La Colometa, empoderamiento femenino en tiempos de franquismo

Mercè Rodoreda, autora de "La plaça del diamant"

Mercè Rodoreda y «La plaça del diamant» nos acercan al feminismo en tiempos convulsos para las mujeres

Este año se cumple el 60 aniversario de la publicación de La plaça del diamant, una de las obras más célebres de Mercè Rodoreda. Un emblema de las letras catalanas, pero desconocida para el resto. Acercarnos a su trabajo literario permite conocer el contexto social y político de una España complicada, una Cataluña convulsa y la realidad de las mujeres arrinconadas.

Feminista, catalana y exiliada. Así podríamos definir a Mercè Rodoreda, una de las autoras más representativas de la literatura catalana del siglo XX. Rodoreda cultivó los tres géneros, aunque destacó especialmente en la novela. Todas sus obras tienen tintes autobiográficos y están marcadas por el contexto de preguerra, Guerra Civil y postguerra en Barcelona. La etapa vital de la autora va en paralelo con los personajes y los temas centrales de sus novelas: adolescencia, juventud, madurez, vejez y muerte. Otro punto en común es que todas ellas, a excepción de Jardí vora el mar, están protagonizadas por mujeres.

Antes de La plaça del diamant, la autora catalana había publicado otros títulos célebres como Aloma. Hasta entonces sus novelas se centraban en el proceso de madurez y el paso de la adolescencia a la edad adulta, también, ponía el foco en la sexualidad para romper tabúes acerca del deseo femenino. Esta novela, publicada en 1962, podemos clasificarla en la etapa de madurez de la autora, cuando vivía en Ginebra tras su primer exilio a Francia.

Una historia de superación y liberación

Mujeres en el contexto de la Guerra Civil
MUJER DESFILANDO CON LAS TROPAS DEL GENERAL MIAJA. FUENTE: ARCHIVOS DE LA HISTORIA

La plaça del diamant es una reivindicación feminista, un retrato de la crudeza de la postguerra y de la sumisión de las mujeres. Sin embargo, no se presenta como una víctima, sino como luchadora y combatiente contra todas las adversidades. El rol femenino en la sociedad de aquel momento viene representado por la protagonista de la novela, Natàlia, personaje que narra en primera persona, a modo de narrador homodiegético o protagonista, el transcurso de la juventud a la madurez en un contexto histórico que comprende desde los años previos a la Guerra Civil hasta la primera década de la postguerra (aproximadamente de los años 30 a los 50).

Las influencias de Rodoreda

Algunas de las influencias de Rodoreda se ven claramente reflejadas, la magdalena de Proust tiene cierto paralelismo con uno de los capítulos en el que Natàlia evoca al pasado a través de un olor. También, el poder de las descripciones deja en evidencia la admiración que la catalana sentía por Robbe-Grillet y, de alguna manera, Joyce aparece de forma sutil en algunos puntos del relato con la técnica de depuración de la realidad a través de la consciencia.

Precisamente, la consciencia y el pensamiento de Natàlia son prácticamente el hilo conductor de la obra. El psicoanálisis, influencia de Freud, también entra en juego en los sueños y delirios de la protagonista. Se puede definir como una novela psicológica que centra la fuerza narrativa en el paso inexorable del tiempo de la protagonista, fuertemente condicionada por las circunstancias históricas. No obstante, Natàlia no está enfrentada con su mundo, sino que mantiene una estrecha relación con él.

Este análisis psicológico no se plantea desde el monólogo interior, puesto que no se trata de un flujo de consciencia desordenado al estilo de Joyce. En esta novela los pensamientos están ordenados cronológicamente, por tanto, estamos ante un monólogo autobiográfico que narra en primera persona, de forma subjetiva, todos los acontecimientos. Precisamente, Rodoreda escoge este patrón porque desde la primera persona el lector siente en mayor medida las experiencias del personaje y es capaz de mimetizarse con el entorno de la novela. Además, permite llegar a la autoexploración que siente la protagonista.

El canal de Sílvia Caballeria nos acerca a la figura de Mercè Rodoreda

El simbolismo y la clase popular catalana

Otros elementos como el lenguaje o el estilo también son reseñables en esta novela. La primera persona viene marcada por el carácter oral del lenguaje, a partir de aquí se conoce la variedad diastrática a la que pertenece la protagonista. Los coloquialismos, las frases hechas y los polisíndeton nos transportan a la clase popular catalana. A pesar de ello, la obra no está escrita desde un lenguaje sencillo o plano, de hecho está plagada de figuras retóricas.

