Dos años, prácticamente, han tenido que esperar los fans de la serie británica Sherlock para ver la nueva aventura del detective, esta vez sí, situado en la Inglaterra victoriana en la que se escribieron los relatos. The Abominable Bride que se estrena en España el próximo 7 de enero en el canal TNT, reunió el pasado día de año nuevo a más de ocho millones de espectadores en Reino Unido, haciendo las delicias de sus seguidores con muchas intrigas, aventuras, pero, sobre todo, siguiendo la línea de esta serie, muchos enigmas.
Unos enigmas que no se resolverán como mínimo hasta 2017, fecha en la que está previsto que se estrene la cuarta temporada de Sherlock. Y es que The abominable Bride no es más que el especial de Navidad que los productores Steven Moffat y Mark Gatiss llevaban años planeando. Un puente para hacer a los seguidores de esta ficción más llevadera la espera de más de dos años entre temporada y temporada.
Pero eso sí, igualando e incluso superando en calidad algunos de los capítulos de la serie. Con una estética y ambientación realmente cuidadas, aunque en algunos momentos se pudiera rozar el estereotipo y con unas transiciones entre las historias muy elaboradas, hacen de este capítulo un must para todos los amantes de este detective sociópata, tal y como él mismo se define. Además, en esta ocasión, y después de tres temporadas, Sherlock dice su mítica frase: «Elemental, querido Watson«.
Sin entrar en spoilers, The Abominable Bride trata un enigmático caso en el que un fantasma se dedica a ir matando a hombres. Una historia en la que no faltan las polémicas sufragistas, se trata abiertamente la relación de Sherlock con las drogas y en la que, por supuesto, aparece su archienemigo, Moriarty, del que al final de la historia se sigue sin comprender de verdad lo que ha sido de él.
Hasta aquí todo bien, pero es que este especial no se limita a contarnos este caso tan victoriano, sino que (y para dificultar la narración a todos los que no han seguido la serie) va entrelazando las historias de 2015 con las de 1895, dejando al espectador sin saber realmente qué es verdad y qué es ficción, y sirviendo así como claro enlace para la próxima temporada.
Aunque ya es algo normal, tanto Benedict Cumberbatch como Martin Freeman llevan a cabo una actuación impecable. Sin bien, Cumberbatch es capaz de unir ese Sherlock más contemporáneo con el más victoriano que imaginó Conan Doyle. Algo que llama la atención es el carácter que consigue sacar Freeman. Él siempre ha parecido más bien una especie de cheerleader adorando a Sherlock, algo que siempre ha dado pie a todo tipo de teorías sobre la relación entre Sherlock y Watson. Pero, esta vez, Freeman se indigna y planta cara a Sherlock, aunque «lo hace por su bien». Como siempre, Sherlock es una serie coral donde los secundarios también brillan y donde es imposible no hacer mención a Andrew Scott, como el chiflado Moriarty, o a Mark Gatiss, como el hermanísimo Mycroft Holmes.
Y así, mientras llega 2017, The Abominable Bride es el plan perfecto para los fans de Sherlock y una forma de acercar las peripecias de estos personajes a nuevos públicos. Un capítulo que hace honor a su fama de serie de gran calidad, una calidad que no muchas ficciones son capaces de alcanzar. Y es que Sherlock es eso, una gran opción para cualquiera que esté buscando una serie muy elaborada, con humor, intriga, buenos actores y, sobre todo, que busquen querer a este pragmático y «asocial» detective.