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Las mejores adaptaciones al cine de obras literarias

Imagen del póster de la película No es país para viejos

Imagen del póster de la película No es país para viejos

Uno podría pensar que la creatividad de los cineastas está menguando si prestase atención a la cantidad de películas que cada año se estrenan y resultan estar basadas o inspiradas en libros. A menudo, este hecho pasa desapercibido a ojos de los espectadores. En otras ocasiones, la adaptación cinematográfica de novelas, con un entregado séquito de lectores tras de sí, supone todo un acontecimiento.

Sin embargo, que la historia y los personajes preferidos de los amantes de la literatura salten a la gran pantalla puede no ser motivo de alegría, sino de decepción. Podría decirse, sin miedo a la equivocación, que la lista de adaptaciones fracasadas de libros cuenta con más títulos que la que a exitosas se refiere.

Adecuar el ritmo y la narrativa características de una obra escrita al medio audiovisual es una tarea compleja. No obstante, es posible encontrar un diverso abanico de ejemplos de una excelente ejecución a la hora de respetar una novela, mantener la fidelidad hacia la misma y dar como resultado una película excelente.

No es país para viejos

Escena de la película No es país para viejos
Escena de la película No es país para viejos con Chigurh de Javier Bardem. | Fuente: Stmed

La película No es país para viejos (2008) de los hermanos Joel Coen (1954) y Ethan Coen (1957) está basada en la novela homónima del escritor Cormac McCarthy (1933). El autor estadounidense es también conocido por su obra La carretera (2006), ganadora del Premio Pulitzer, y cuya adaptación de 2009 con Viggo Mortensen bien podría formar parte de esta lista.

La historia se centra en la lucha a vida o muerte entre Llewelyn (Josh Brolin), un veterano de Vietnam, y su persecutor, Chigurh (Javier Bardem). El actor canario, ganador de un Óscar por su interpretación, da vida a un asesino a sueldo enviado para recuperar el botín fruto de un intercambio fallido entre cárteles de droga con el que Llewelyn se topó de forma fortuita. Los personajes se muestran estrechamente cercanos a sus equivalentes literarios. Asimismo, los hermanos Coen fueron capaces de reflejar la atmósfera asfixiante de la obra. Combinado con ese tono melancólico y profundo que aporta el personaje del sheriff Bell, interpretado por Tommy Lee Jones (1946).

El niño con el pijama de rayas

Los dos protagonistas en una escena de El niño con el pijama de rayas
Los dos protagonistas en una escena de El niño con el pijama de rayas. | Fuente: Plugged In

La primera novela enfocada a jóvenes, que acabó siendo incluso más consumida por el público adulto, de John Boyne (1971) obtuvo un éxito inmediato en 2006 y se catapultó a la lista de los más vendidos de países de todo el mundo. Sus ediciones se sucedieron a una velocidad de vértigo. En 2008 se estrenó su versión cinematográfica y, afortunadamente, logró hacerle justicia a su hermano de letras. El niño con el pijama de rayas narra el Holocausto en la Alemania nazi desde los ojos de un niño, Bruno (Asa Butterfield, protagonista de La invención de Hugo), hijo de un militar de alto rango.

El formato audiovisual cumple con el tono inocente y contemplativo de la novela. La narración de Bruno no juzga ni interpreta todo aquello que observa o le es extraño, simplemente asume una explicación sencilla propia del razonamiento de un niño. Por ello, es el propio lector o espectador el que es capaz de prever hacia dónde descarrilla la historia de Bruno con una sensación de impotencia y tristeza.

La naranja mecánica

Escena de la película La naranja mecánica.
Escena de la película La naranja mecánica. | Fuente: Sector Cine

Si algo comparten de forma evidente la novela (1962), escrita por el británico Anthony Burguess (1917-1993), y la película, dirigida por Stanley Kubrick (1928-1999), La naranja mecánica es que ambas fueron protagonistas de una gran polémica. El film, protagonizado por Malcolm McDowell (The Artist), fue censurado en Estados Unidos y retirado en Reino Unido por su violencia extrema y el tratamiento de temas tabúes de una forma salvaje y sin medias tintas.

