Esquizofrenia tropical, ¿una identidad común?

Esquizofrenia tropical

Esquizofrenia tropical es una de las muestras que conforman la actual edición de PHotoEspaña 2012, abierta al público en la sede central del Instituto Cervantes en Madrid hasta el 16 de septiembre. Comisariada por el fotógrafo brasileño Iatã Cannabrava, sus instantáneas son el reflejo de la bipolaridad que se vive en los últimos tiempos en Latinoamérica.

 

Esquizofrenia tropical

Según Eduardo Galeano, “el desarrollo desarrolla la desigualdad”. Si pensamos un poco en el doble filo de muchos de los términos reacuñados durante la bendita postmodernidad del pensamiento, no cuesta demasiado atribuirles pleno sentido a las palabras del escritor uruguayo. Concretamente en Latinoamérica, donde el desarrollo económico de sus países y los dramas sociales que aún se viven afinan un contrapunto complicado, esta desigualdad de la que habla Galeano se hace aún más evidente.

Una bipolaridad, en fin, que no pasa desapercibida para el ojo del artista. La disonante convivencia en estas regiones de progreso tecnológico y mendicidad, ascenso de la clase media y violencia, ha sido llevada al retrato, a la fotografía documental, en una de las muestras que conforman la actual edición de PHotoEspaña 2012. La sede central del Instituto Cervantes en Madrid es el punto de encuentro de los diferentes trabajos de Esquizofrenia tropical, exposición comisariada por el fotógrafo brasileño Iatã Cannabrava

“Yo creo que no se puede hablar de una identidad latinoamericana, pero siempre que veo una foto hecha por un latino la reconozco”. Así, entre el humor y la resignación, zanjaba Cannabrava el debate sobre la huella común que dejan en el arte latinoamericano unas condiciones de vida no siempre óptimas, no siempre justamente narradas ni consideradas. Lo hacía durante una visita guiada por la exposición que le ha llevado hasta el majestuoso edificio que el Instituto Cervantes tiene en la madrileña calle Alcalá, donde Esquizofrenia tropical estará abierta al público hasta el próximo 16 de septiembre. 

La muestra, los trabajos de 16 jóvenes fotógrafos latinoamericanos seleccionados a partir del programa de visionado Transatlántica que organizan PHotoEspaña y la AECID, es el pequeño agujero en la pared por el que espiar la vida de personas que no conoceremos, habitantes de una América Latina ajenos a lo que el tiempo y la distancia dicen sobre ellos. 

En su esquizofrenia, refresca ver que no siempre la pobreza y la delincuencia llegan a meterse en casa. No al menos en la del chileno Nicolás Wormull, que expone su mosaico de magia y rutinas en Chocolate on my jeans, 365 fotos de los 365 días en los que en su familia se duerme, se ríe y se es padre y niño. 
Esquizofrenia tropical © Mayra Martell

No tan reconfortantes, las instantáneas de Mayra Martell, la dulce y tímida fotógrafa mexicana que, en su Memory Log Book, nos advierte sobre la desaparición del centro de Ciudad Juárez: la urbe consumiéndose a sí misma en una vorágine de ferocidad y miedo que no solo acaba allí con las personas, también con los recuerdos. 

La mirada de estos dos jóvenes artistas sobre sus experiencias, así como la de sus compañeros en esta mezcla de identidades: Jorge Taboada, Lucía Baragli o Tuca Vieira, entre otros, no parece loca, ni arbitraria. Aún en sus retratos más duros, estén o no hilados por una especie de mitología latinoamericana, la intrahistoria de sus hogares se percibe lejana y posible y el desarrollo, un hilo argumental con un final por descubrir.

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