El Gran Teatro CaixaBank acogió el pasado 30 de marzo el concierto tributo al legendario músico alemán, compositor de las bandas sonoras de películas como El rey león, Gladiator o El Caballero Oscuro
A la luz de las velas, como suele ocurrir en los eventos de Candlelight, sonaron durante más de una hora varias piezas de Hans Zimmer, el compositor, si John Williams lo permite, más importante del páramo actual de Hollywood. Ha sido el encargado de crear melodías de más de 150 películas, entre las que destacan Piratas del Caribe, Batman, Dune o El Rey León. El músico, nacido en Francfórt ha compuesto míticas piezas para películas de todo tipo, y por eso el equipo de Fever y Candlelight han juntado a una orquesta de 24 músicos bajo la batuta de Jesús Oviedo, conocido como el «maestro» durante toda la velada.
El programa estuvo compuesto de piezas de todas las etapas de Zimmer. El concierto empezó con Discombobulate, de Sherlock Holmes (2009), una pieza que juega con las cuerdas del violín y las teclas del piano, lo que hace pensar al oyente que realmente se está enfrentando a un juego de ingenio contra el afamado rival del detective, Moriarty. Tras la presentación de la orquesta, formada por una flauta, un oboe, un clarinete, un fagot, dos trompas en F, una trompeta en Bb, un trombón, percusión, un piano, un teclado, una guitarra clásica/banyo, cuatro violines I, tres violines II, dos violas, dos cellos y contrabajo, el director introdujo al verdadero protagonista de la velada, el dos veces ganador al premio Óscar por mejor banda sonora Hans Zimmer.
La velada prosiguió con temas de películas de animación como Spirit (Run Free) o El Rey León (King of Pride Rock), la mayoría de las canciones de su colaborador predilecto, Christopher Nolan, como El Caballero Oscuro (The Dark Knight), Interstellar (Day One y Cornfield Chase), épicas como Dune (Herald of the Change), El Código Da Vinci (Chevaliers de Sangreal) o Gladiator (Gladiator Suite) o románticas como Pearl Harbor (Tennessee), donde la violinista, estrella durante la hora de concierto, pidió al público que se diese la mano y aprovechara el momento romántico, ya que el resto de melodías rebosaban el estilo épico y electrónico-orquestal típico de Hans Zimmer.
Las piezas más destacadas del concierto fueron la suite de la película de Disney Piratas del Caribe, que combinaba a toda la orquesta entre lucha, emoción y aventuras, como si se trataran de piratas en un barco en busca de un tesoro y la soRpresa final, Time, de Origen, la última pieza del repertorio de las colaboraciones de Nolan y Zimmer.
El público pudo disfrutar durante una hora de algunas de las mejores bandas sonoras de la historia del cine, un evento para todas las edades donde los músicos incitaban a los espectadores a animar, durante las pausas, evidentemente, en un ambiente cálido y agradable. Fever y Candlelight seguirán colaborando en todo tipo de eventos a la luz de las lunas, próximamente homenajeando al compositor japonés Joe Hisaishi, encargado de las bandas sonoras de las películas del aclamado Studio Ghibli.