Hay un fenómeno que durante los últimos años está consiguiendo despertar el interés por la lectura y la cultura en Internet: los bookstagrammers. Para estos amantes de los libros (en su mayoría, chicas jóvenes), Instagram se ha convertido en la plataforma perfecta para desarrollar su trabajo y creatividad. La versatilidad de esta red social les ha permitido compartir sus reseñas y recomendaciones de forma atractiva y original. Lo que buscan los jóvenes en un mundo en el que cada vez importa más el contenido visual.
Uno de esos perfiles que no te puedes perder es el de Laura, la bookstagrammer detrás del perfil @laubythesea, que ya puede presumir de tener más de 11.000 seguidores en Instagram. Natural de Madrid, estudió Historia del Arte antes de trasladarse a Galicia, donde reside actualmente. Entre medias, la madrileña vivió dos años en Japón, para estudiar el idioma y enfrascarse al máximo de la cultura del país nipón. Hoy hablamos con ella sobre su proyecto, hábitos de lectura, literatura y algunas recomendaciones. No te lo pierdas.
Me siento sumamente orgullosa de estar creando una comunidad que realmente está interesada por mi contenido
@laubythesea, bookstagrammer
Cultura Joven: Lo primero, ¿cómo definiría ser bookstagrammer?
Laura: Un bookstagrammer es alguien apasionado por la lectura que comparte contenido relacionado con libros en Instagram (reseñas, impresiones, novedades, biografías, curiosidades…). Lo bueno que tiene una plataforma como Instagram es la cantidad de formatos que acepta (¡cada vez más!). Además de imágenes y texto, puedes crear stories con una duración de 24 horas, reels, hacer directos, recopilar contenidos en guías… Esto permite a cada bookstagrammer crear su contenido en el formato que más se adapte a lo que quiere proyectar.
C.J.: ¿Cuándo y cómo surgió la idea de comenzar su perfil en Instagram?
L.: Creo que nos pasó a muchos que con la pandemia nos encontramos no solo con más tiempo libre, sino como alejados de nuestros familiares y amigos… y la falta de vida social empezaba a hacerme mella. Así, decidí abrirme un perfil de Instagram donde compartir cosas. Honestamente, al principio estaba muy centrado en Japón, que es una de mis grandes pasiones. Por casualidad, encontré que existía bookstagram y que había gente tan apasionada por la lectura como yo compartiendo impresiones. Y dije: «esto es para mi, ¡aquí me quedo!», y empecé a centrar mi contenido en los libros. Desde pequeña he sido una ‘devoralibros’ y poder hablar a diario sobre esta pasión y conocer gente con los mismos intereses es como un sueño.
C.J.: Desde Navidad ha tenido un crecimiento enorme de seguidores, ¿a qué cree que se debe?
L.: Es difícil encontrarle una explicación, honestamente. Los creadores de contenido estamos en gran medida subyugados a las tendencias que marca la plataforma de Instagram y a los cambios en su algoritmo. A veces para bien, a veces para mal. En torno a diciembre, un par de publicaciones mías tuvieron muchísimo alcance, no solo en España, sino también en Latinoamérica. Sin duda eso ha ayudado muchísimo a mi crecimiento. Sé que es un tópico, pero lo importante está más allá de las cifras de seguidores (que siempre hace mucha ilusión, no lo niego). Lo importante es la interacción real que tengas. ¿De qué sirve tener miles y miles de seguidores si nadie lee tus contenidos o responde a tus preguntas? Independientemente del tamaño de mi cuenta, me siento sumamente orgullosa de estar creando una comunidad que realmente está interesada por mi contenido, con gente que tiene un montón que aportar y con la que se puede debatir y compartir opiniones de una forma respetuosa y divertida.
C.J.: ¿Qué tipo de libros le gusta reseñar? ¿Tiene algún género favorito?
