Había una vez un cazador…

El cazador y la reina del hielo
El cazador y la reina del hielo
Chris Hemsworth repite en el papel del cazador Eric en 'Las crónicas de Blancanieves: el cazador y la reina del hielo'
Chris Hemsworth repite en el papel del cazador Eric en ‘Las crónicas de Blancanieves: el cazador y la reina del hielo’

Atrás ha quedado esa joven Blancanieves de piel tan blanca como la nieve, labios rojos como la sangre y pelo negro como el ébano. Poco podía imaginar la princesa Disney que su cazador, ese que tradicionalmente desobedecía a la malvada reina por no matar a la joven, iba a robarle el protagonismo en la gran pantalla. Tras Blancanieves y la leyenda del cazador (2012), llega su secuela. Las crónicas de Blancanieves: el cazador y la reina del hielo, dirigida esta vez por el debutante Cedric Nicolas-Troyan (Francia, 1969), aterriza en la cartelera española el 8 de abril. Pero que el título no os engañe… La princesa que muerde la manzana envenenada no aparece, como tampoco sus inseparables siete enanitos. Además, esta cinta pretende ser el origen de una saga que dé pie a futuras aventuras sobre el cazador.

Los hechos se sitúan años antes de que Blancanieves (interpretada en la primera película por Kristen Stewart) nazca, cuando la reina Ravenna traiciona a su bondadosa hermana Freya, provocando la transformación de ésta última en la reina del hielo. Freya se retira al lejano reino del norte y entrena a un ejército de cazadores para que la protejan, pero les prohíbe que se enamoren. Años más tarde, tras la muerte de la reina malvada, el cazador Eric debe impedir que el espejo mágico caiga en manos de la reina del hielo. Chris Hemsworth y Charlize Theron repiten en los papeles de Eric y Ravenna, acompañados esta vez por Emily Blunt como la reina Freya, y Jessica Chastain en la piel de la cazadora Sara. Pero ni siquiera un elenco que atesora un premio Oscar y tres Globos de Oro consigue salvar esta producción.

Emily Blunt y Charlize Theron, la reina Freya y la reina Ravenna respectivamente
Emily Blunt y Charlize Theron, la reina Freya y la reina Ravenna respectivamente

En los últimos años, la industria cinematográfica ha apostado por reinventar los cuentos infantiles, algunos de manera más acertada que otros. Maléfica (2014),de Robert Stromberg, Hansel y Gretel, Cazadores de brujas (2013), de Tommy Wirkola, o Alicia en el país de las maravillas (2010), de Tim Burton, son un claro ejemplo de ello. La propia historia de Blancanieves, la princesa más veterana de Disney, ha sido versionada por la Blancanieves (2012) de Pablo Berger, a modo de película muda, en blanco y negro, y situando la trama en el mundo del toreo. En Estados Unidos, además de la primera película protagonizada por Stewart, encontramos Mirror Mirror (2012), una comedia de Tarsem Singh, con Julia Roberts como reina malvada. Y es que la afamada princesa celebraba en 2012 el 200 aniversario de la primera publicación del cuento de Blancanieves, firmado por los Hermanos Grimm.

La innovadora idea de poner el foco de atención sobre un personaje secundario como es el cazador, al que ya conocimos en la primera cinta, atrae en un principio al público. Y más si tenemos en cuenta la cuidada estética, mucho más luminosa y variada que en la primera entrega. Nicolas-Troyan es un experto en el campo de los efectos visuales, como demostró en Blancanieves y la leyenda del cazador, que le valió la nominación a los Oscar. Sin embargo, el guión pierde fuelle entre banalidades y chistes fáciles. El francés intenta conservar la esencia del cuento, con la presencia de la reina malvada, el espejo mágico e incluso cuatro enanitos (dos mujeres, eso sí), pero lo único que consigue es un relato superficial, con más acción que significado. La historia de amor, eje central de la producción, no conecta con el espectador, como tampoco lo hace la nueva reina del hielo, que recuerda a Elsa de Frozen.

El director Cedric Nicolas-Troyan es un experto en el campo de los efectos visuales, como demostró ya en 'Blancanieves y la leyenda del cazador'
El director Cedric Nicolas-Troyan es un experto en efectos visuales, como demostró en ‘Blancanieves y la leyenda del cazador’

Mientras todos estos personajes se desaprovechan en un ir y venir de luchas, venganzas y amor, el público espera con ansia que Ravenna haga su entrada triunfal. Como ya ocurriera en la primera producción, Charlize Theron, en su papel de mala malísima, vuelve a eclipsar al resto del elenco a pesar de estar apenas 15 minutos en pantalla. En cuanto a los demás protagonistas, nos topamos con un Chris Hemsworth algo forzado en la faceta cómica que han querido añadir a su cazador, a una Jessica Chastain demasiado limitada por un personaje a medio construir, y a una Emily Blunt confundida por la dualidad de su reina «malvada». Y es que la actual necesidad de justificar el mal que envenena a los villanos provoca, en este caso, la pérdida de la esencia del propio personaje.

De este modo, la continuación de las aventuras del cazador Eric ha dejado de lado lo épico de la primera entrega para apostar por un lenguaje más emocional y humorístico, y una estética que remite a Frozen. Si bien hay un claro intento de innovación y originalidad en la trama, el guión no consigue atrapar al espectador ni sacar partido a un elenco de gran calidad. Solo cabe esperar que en futuras películas la trama esté a la altura de la fotografía y los efectos visuales. Un argumento sólido y unos personajes correctamente construidos y definidos bien podrían hacer que nos diera igual si la princesa Blancanieves come perdices o no.

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Janire Zurbano Arrese

De pequeña me enamoré de Italia mientras memorizaba los diálogos de las películas de Federico Fellini o Francis Ford Coppola. Más tarde soñaba con viajar a Los Ángeles para conocer en persona a Jack Nicholson y Stanley Kubrick. Ahora, con el título de Periodismo colgado en la pared y el pasaporte lleno de sellos sobre la mesilla, sigo fantaseando con entrevistar a Martin Scorsese en un café de Brooklyn. El periodismo es mi pasión. El cine, el amor de mi vida. Y viajar, el motor sin el que todo este engranaje no funcionaría.

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