Hace poco más de dos años, Jim Hawkins, uno de los protagonistas de La isla del tesoro de Robert Louis Stevenson, se convirtió en una chica de la mano de la autora británica Bryony Lavery, creadora de Frozen. La Joven Compañía recupera esta visión para llevarla al Centro Cultural Conde Duque. En ella, otros personajes se vuelven femeninos para ir más allá de la idea del clásico que, en su día, planteó el autor.
“Las chicas también necesitamos aventuras” es premisa suficiente para que el texto, en el que las mujeres apenas tenían importancia, adquiera una dimensión diferente. En la obra, la aventura, la codicia, la fragilidad de la amistad, la ambición humana y las traiciones conviven con la igualdad de oportunidades, el feminismo y el peso que tiene el dinero en la sociedad.
Un total de 13 actores suben al escenario para interpretar, de manera formidable, a 16 personajes, invitando a que el espectador recree parte de la historia en su cabeza. La producción de la escena y la iluminación aportan un contexto importante, dramatizando los momentos más significativos.
La jovencísima María Romero, que da vida a Jim Hawkins, resulta esencial ya que actúa de protagonista y de guía, transportando a los espectadores a mesones, barcos, noches de ensueño, peligrosas tormentas y pedazos de islas construidos a través de complicados diseños escénicos que aprovechan al máximo el material disponible y que invitan a imaginar sin límites. Los actores juegan con los elementos que tienen a su alcance para recrear detalles tales como la luz de las estrellas o el viento que azota el barco de forma simbólica, pero efectiva.
Al no estar la música muy presente durante la obra, sorprende la voz de Pascual Laborda, quien interpreta a Killygrew. El actor interviene, en un par de ocasiones, para cantar a capella como si de una banda sonora se tratase. No obstante, el ruido y las voces de la propia actuación hacen que este detalle quede en las sombras.
Hay que destacar la escena en la que John Long Silver y Jim Hawkins están mirando al firmamento como una de las mejores de la obra por la intimidad que genera el instante y el impecable diseño escénico que recrea las estrellas.
“Ningún hombre es una isla entera por sí mismo. Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo», escribió el poeta John Donne. Esta frase, que se proyecta sobre el escenario en el momento en el que la tripulación llega a la ansiada isla, es un ejemplo de una puesta en escena simbólica.
En las dos horas que dura la obra, hay acción, muerte, aventuras, deseos, traiciones e, incluso, escenas con tintes humorísticos que hacen de esta historia algo original y fresco que pueden disfrutar adultos y jóvenes por igual.
La adaptación de Bryony Lavery de La isla del tesoro, versionada por José Luis Collado y dirigida por José Luis Arellano, es el octavo montaje de La Joven Compañía. La obra se representará hasta el 25 de febrero en Conde Duque de Madrid.
Más información
Texto: Robert Luis Stevenson
Dirección: José Luis Arellano García
Reparto: Alejandro Chaparro, Yolanda Fernández, Víctor de la Fuente, Jota Haya, Pascual Laborda, Rosa Martí, Nono Mateos, Juan Carlos Pertusa, Álvaro Quintana, María Romero, Cristina Varona, Álex Villazán y Jorge Yumar
Fechas: de 24 de enero de 2017 hasta el 25 de febrero de 2017 en el Teatro Conde Duque