El simbolismo acompaña a toda la narración, de forma que se establece un paralelismo entre la cría de palomas y la crianza de los hijos de la protagonista. La novela se divide en cuatro partes, comprendidas en 49 capítulos. La primera parte, referida a la identidad, nos presenta a Natàlia y su marido, Quimet, un hombre que cumple con el estereotipo de masculinidad opresora y, como muestra de ello, le cambia el nombre a Colometa para afianzar su autoridad y posesión sobre ella. De hecho, con la aparición de este personaje es el único momento en el que la narración interrumpe la primera persona para darle paso a la voz masculina.

El deseo sexual femenino se introduce de forma natural, pero pasa a un segundo plano cuando entran los hijos y las palomas en el relato. Estamos en la segunda parte, definida por la maternidad. Una vez más, la sumisión de la mujer se hace patente y Natàlia está obligada, sin ningún deseo, a ocuparse del cuidado de los hijos y de las palomas, capricho de Quimet.

Escena de la adaptación cinematográfica de «La plaça del diamant»

Preguerra, guerra y postguerra de mano de Natàlia

Hasta este momento, la novela se sitúa en época de II República. La tercera etapa de la revolución llega con el estallido de la Guerra Civil. Quimet ya se ha cansado de las palomas, marcha al frente y la opresión de Natàlia vive en paralelo con la represión del pueblo catalán por parte del Estado español. Todo este periplo vendrá marcado por la corriente existencialista: la desolación, el vacío vital, el pesimismo y la angustia se apoderan del relato en el que se plasma la crudeza y el sinsentido de la guerra fratricida.

La masculinidad deconstruida viene con la última parte, la liberación. Las palomas ya se han marchado, con ellas el recuerdo de Quimet. Y, llega Antoni, un hombre que deja paso a una relación de igualdad y libertad. Los sueños y los delirios desaparecen de Natàlia y, con ellos, toda la fantasía aterradora se esfuma. De cara al final, una elipsis temporal nos traslada directamente al comienzo de la vejez de Natàlia, que ya ha recuperado totalmente su nombre propio, y a la adultez de sus hijos.

Aunque no existen referencias concretas al tiempo, el contexto histórico acompaña las cuatro partes de la narración: anterioridad a la Segunda República, Segunda República, Guerra Civil y Postguerra. Las palomas también marcan, al mismo tiempo, la angustia y, posteriormente, el ligero síntoma de liberación del momento político.

La Barcelona de Rodoreda

Mercè Rodoreda en una entrevista sobre su obra y el catalán

Barcelona, el espacio clave de esta novela. El universo de Rodoreda siempre está anclado a Cataluña y, concretamente, a su capital. Nos conduce a la clase social popular, a la represión política y lingüística, y la idiosincrasia catalana. La novela no es solo un alegato a la liberación de la mujer y una crítica social al momento histórico y político, también supone un acto de resistencia, una lucha por mantener las raíces fuera de la patria y por reivindicar los símbolos de identidad catalana.

La memoria histórica, los nacionalismos, las lenguas cooficiales y el feminismo son el foco principal de las discrepancias políticas actuales. Aprender de nuestra historia y de nosotros mismos resulta fundamental para derrocar las barreras que nos impiden el acercamiento, para ello, la cultura tiende puentes que permiten la comprensión y evitar volver a errar como en el pasado. La plaça del diamant habla de la historia que muchos se niegan a recordar y dignificar, del nacionalismo cohesionado que otros declinan, la diversidad cultural que tanto cuesta reconocer y el feminismo integrador que difumina el populismo y la ignorancia. Una novela que te devuelve al pasado sin salir de la realidad contemporánea. Una oportunidad, seas catalanoparlante o no, de acercarte a una parte de nuestra cultura que, en el fondo, se refiere a un mal sueño común que algunos no quieren olvidar y que todavía pervive en la sociedad española: los resquicios de la mentalidad ultraconservadora y represora del franquismo.

Ficha técnia

Nombre: La plaça del diamant
Autora: Merçé Rodoreda
Editorial: Club Editor Jove / Edición de 2016 (Primera edición en 1962)
Páginas: 320
Idioma: catalán Precio: 10,40

Esperanza Hernández Martínez

Periodista y documentalista por la Universidad de Murcia. Especial interés en el cine, el teatro y la gastronomía.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.