Gambito de Dama es la miniserie más vista de Netflix. Obtuvo más de 62 millones de reproducciones en menos de dos meses. Los creadores, Scott Frank y Allan Scott, se basaron en la novela homónima de Walter Tevis y la modificaron significativamente con el fin de hacerla más atractiva. Ambientada en los años 60, logra reflejar mediante su estética el estado anímico de la protagonista, Beth Harmon (Anya Taylor-Joy).

Vestuario
El vestuario de Beth Harmon es un claro reflejo de su evolución interna y externa:
Al entrar en el orfanato, la directora, Helen Deardorff, quema las ropas de la pequeña, bordadas por su difunta madre, para vestirla con las reglamentarias de la institución. Este duro momento simboliza la pérdida de identidad que sufrió tras la muerte de su madre, marcando así el comienzo de una vida anónima y sin amor.

Beth es adoptada por la familia Wheatley. Tras ello, la muchacha madura y se vuelve más atrevida, ya que siente que su vida está a punto de cambiar radicalmente. A partir de este momento vemos escenarios llenos de luz y color.

La joven se adapta a la vida en familia. Surge en ella un interés hacia la moda que antes no existía. Comienza a ganar su propio dinero gracias al ajedrez y decide adquirir con él diferentes conjuntos de ropa para lucirlos en las partidas. Muchos de ellos presentan estampados de cuadros, asemejándose en cierto modo a un tablero de ajedrez, lo que nos deja ver que tenía muy claros sus intereses.

Tras la separación de sus padres, Harmon decide invertir sus ahorros en vivir todo tipo de lujosas experiencias junto a su madre adoptiva, Alma Wheatley (Marielle Heller). Montan en avión, van a fiestas y se alojan en prestigiosos hoteles, mientras portan blusas, faldas, vestidos, bolsos, pañuelos y zapatos llenos de elegancia y sencillez.

Beth sufre un duro golpe con la repentina muerte de Alma y se deja llevar por sus vicios: el alcohol y el tabaco. Sus amigos le advierten de que se está desviando del camino que le lleva a alcanzar su mayor sueño: ganar al campeón del mundo, Vasily Borgov, en Moscú. La rebeldía se traduce en maquillajes más radicales y atrevidos, compuestos por eyeliner negro XL y labiales mate aplicados en forma de V, y en ropas en las que juega con las tonalidades.

La muchacha vuelve a coger las riendas de su vida y sus ambiciones profesionales regresan. Aunque recae numerosas veces, sus seres queridos tiran de ella y la empujan al éxito. Con una sonrisa en el rostro y completamente sobria, logra convertirse en la primera mujer campeona del mundo de ajedrez. Sus estilismos y maquillajes retoman la senda de la elegancia.

Atrezo
Para los decorados, entre hippies, bohemios y chics, se ha seguido la estética hygge, que trata de emular el estado anímico de la persona que habita la estancia.
Papeles pintados, alfombras de colores y ropas de cama con dibujos geométricos, cabeceros y sofás de capitone, tocadores, butacas de orejeras, sillas de terciopelo con reposabrazos y base metálica, carteles luminosos, neveras de colores y, cómo no, ajedreces de madera, conforman el decorado estilo años 50, 60 y 70 de la miniserie.

Las localizaciones de Estados Unidos, Rusia y México fueron grabadas en Berlín. «Debido a que en los años 60 el Berlín Occidental se fijaba en Estados Unidos y el Oriental miraba directamente a Moscú, posee arquitecturas que te trasladan a esos lugares”, cuenta el diseñador de producción Uli Hanisch. Tanto él como la decoradora de escenarios Sabine Schaaf trataron de emular decorativamente los estilos de cada ciudad para que los espectadores no reparasen en este aspecto.

Controversia
La belleza de la protagonista y la ambientación han generado diversidad de opiniones.
«Anya Taylor es demasiado guapa para interpretar a Beth Harmon, ya que esta no era bonita. Es excesivamente bella para creérsela. Me ha decepcionado, esto es lo que pasa cuando te has leído el libro antes», escribe la crítica del The New Yorker, Sarah Miller, en El gran fallo de Gambito de Dama. «La heroína literaria, según la trama original, se va reconciliando lentamente con su aspecto físico, ya que tenía un trauma infantil provocado por el bullying que sufrió en el orfanato. No entiendo por qué Netflix ha dejado de lado este aspecto tan relevante».
El fundador de la revista Spiff Magazine, redactor de Esquire Spain y experto en moda vintage, Gonzalo Rolanía Alonso, considera que el principal atractivo de la serie la ambientación. «En términos de vestuario y arquitectura, considero que sí que está bien ambientada. Después de la Segunda Guerra Mundial, EE. UU. vivió un momento de liberación, sobre todo en aspectos relacionados con la vestimenta. Y aunque en la serie se ve poco denim o pocas cazadoras de piel, muy propicias entre los jóvenes norteamericanos, buscando emular la imagen de rebeldía que James Dean y Marlon Brando transmitían en la gran pantalla, sí que hay escenas con detalles, que efectivamente, son propicios de la época». Considera que el denim selvedge que lleva la protagonista está muy bien seleccionado: «Se tejían en telares lanzadera, propios de la época. Los cardigans, los calcetines blancos, los saddles shoes, y, en definitiva, todo el Ivy look que se muestra en la serie, es tal y como lo relatan los libros de historia y de la moda norteamericana».

El experto hace hincapié en la importancia del desarrollo personal de Beth Harmon a lo largo de la serie: «Me atrae mucho la madurez que transmite la protagonista con el paso del tiempo. Me refiero siempre en materia de estilo, estilo que no sólo se ve reflejado en la manera de vestir. Creo que esto es importante, porque normalmente encontramos un estilo, una identidad, cuando ya entramos en esos veintitantos. Es a partir de ese momento cuando vemos a una mujer con un estilo muy característico, incluso en la manera de decorar su casa, al desquitarse de todos esos muebles demodé de sus padres adoptivos y sustituirlos por muebles modernos ‘Mid Century'». Remarca cómo va despertando poco a poco en ella su atracción por la moda parisina: «No olvidemos que a partir de los 50 empiezan a surgir personalidades tan importantes como Christian Dior o Cristóbal Balenciaga, y cómo no, Coco Chanel, que ya venía haciéndolo décadas atrás».

Gonzalo, destaca uno de los complementos infalibles en el joyero de la joven: «Es de mi gusto especialmente el reloj que lleva la protagonista, un Bulova American Girl ‘K’. Me gusta el guiño de la serie hacia esta marca, que pese a su importancia en la historia relojera –fueron los primeros en viajar al espacio-, es a menudo olvidada».


De vuelta a los 60
Gambito de Dama ha marcado tendencia en cuanto a estilo, historia y fotografía. Desde que fue estrenada, las asociaciones de ajedrez cuentan con 20 millones más de jugadores federados, gran parte de ellos mujeres.
La moda de los años 60 regresa a nuestros armarios, sus looks, maquillajes y complementos están en boga en este momento, así como la decoración.
Pudimos ver estas navidades cómo Chanel decidió recrear una escena de la serie para anunciar su nuevo perfume, Coco Mademoiselle.