L.: Soy una lectora bastante variada, no me caso con un género… Leo mucho por impulso, según lo que me apetezca en cada momento y creo que eso se refleja en mi perfil. Por ejemplo, creo que las novelas gráficas o el manga no son publicaciones que tengan un gran éxito, pero es un mundo que estoy empezando a descubrir y me encanta hablar de este tipo de obras de vez en cuando. Aunque no sea mi favorito, mi género confort, por extraño que suene, es la novela negra y el thriller. Cuanto más truculento y sangriento, mejor. Normalmente, siempre tengo una novela de este tipo entre manos. Suelo leerlas antes de dormir porque no necesitan una gran concentración.
Es importante empezar a normalizar que una reseña negativa no es un problema
@laubythesea, bookstagrammer
C.J.: ¿Alguna editorial con la que le guste colaborar?
L.: Entendiendo las colaboraciones como recibir un libro a cambio de una reseña y darle visibilidad a un libro (sin una contraprestación económica), me limito a aceptar aquellas que son sobre libros que me encantaría leer sí o sí, es decir, libros que yo compraría. También, a la hora de decidir colaborar, para mí es muy importante si la editorial o el autor/a te pone condiciones de tiempo o limitaciones. Quiero decir, leer es mi hobby y crear contenido mi sub-hobby y me encanta, pero el tiempo es limitado y, aparte de trabajar a jornada completa, me gusta disfrutar de mi familia, mi pareja y mis amistades. Si hay una limitación de tiempo para leer el libro y publicar la reseña, muchas veces me es imposible. Sobre el tema de la sinceridad, para mí es fundamental y, a veces, cuando colaboras directamente con un autor o autora, si no te gusta el libro, te ves en un compromiso porque no quieres dañar su trabajo… Por ese motivo, yo prefiero colaborar directamente con editoriales porque no siento tanto un vínculo emocional.
En este sentido, creo que es muy importante empezar a normalizar en redes sociales que una reseña negativa no es un problema. No defiendo las críticas destructivas, pero hay que entender que un “a mí no me ha gustado por X motivos” no es lo mismo que “este libro es malo, no lo leas”. Las reseñas negativas ayudan a los lectores a conocer mejor a los creadores de contenidos y así poder valorar mejor qué grado de afinidad tienes con ellos en relación a diferentes temas. Lo que a mí me encanta, tú puedes odiarlo o viceversa. Es algo que resulta obvio pero que a veces se olvida.
C.J.: ¿Su perfil está dirigido a algún público en especial?
L.: A cualquier persona interesada por la lectura. En cualquier caso, me encanta la literatura japonesa y siempre tiene un hueco especial en mis publicaciones, por lo que quien tenga un especial interés por ella, quizá pueda interesarle mi perfil.
C.J.: ¿Ha pensado en crear un blog en el que publicar las reseñas y recomendaciones?
L.: Pues de momento no, la verdad, en parte por falta de tiempo. Por otro lado, creo que Instagram ofrece lo que busco a la hora de publicar mis contenidos. Además, comparto mis reseñas también en Goodreads y Babelio, ¡creo que es suficiente! Me gusta mucho lo sencillo que es publicar en estas plataformas.
C.J.: Recientemente, ha comenzado un club de lectura en su Instagram, ¿cómo está planteado? ¿está contenta con los resultados?
L.: Realmente aún está en ‘fase beta’, como suele decirse. Cada mes selecciono un libro y lo doy a conocer en mi perfil. Divido este libro en las partes en las que lo iremos comentando y quien está interesado me escribe y creo un pequeño grupo. Comentamos por Telegram y mi idea es, si todo va bien, plantear algún tipo de actividad especial en la última sesión, ya sea a través de Zoom para que sea más cercano o, por ejemplo, como haremos en la lectura de marzo, comentando el libro con la autora.