La película muestra multitud de aspectos negativos y envilecidos de la sociedad que no se había mostrado de una forma similar hasta el momento, menos aún en la gran pantalla. Ambos formatos comparten la experimentación con el lenguaje y los tiempos narrativos, así como una estética rompedora que se convirtió en algo icónico. El propio escritor consideró la adaptación de su novela como «brillante».

Harry Potter y el prisionero de Azkaban

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La película de la saga de la escritora J.K. Rowling (1964) que más se diferencia del resto es Harry Potter y el prisionero de Azkaban, en ella se hizo notoria la mano de su director, Alfonso Cuarón (Roma). Además de ser la habitual preferida de los seguidores de las aventuras del joven mago, se muestra fiel al libro que adapta, precisamente uno de los más complejos de los siete debido a que incluye viajes en el tiempo y una estructura que Cuarón supera con sobresaliente.

El primer título parte con un Harry Potter de once años, sin embargo, conforme va creciendo y superando los cursos del colegio Hogwarts, también aumenta la dificultad de las aventuras a las que se enfrenta. De hecho, una característica obvia de esta saga es el hecho de que, con cada novela, el halo que la envuelve se torna más y más oscuro. Esta tendencia tiene un inicio claro perfectamente adaptado, Harry Potter y el prisionero de Azkaban. Es por ello, ese giro hacia algo más maduro, que representa una de las películas más importantes y destacadas de la saga.

El Gatopardo

Escena de la adaptación cinematográfica de la película El gato pardo.
Escena de la adaptación cinematográfica de la película El gato pardo. | Fuente: Cinetario

La novela italiana más vendida, El Gatopardo (1958), escrita por Giuseppe di Lampedusa (1957), tuvo su propia adaptación cinematográfica en el año 1964 bajo la dirección de Luchino Visconti (1906). La trama se centra en el proceso de unificación de Italia mediante la vida de Don Fabrizio (Burt Lancaster) y su familia. Cuando se produce la invasión de Sicilia por las tropas del militar Garibaldi, huyen y buscan refugio en la casa de retiro familiar en Donnafugatta. La obra, tanto en su versión escrita como audiovisual, ha sido encumbrada por los historiadores por su calidad y valía como representación excepcional de un periodo histórico que abarca un momento crucial en Italia.

Orgullo y prejuicio

El señor Darcy y Elisabeth Bennet en una escena de Orgullo y prejuicio.
El señor Darcy y Elisabeth Bennet en una escena de Orgullo y prejuicio. | Fuente: Kritische Theorie

«Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa». Con esta certera y sarcástica frase, una de los comienzos más reconocidos de la historia de la literatura, da comienzo Orgullo y prejuicio (1813), la emblemática obra de Jane Austen (1775). El libro se desarrolla en la campiña inglesa del siglo XVIII. En torno a la figura de Elizabeth Bennet, una joven adelantada a su tiempo, y su relación con Fitzwilliam Darcy, un aristócrata con el que siente un magnetismo incontestable, pero del que, a su vez, no puede sentir más que rechazo por su orgullo de clase.

Elisabeth es interpretada por Keira Knightley (1985), especialista en personajes de época como Anna Karenina (2012), mientras que el señor Darcy está a cargo de Matthew Macfadyen (1974) –ambos volvieron a coincidir en el film de la novela de Tolstói–. Si bien es cierto que pueden apreciarse diversas diferencias entre novela y película, el film refleja el juego de clases sociales, así como el estigma, la presión y la disputa que se producía dentro de ella. La crítica de los convencionalismos y de la exacerbación de la reputación familiar se muestran con claridad en esta historia romántica.

Misery

Escena de la adaptación cinematográfica de la novela Misery de Stephen King.
Escena de la adaptación cinematográfica de la novela Misery de Stephen King. | Fuente: Movement Magazine

Stephen King (1947) es un prolífico escritor de obras de terror, misterio y sobrenatural que, desafortunadamente, no suele quedar satisfecho con el resultado de muchas de las adaptaciones al cine de sus obras. Sin embargo, este no es el caso de Misery (1987), que cuenta cómo el autor de una popular serie de novelas románticas despierta tras un accidente de coche en casa de una enfermera, admiradora empedernida, que decide cuidar de él. Como es de esperar, la situación rápidamente se tornará en contra del herido cuando descubra que su aparente salvadora no tiene ninguna intención de dejarlo marchar.

