borrascosas, de Emily Brönte (Tres Hermanas ediciones, 2016), que llama la atención por la elegancia del trazo y la composición de las escenas.
Las ilustraciones convierten la sala de exposiciones en un bello espectáculo visual. Cada una de ellas es un mundo entero porque son capaces de resumir de forma espectacular algunos pasajes de los libros y enriquecer la lectura con detalles adicionales. El artista ilustra las novelas como si fuera un director de cine. El diario El País recoge una pequeña cita de Vicente en el que comenta su forma de trabajar: “Cuando ilustro un clásico disfruto mucho con el proceso, tanto de la lectura como de dar vueltas sobre algo conocido o de buscar documentación”. Esto explica el detalle y la complejidad de las ilustraciones.
Autodidacta de formación, Fernando Vicente comenzó su andadura en el mundo de la pintura y la ilustración en los 80, en plena movida madrileña. Colaborador habitual de El País, ha sido galardonado en tres ocasiones con el Award of Excellence de la Society for News Design, organización profesional internacional que se dedica a mejorar el diseño y los gráficos en periódicos, revistas de noticias y sitios web informativos.
Sin duda, Clásicos Ilustrados es una exposición que no te puedes perder si estás en Madrid.
Más información:
Complejo Cultural “El Águila” (C/ Ramírez de Prado, 3)
Del 02 de marzo y hasta el 20 de abril.
Acceso libre y gratuito.
De lunes a viernes de 11:00 a 19:00. Sábados, domingos y festivos de 11:00 a 15:00.