En apenas unos días, el próximo 13 de abril, saldrá a la calle el nuevo trabajo de Pumuky, El bosque en llamas (Jabalina Música); diez cortes en los que Jaír Ramírez cede su voz, y todos los matices de su gris, a la belleza de las horas más tristes y a los monstruos que atormentan y obsesionan al común de los mortales.
Una nueva entrega de letras brillantes. Agridulces. De misterio sonoro construido a base de compases y de unas melodías cadenciosas que a ratos flirtrean con la electrónica y, en otras ocasiones, juguetean por los jardines del folk.
Hablamos con los de Tenerife sobre este segundo largo de estudio, primero con Jabalina, y otros asuntos.
Radar.es (R): Con El bosque en llamas son ya tres los trabajos de Pumuky, si contamos el EP Los exploradores perdidos. Echando la vista atrás, ¿cómo veis ahora aquel primer De viaje al país de las tormentas?
Jaír (J): De viaje al país de las tormentas fue un primer trabajo que grabé con mucha ilusión pero con muy pocos medios técnicos a mi alcance, por lo que tiene las deficiencias propias de tales circunstancias. Lo grabé yo solo, en un momento difícil, de transición, en diferentes sitios donde estuve viviendo a finales de 2005. Por todo ello quedó un disco obtuso, como si le faltara aire, luz; sin embargo contiene muchas canciones a las que le tengo especial cariño y que seguimos interpretando en directo porque me siguen gustando mucho y también a los que nos siguen desde un principio. A veces fantaseo con la idea de volver a regrabarlo en un futuro.
R: ¿Habéis notado el cambio de sello discográfico a la hora de la producción?
J: Jabalina nos ha dado la oportunidad de ir a grabar a un buen estudio y sí, hemos notado la diferencia en la producción final. El disco se registró en Abrigueiro, un estudio que se encuentra en mitad de la nada, rodeado de bosques, en el interior de Galicia. La grabación fue toda una experiencia durante la que estuvimos a punto de acabar en El bosque en llamas de manera literal.
R: Hay quien dice que vuestras canciones siguen sonando muy parecidas desde que nació la formación, incluso desde la primera andadura en la escena como Alex Kid en el país de las Tormentas, que apenas se perciben cambios en el estilo o la técnica. ¿Os da miedo encasillaros? ¿Y que os encasillen?
J: Cuando escribo canciones no pienso en etiquetas ni en estilos; tampoco me inquieta pensar si nuestra música estará evolucionando o no. ¿Evolucionando hacia dónde, hacia qué? Creo que todo es más sencillo: sólo intento hacer canciones que me emocionen o porque tengo la necesidad, casi vital, de expresar ciertas cosas. Y para ello utilizo lo que tenga al alcance en cada momento, ya sea un palo y unas piedras o un cuarteto de cuerdas. Y sí, es posible que por el camino se perciba cierta evolución, de hecho yo personalmente creo que la ha habido.
R: En ‘Si desaparezco’ contáis con la colaboración de Marina Gómez (Klaus&Kinski), haciendo voz y coros y el acordeón y hammond de Abraham Boba, que ya participó con Pumuky en vuestra etapa en Lejos Discos. ¿De qué otras aportaciones se puede disfrutar en El bosque en llamas?
J: También contamos con la colaboración de Pepo Márquez, de The Secret Society, que nos ayudó con algunas de las guitarras más agresivas y afiladas del disco. Abraham Boba, Pepo, Marina… son todos amigos y es un gusto trabajar con ellos, pero además son grandes músicos. Hemos tenido una suerte grandísima al tenerlos como aliados.
R: ¿Diríais que estas nuevas canciones son una continuación de las aparecidas en Los exploradores perdidos?
J: No premeditadamente, pero sí es probable que haya cierta continuación. Es lógico si piensas que los asuntos que atormentan y apasionan a cualquier mortal se pueden resumir y contar con los dedos de ¿una mano? Se podría decir que el viaje que iniciaron Los exploradores perdidos les llevó al interior de El bosque en llamas.
R: Mi pieza favorita es la nueva versión de ‘El eléctrico romance de Lev Termen y la Diva del Éter’, que ya aparecía en Los exploradores perdidos. ¿Y la vuestra?
J: Mi favoritismo hacia las canciones va fluctuando, pero una de mis preferidas actualmente es ‘La metamorfosis’.
