ENTREVISTA CON PEPA PLANA: «LOS PAYASOS SIEMPRE HEMOS ESTADO EN CRISIS»

Pepa Plana en 'Giulietta'

Se basta ella sola para reproducir, sobre un escenario, la Guerra de Troya, y no necesita a nadie más para interpretar un Shakespeare como Romeo y Julieta. Con una payasa así, ¿quién habría de tener más actores en plantilla? La compañía del Cirque du Soleil se ha dado cuenta de todo lo que, fichando a Pepa Plana, podría ahorrar en personal, y después de seguir su trabajo de cerca, un buen día la llamaron para llevársela a Canadá.

“Me lo comunicaron por teléfono –cuenta la afortunada –, y la verdad es que en esos momentos estaba muy liada ensayando Éxodo y les dije que no, que muchas gracias pero no.” Éxodo es el último espectáculo de la artista catalana, en el que comparte escenario con otros dos payasos más, el Monty (Joan Montanyés) y el Nan (Joan Valentí). “Recién lo acabamos de estrenar y, como me voy, no lo podemos enseñar –se lamenta –. Lo tenemos que aparcar hasta que regrese de la gira con el Soleil.”

Pepa Plana en 'Giulietta'Pepa Plana se estará dos años dando vueltas con el circo quebequés en una gira que comenzará, en abril, en Montreal. “Pero en enero ya estaré instalada allá, para empezar con la creación del nuevo espectáculo.” Y… ¿de qué irá? ““Confidencial”, “confidencial”, “confidencial”. Es la palabra clave del tocho de contrato que me han hecho firmar –se excusa la clown –. Lo único que puedo decir es que me han dado muchísima libertad creativa y que sobre la pista estaremos dos payasas, así que compondremos un universo muy femenino.”

Antes de que los canadienses la viniesen a buscar, ya había tanteado la posibilidad de ponerse su nariz roja delante de trapecistas y acróbatas. “Me parecía necesario, y más siendo mujer, porque… ¡es tan difícil ver mujeres payasas en el circo! –protesta la fundadora del Festival Internacional de Payasas de Andorra –Aunque la verdad es que había pensado en algo más clásico, como el circo Knie de Suiza o el Roncalli de Alemania.”

Pepa Plana no recuerda haber ido nunca al circo de pequeña, ni que llegara ninguno a Valls, municipio de Tarragona de donde es natural. “Lo que si te diré es que ningún sábado por la mañana me perdía Terra d’Escudella”, el programa infantil más popular de los años setenta, donde participaban actores como Andreu Solsona, Gabriel Renom o Ferran Rañé. “¡Eran unos gamberros! –exclama divertida –Yo era una cría y flipaba cuando los veía… La gracia es que, ahora, ¡soy amiga de muchos de ellos!”

Quizá deba a este show y a la compañía Els Comediants su vocación teatral, ya que carece de cualquier antecedente familiar. “En mi casa, lo más de circo que hay es hacer una calçotada y, al final, tirarse el merengue por la cara –explica la licenciada en arte dramático por el Institut del Teatre de Barcelona –. Cuando decidí convertirme en payasa, no les gustó nada. No lo entendían y no me apoyaron enseguida, cosa que les agradezco muchísimo, porque esta carrera es tan complicada que encuentro que está bien que te lo pongan duro desde el principio.” Ahora, sin embargo, están “encantadísimos de la vida” y ella recomienda a todos los padres del mundo que no ayuden a sus hijos. “Esta es una profesión de tozudos. Hay mucha gente que se pierde por el camino, y sólo aguantamos las bestias resistentes a los cambios.”

Pepa Plana posando en el Corral de Comedias de AlmagroY un buen ejemplo de resistencia y tozudez es el payaso que, al contrario de lo que se cree, no proviene del circo, sino de la Commedia dell’arte, y nace, aproximadamente, hacia el siglo XVI. “Antes, el circo sólo era de caballos, pero… ¡Ah!, que… ¡¿hay trabajo en el circo?! Pues se mete en el circo. Y cuando el circo entre en clara decadencia… ¡Pues entrará en el cine! Y otro tanto de lo mismo con el teatro. En fin, que los payasos somos unos rebotados…” Y, ahora, en tiempos de crisis ¿cuál es el lugar que ocupáis? “Los payasos siempre hemos estado en crisis, por eso nos adaptamos tan bien a ella –comenta quien, después de haber participado en la última edición del Festival de Almagro, se pasará todo el verano y otoño de teatro en teatro –En estos momentos, se están mezclando muchas disciplinas, y encontramos payasos incluso en la danza y en la ópera, sin olvidarnos del teatro social en la calle y en los hospitales.”

Pero, aunque podamos encontrar payasos por doquier, no a todo el mundo le sienta igual de bien las uñas de colores ni unos zapatos que le vayan cuatro números grandes. “Cualquiera puede ponerse una nariz roja y salir al escenario, pero, como en todos los oficios de artesanía, primero tienes que tener talento y, después, trabajar, trabajar y trabajar.”

Ella tiene talento y, desde que la payasa australiana Sue Boradway le regaló su primera nariz profesional, no ha parado de trabajar, trabajar y trabajar. Y un contrato firmado con el Cirque du Soleil dice que, al menos hasta el 2013, así continuará.

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