Unas ojeras oscuras y abultadas me piden permiso para ir al estanco a por tabaco nada más llegar. “Es que cuando volvemos a casa está cerrado ya…” Son las ojeras de Isak Férriz, ocultas bajo los potingues, coloretes y cremas del equipo de maquillaje de Bandolera cuando interpreta a Roberto Pérez en la serie de sobremesa de Antena 3.
Aunque la Wikipedia diga que es un actor español, Isak Férriz nació y se crió en Andorra hasta los 18 años, cuando se fue a estudiar a la escuela de teatro Nancy Tuñón de Barcelona. “Considero básico pasar por una escuela de teatro, como considero básico seguir formándote después.” Él, por ejemplo, ha empezado a practicar Kung-fu. “El entrenamiento físico es fundamental para nuestra profesión, tanto para mantenerte en forma como para aprender a controlar tu cuerpo. El cuerpo es nuestro instrumento de trabajo y lo tenemos que cuidar.”
“¡Algo complicado si sólo nos dejas dormir cuatro o cinco horas al día!” –parecen quejarse las ojeras.
“La verdad es que no paramos… Nos levantamos a las cinco de la mañana y, con suerte, volvemos a casa a las nueve de la noche. Y en el caso del cine aún es peor, porque si en una escena tienes que correr y esa escena la tienes que repetir veinte veces, y fumas –como es su caso – y no haces deporte… lo pasas fatal.”
El personaje de Roberto, además, consume mucha energía. “Está continuamente enrabiado y luchando contra las injusticias… ¡Es agotador! Tengo que estar bombeando ira y rabia constantemente.”
“Tienes tooooda la razón: ¡Es agotador!” –corroboran, cada vez más negras e hinchadas, las ojeras.
Isak interpreta a un líder revolucionario en la Andalucía campesina de finales del siglo XIX. “Estoy muy contento con Roberto y con su familia. Me lo paso genial con ellos… trabajar con Manuel Galiana, mi abuelo, que es un corazón de persona y un pedazo de actor; con Aníbal Soto, mi padre; Pastora Vega, que es mi madre y una mujer maravillosa…” Él interpreta al hijo mayor de esta familia de jornaleros, y está encantado de explicar la historia de los trabajadores y los campesinos andaluces. “Yo entiendo mi trabajo como el de un story-teller, y si no me interesa la historia que se quiere explicar, no me implico en ella.” Pero no es el caso de La Bandolera: “Creo que esta es una historia muy bonita donde, a parte del triángulo amoroso –en el que, junto a Carles Francino hijo y Marta Hazas, es uno de los vértices protagonistas –, se narran los inicios del anarcosindicalismo andaluz, que realmente fue muy importante”.
Sin embargo, lo que más le atrajo de la serie fue el periodo en que se desarrolla. “Es muy divertido trabajar época… Te trae muchos recuerdos de infancia, cuando te disfrazabas de pequeño y realmente te creías que estabas en otro tiempo y que eras otra persona… –rememora quien pisó por primera vez las tablas haciendo de pastorcillo en una representación escolar sobre el nacimiento del Niño Jesús –. Además, a mí me encanta ir guarro y disfrazarme, rodar exteriores en la montaña, pasar frío, calor… ¡A mí eso me encanta!
Uno de los mayores peros que le encuentra a su papel es que Roberto, como buen jornalero pobre, no tiene caballo. “Ahora hace un año que no voy a montar, y la verdad es que tengo mucho mono.” Aprendió a cabalgar cuando se preparó para interpretar a Joan Sala, el protagonista de Serrallonga. La leyenda del bandolero, una superproducción de TVE y TV3 de la que Férriz se siente especialmente orgulloso: “Curré muchísimo para meterme en aquel personaje: me empapé de libros sobre el bandolerismo del siglo XVII, hablé con gente de la zona para conocer sus leyendas, me leí el acta judicial que llevó a Serrallonga a la horca en 1634…” Para la serie de Diagonal TV, el trabajo de investigación ha sido menor. “Un culebrón es un culebrón y, sin quitarle mérito, lo que interesa son otras cosas, no la documentación histórica.”
Bandolera sigue la tendencia de los últimos tiempos, donde las cadenas apuestan por series de época como Águila Roja, República o Hispania. “Lo más importante de este tipo de producciones es que pueden despertar en el espectador interés por la historia –opina el confesado yonki de series –. Por ejemplo, a raíz del estreno de Hispania, sacaron un reportaje sobre Viriato en la revista Historia de National Geographic y me lo leí de pe a pa, porque me interesaba comparar la serie con la historia real.” Y si le pasa a él, que no se considera una persona intelectual, también le puede suceder al resto de serieadictos que pueblan el planeta Tierra.
“¡Buf! –resopla con pesar – ¡Yo ahora estoy enganchado a cinco!” Y le desespera no tener tiempo para verlas. “Es que a mí me gusta hacer las cosas del tirón y verme una serie de golpe en un fin de semana.” En estos momentos está con The Wire. “Muy recomendable, ¿la has visto? Muy, muy, muy, muy buena.” Mad Men. “Es maravillosa, muuuuy maravillosa.” Pacific. “De la Segunda Guerra Mundial, producida por Tom Hanks y Steven Spielberg.” Sons of Anarchy. “Vi que había ganado un par de Globos y me la cogí…” Sí, me la cogí, porque el también editor audiovisual es de los pocos ejemplares que todavía compra películas en DVD. “Quizá es por mi faceta de actor y director –explica el autor de De buena mañana, ganador del Premio del Público en el Festival de Cortometrajes de Barcelona –, pero para mí los DVDs son como chuches, y necesito verlos expuestos en una estantería.” Esto no significa que esté en contra de las descargas. “De lo que estoy en contra es de valorar poco la calidad, sobre todo la calidad técnica.”
En fin: ¿última recomendación? “Monty Python’s Flying Circus. Son mi referente absoluto para entender el humor. Los Monty Phyton y Faemino y Cansado.” ¿Cansado?
“¡Sí, cansado, has oído bien!” –agonizan de nuevo las ojeras.
“¡No! –miente el actor mientras se traga un bostezo – ¡Si esta es mi cara normal! Lo que pasa es que, normalmente, por la tele nos veis maquillados…”
Unas ojeras oscuras y abultadas me piden permiso para ir al estanco a por tabaco nada más llegar. “Es que cuando volvemos a casa está cerrado ya…” Son las ojeras de Isak Férriz, ocultas bajo los potingues, coloretes y cremas del equipo de maquillaje de Bandolera cuando interpreta a Roberto Pérez en la serie de sobremesa de Antena 3.