La actriz Kathy Bates (1948) fue premiada con un Óscar a mejor actriz por su interpretación de Annie Wilkes, mientras que James Caan (1940) se puso en la piel de Paul Sheldon. La película, pese a contar con algunas disparidades con respecto a la novela, tuvo una estupenda recepción por parte del público y la crítica. Incluso ha influido en gran medida en la cultura popular, ya que es mencionada o referida en multitud de programas o series, como Los Simpson, Friends, Pretty Little Liars o incluso en La hora de José Mota. Otras obras de Stephen King como El resplandor (1980) o Carrie (1976) también lograron deslumbrar con sus adaptaciones.

Los juegos del hambre

Katniss Everdeen, protagonista de Los juegos del hambre.
Katniss Everdeen, protagonista de Los juegos del hambre. | Fuente: Teen Vogue

La trilogía literaria Los juegos del hambre (2008) ha supuesto el último fenómeno de masas en lo que a literatura juvenil se refiere. También pueden decirlo sus cuatro películas. La novela distópica, escrita por Suzanne Collins (1964), parte con el personaje de Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence), una joven que vive en el Distrito 12, dentro de un Estados Unidos paralelo que está dividido en distritos y cuyo epicentro es el Capitolio. Cada año se producen los llamados Juegos del hambre, en los que 24 niños y adolescentes deberán pelear entre sí a muerte, donde solo quedará uno vivo.

La adaptación cinematográfica de la primera novela, Los juegos del hambre (2012), fue bien recibida por la crítica y por los espectadores. De un presupuesto de 78 millones recaudó 694 millones. Aunque la fidelidad con la obra original fue distanciándose de forma progresiva durante las tres siguientes películas, el film que da inicio a la saga se mantuvo cercano al libro.

Trainspotting

Los personajes de la película Trainspotting.
Los personajes de la película Trainspotting. | Fuente: Movie Pilot

El libro Trainspotting (1993), escrito por el escocés Irvine Welsh (1958), marcó a una generación a través de la historia de drogas y atracos de un grupo de jóvenes heroinómanos. La película se estrenó en 1996 y respetó esa representación real del lado oscuro de la sociedad británica más joven. El humor, lo políticamente incorrecto y la crudeza que singularizan a la novela y su trama fueron respetados al dar el salto a la gran pantalla.

El filme legó grandes personajes como Renton (Ewan McGregor), ‘Sick Boy’ (Jonny Lee Miller) o ‘Spud’ (Ewen Bremmer). La banda sonora –con Iggy Pop y David Bowie al frente–, la estética y los temas que tratan la han convertido en una película de culto de finales del siglo XX.

El silencio de los corderos

La agente Clarice se encara con el doctor Hannibal Lecter en una escena de El silencio de los corderos.
La agente Clarice se encara con el doctor Hannibal Lecter en una escena de El silencio de los corderos. | Fuente: Cyber TV

La adaptación cinematográfica de El silencio de los corderos (1988), novela escrita por Thomas Harris (1940), llegó a los cines estadounidenses en 1991. La historia del asesino en serie Hannibal Lecter, interpretado por un brillante Anthony Hopkins (El hombre elefante), arrasó por completo. No solo logró 271 millones pese a contar con un presupuesto de 19 millones, sino que su rotundo éxito se produjo en los Premios Óscar con un total de cinco galardones. Lo más destacado de este hecho es que fue capaz de hacerse con todos los principales: mejor película, mejor director, mejor actor, mejor guion adaptado y mejor actriz, para la magnífica Jodie Foster (1962) como Clarice Starling.

Alexandra Roiba

Periodista, lectora, soñadora y, por tanto, algún día escritora. Mi lugar en el mundo es en una posición privilegiada en el ojo del huracán que son las historias por descubrir y por contar. Bon Jovi como banda sonora, un diccionario bajo el brazo y una buena taza de té negro en la mano. Y, un momento, ¿dónde está mi lápiz?
| @alexandraroiba | www.dondeestamilapiz.com |

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