Dos décadas después de su estreno, la película de animación más melancólica de Burton que sigue latiendo entre los vivos… y los muertos, y vuelve este fin de semana a la gran pantalla.
Cuando La novia cadáver llegó a los cines en 2005, el público esperaba otra historia oscura, pero se encontró algo distinto: un relato romántico sobre la pérdida, la fidelidad y la belleza del mundo de los muertos.
Ambientada en una aldea victoriana, la película narra cómo Víctor Van Dort, un joven torpe pero soñador, acaba casándose accidentalmente con Emily, una novia muerta, tras ensayar sus votos en el bosque, convirtiéndose así en un relato que evoca la sensibilidad y al amor que trasciende la muerte.
El arte de animar lo inerte
Esta obra no solo impactó, sino que revolucionó con la técnica del stop-motion. La inconfundible estética de la película fue creada cuadro a cuadro durante más de un año de rodaje. Basada en los contrastes, podemos apreciar cómo el mundo de los vivos es representado como cálido y apagado, mientras que el mundo de los muertos es vibrante y colorido.

Un cuento sobre la vida y la muerte
Bajo su apariencia gótica, La novia cadáver es una historia profundamente humana. No habla solo de fantasmas, sino de la vida y la muerte, y la necesidad de aprender a soltar. Emily, la novia, que nunca fue amada en vida, encuentra su paz cuando deja libre a Víctor para que vuelva al mundo de los vivos.
“Es raro encontrar una película que afirme la vida sobre los muertos vivientes, y menos aún una dirigida a niños, pero Corpse Bride ,de Tim Burton, es solo eso. Usando animación stop-motion para lograr un efecto magníficamente macabro, el equipo creativo que te trajo Pesadilla antes de Navidad ha creado un cuento de hadas que es a la vez refrescantemente original y encantadoramente anticuado. En la cabina de sonido, Johnny Depp y Helena Bonham Carter son perfectos como los recién casados que se burlan de la cláusula «hasta que la muerte nos separe», escribió Stella Papamichael crítica estadounidense, en 2005.
La película explora la pérdida, la esperanza y la reconciliación con la vida y la muerte, con un estilo visual único y con sensibilidad, imaginación y humor… Y con motivo de su aniversario se podrá volver a ver en la gran pantalla este viernes 24 de octubre.
La trilogía imposible
Desde hace unos años existe la teoría que las tres películas de animación del director —Frankenweenie (2012), La novia cadáver (2005) y Pesadilla antes de Navidad (1993)— forman una trilogía secreta sobre un mismo personaje a través de distintas vidas.
Esto comenzaría con el niño de Frankenweenie, que resucita a su perro Sparky, el cual, posteriormente, sería Víctor Van Dort en su juventud. Tras su muerte, Víctor se transformaría en Jack Skellington. Y quien está siempre presente acompañando al protagonista es su mascota, el perro —Sparky, Scraps, Zero–, siendo su compañero en cada existencia.
A pesar de esto, nunca ha habido una confirmación, pero todo encaja con su universo: la nostalgia, el amor y la pérdida. Se podría decir que es una metáfora idónea de su estilo: los personajes cambian de forma, pero el alma sigue siendo la misma.
