Granada es mucho más que la Alhambra

Granada es una ciudad que, al albergar una de las más bellas creaciones de la era medieval, parece no tener nada más y queda ensombrecida por el encanto andalusí.

Podemos acudir a la Catedral de Granada para darnos cuenta de que esta ciudad tiene mucho más. Es cierto que no está en lo alto y que parece que está escondida, pero se trata sin duda de una de las más bellas creaciones renacentistas de España. Podemos acudir al Palacio del Emperador Carlos V que, deseoso de estar cerca de la tumba de los Reyes Católicos –antaño en lo que ahora es el Parador local-, mandó crear un edificio que incluso hoy resulta rompedor por lo moderno. Rectangular por fuera y circular por dentro, iba a ser la residencia del gobernante más importante del mundo en aquel momento, pues estaba enamorado de aquella parte de Andalucía.

El Sacromonte visto desde la Alhambra
El Sacromonte visto desde la Alhambra

Otra opción es visitar el Sacromonte situado en el barrio de Albaicín, desde el cual se puede contemplar la Alhambra y los verdes y floridos paisajes granadinos. Ahí, entre las calles pequeñas e intrincadas, se encuentran numerosos locales que reconvirtieron los cármenes –los pequeños huertos de cada parcela- en locales para tomar algo y disfrutar del ambiente. Esta sección de la ciudad está llena de plantas, jardines y vegetación al más puro estilo de la Alhambra.

No nos podemos olvidar de El Realejo, el barrio judío, también con pequeñas calles llenas de tiendas donde comprar recuerdos de la ciudad. Pasear por ahí, con el exceso de personas y comercios, recuerda a lo que pudo ser en su día un mercado lleno de gente ofreciendo los mejores productos. Esta sección desemboca en los primeros edificios árabes para gestionar la región: desde el ayuntamiento hasta las mezquitas. Cerca, en la capilla adjunta a la catedral, los visitantes pueden ver la tumba de los Reyes Católicos, quizás los más famosos e importantes de la historia nacional. Se trata de un lugar majestuoso por su espacio pero sobrio por su decoración. Los amantes de la historia disfrutarán de la visita.

También podemos destacar la gastornomía. Y es que Granada, además de competir con Madrid sobre qué ciudad tiene el agua más pura y mejor, también es famosa por unas tapas de calidad, generosas, ricas y a muy buen precio. Da la sensación de que cualquier calle, bar o restaurante, es una apuesta segura para comer bien. Desde el clásico salmorejo y gazpacho andaluz hasta los embutidos, la tortilla o la carne con patatas a lo pobre.

Por tanto, a todos aquellos que visiten Granada, que no se olviden de eso, de visitarla al completo. La Alhambra es mágica y especial, eso nadie lo duda, pero la ciudad tiene mucho más que ofrecer y es una pena olvidar todos aquellos rincones sólo por la foto o la merecida fama del bello complejo andalusí.

Miguel Martín Pazat de Lys

Licenciado en Derecho y Periodismo. Amante de la política, la actualidad, la música, la historia, los viajes y las nuevas tecnologías.

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