La temporada más dramática de ‘Sherlock’

Serie, 4ª temporada de Sherlock

Serie, 4ª temporada de Sherlock

“De nuevo en la brecha, amigos míos”. Tras una larga espera, Sherlock ha inaugurado el año nuevo de series. Después de la correría por la época victoriana en The Abominable Bride, el detective de Baker Street se prepara para el caso más importante de su carrera.

Aunque las subtramas, es decir, los sucesos personales, siempre habían logrado dar a la serie una pequeña continuidad, la nueva entrega tiene estrecha relación con la introspectiva de sus protagonistas, la relación de John Watson y Sherlock Holmes -interpretados, inestimablemente, por Martin Freeman y Benedict Cumbertbach-, y la humanización de este último. Hasta ahora, las primeras temporadas se caracterizaban por la independencia de los capítulos. No obstante, la conexión argumental y el desarrollo de los personajes arrancan de golpe en la última tanda de episodios. Y es que, The Lying Detective -4×02- es capaz de entenderse, únicamente, si previamente se ha visto The Six Tatchers -4×01-.

La cuarta temporada ha revelado los secretos más custodiados de los hermanos Holmes. De esta manera, los enigmas fortuitos han quedado relegados a un segundo plano para profundizar en el ‘palacio mental’ de Sherlock. El ahondamiento en la psique del detective dota a la última entrega de gran oscuridad y emotividad hasta las lágrimas.

Según avanzan los capítulos, la omnipresencia de Sherlock se ve mermada, pues, en esta ocasión, el detective se enfrenta a sí mismo. Sin embargo, el guion de cada episodio –con una estética visual propia de una producción cinematográfica- está increíblemente calculado.

Sin perder su seña de identidad, la cuarta entrega se ha presentado como la más dramática, con un cierre intenso y sabor a despedida. ¿Es este un adiós definitivo?

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