La idea es que durante las sesiones intermedias compartamos impresiones y en la última, además de eso, me gusta lanzar preguntas y que todos los participantes las contestemos para analizar más a fondo el libro desde diferentes puntos de vista. Por ahora estoy muy contenta con la aceptación que están teniendo las lecturas conjuntas que organizo, me siento muy motivada para seguir con ellas.
En las aulas de colegios e institutos es donde se forjan grandes lectores y, donde mucha gente también, le coge tirria a la lectura
@laubythesea, bookstagrammer
C.J.: ¿Cree que cada vez se lee menos o, por el contrario, piensa que las redes y perfiles como el suyo ayudan a acercan la lectura a los jóvenes?
L.: No tengo datos ni estadísticas para contestar a esta pregunta, o sea que respondo desde mis impresiones. La lectura es algo que nunca desaparecerá. Hay gente que lee desde pequeño y jamás abandona el hábito, personas que leen por periodos, algunos que se enganchan a una saga y no leen nada más… y otros que no leen nunca. ¡Y todas estas opciones son válidas y no mejores o peores!
Sin duda, las redes sociales o los perfiles influyentes (en general, no en lectura específicamente) pueden animar más a la lectura, claro que sí. Pero también creo que en las aulas de colegios e institutos es donde se forjan grandes lectores y, donde mucha gente también, le coge tirria a la lectura. Creo que el concepto de ‘lecturas obligatorias’ debería ser actualizado, muchos nos vimos obligados a leer grandes clásicos a destiempo, sin explicaciones, y eso puede crear una idea negativa de la lectura como algo difícil y aburrido. Es fundamental adaptar, en la medida de lo posible, las obras al lector y, por ejemplo, si alguien de 13 años tiene que leer un clásico complejo, al menos que sea de una forma guiada, para conseguir si no que le atrape, al menos que lo entienda. Sin ir más lejos, yo tengo un precioso recuerdo de las versiones infantiles de la Ilíada y la Odisea que leímos en el colegio y que despertaron mi curiosidad adulta a leer las versiones completas. También mi amor por El Quijote es gracias a mi profesora de literatura de 1º de Bachillerato, quien nos ayudó a sacarle todo el jugo a una obra tan intimidante como esta.
C.J.: Muchas veces los que somos tan apasionados de la lectura rehusamos un poco del libro electrónico, ¿qué opina? ¿Es fiel al libro físico?
L: Siempre preferiré el papel, pero me parecen innegables las ventajas del libro electrónico. Para leer en el transporte público o de viaje es genial porque no se deteriora, no pesa y te permite llevar en un único dispositivo incontables historias. También, en los últimos tiempos, el problema del espacio me ha hecho elegir formatos electrónicos en vez de físicos, ¡ojalá tener una biblioteca enorme en casa! Además, no soy una gran acumuladora de cosas. Selecciono muy bien los libros que compro en papel, me gusta que sean obras que sé que leeré de nuevo o que sean especiales para mi.
C.J.: Conocemos su faceta como lectora, pero ¿tiene también faceta de escritora?
L.: No, me encanta la faceta de divulgadora cultural por decirlo de algún modo, pero no me veo escribiendo una novela, por ejemplo. Soy historiadora del arte, y me pasa un poco lo mismo, admiro muchísimo a los artistas, en parte porque es algo que soy incapaz de hacer. Eso sí, escribir sobre arte o literatura, investigar y dar a conocer información, eso me encanta.
C.J.: Por último, unas recomendaciones:
Un bookstagramer imprescindible
L.: Me pones en un aprieto porque me gustan demasiadas cuentas, pero… una de mis favoritas es @loslibrosde_anndreotti
¿Qué libro nos recomendaría de los últimos que ha leído?
L.: De ficción, Soledad (Trotalibros, 2021), de Víctor Català (seudónimo de Caterina Albert). De no ficción, El hombre que salvó los cerezos (Anagrama, 2021), de Naoko Abe.
¿A qué autor hay que leer sí o sí?
L.: Natsume Soseki.
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