R: ¿Con cuál creéis que conectará mejor el público en los directos?
J: Del nuevo disco, es posible que ‘Los enamorados’, ‘La metamorfosis’ o ‘Tu marca’.
R: Háblanos de ‘Tu marca’.
J: ‘Tu marca’ es una canción con muchas aristas y con una posible interpretación por cada una de ellas. Prefiero que sea así y que cada persona la pueda entender a su manera, que escuche lo que necesite escuchar; si le diera una interpretación podría frustrar todas las demás. En un principio quería escribir una canción de temática espiritual, pero luego se me fue de las manos y me di cuenta de que estaba hablando también de otras cosas… Y hasta ahí puedo leer.
R: Siempre se habla de las influencias y de los discos más escuchados mientras se fraguan nuevos proyectos. ¿Cuáles han sido los que más habéis hecho sonar durante los últimos meses? ¿Los habéis tenido presentes a la hora de componer?
J: En mi caso, cuando estoy trabajando en nuevas canciones es cuando menos música escucho. Es un proceso que suele absorberme bastante y a menudo acabo bastante saturado, así que no suele apetecerme más… Aunque esto no quiere decir que no escuche nada de música. Del último año me han gustado mucho los discos de Portishead, Bon Iver y Crystal Castles, por citar algunos; pero no, no tuve presente ninguno de ellos, ni ningún otro, a la hora de preparar El bosque en llamas.
R: Por cierto, tengo una curiosidad. ¿Primero la melodía y sobre ésta la letra, al revés, o, por el contrario, improvisáis?
J: Primero la melodía. Siempre. Es más fácil retorcer una letra para amoldarla a la música, que hacerlo al revés; aunque también es posible que ya haya ideas sueltas pululando por ahí antes de componer la música, pero suelen ser sólo eso, ideas. Creo que en una canción la melodía es infinitamente más importante que la letra, que para eso intentas hacer canciones y no poesía u otras formas de literatura; por eso suelo darle prioridad, aunque sin desmerecer los textos (también les doy su atención e importancia llegado el momento). Una bonita melodía puede engrandecer casi cualquier texto, pero es difícil que un buen texto salve una mala canción: se hunden los dos.
R: ¿Os desnudáis en versos como los de “Si desaparezco es porque ya no tiemblas cuando voy y te abrazo y te beso por el cuello” o sólo os quitáis los calcetines?
J: En versos como esos me estoy abriendo en canal, aunque me tapo un poco la cara para no sonrojarme, como disimulando.
R: ¿Tenéis pensado probar nuevos/viejos formatos? ¿Vinilo? ¿Casette quizás?
J: Eso dependerá de la discográfica, pero sí, sería bastante gratificante ver ‘El bosque en llamas’ en vinilo, por ejemplo. Nos gusta comprar discos, rarezas, somos fetichistas del formato y los vinilos tienen un encanto especial.
R: La verdad es que la escena independiente española lleva un tiempo de lo más creativa, a pesar de la recesión económica y de que, muchas veces, los grupos echan en falta un mayor apoyo ¿Son las ganas de hacer música, o que la industria tiene ya callo con la crisis?
J: La falta de medios y oportunidades agudiza el ingenio y la creatividad se ve siempre fortalecida en momentos difíciles. Ninguna crisis en la industria musical acabará nunca con la música; lo único que puede acabar es la propia industria. Entonces todos nos buscaremos la vida como podamos o crearemos por el simple amor al arte, algo a lo que algunos ya estamos muy acostumbrados porque ha sido siempre así. No es que no me gustaría vivir de la música, pero no es mi objetivo… Sería muy frustrante si lo fuera.
R: ¿Podríais citar alguna de las propuestas más “sorprendentes” que han llegado a vuestros oídos últimamente? Interprétese el término al gusto.
J: Hoy hay tanta cantidad de información que cada vez resulta más difícil sorprenderse, parece que ya lo hemos visto y escuchado todo. De todas formas cuando escucho música no aspiro a sorprenderme sino a emocionarme, que no es poco; pero bueno, citemos algunas propuestas sorprendentes, que las ha habido: estrictamente en el ámbito musical, las alocadas chicas post adolescentes de Micachu, los nu-gazers The Joy Formidable y los experimentales Fuck Buttons.
R: ¿Un indiespensable?
J: Demasiados. Pero, por citar tres, cualquiera de Sigur Ros y Mogwai,y la discografía al completo (dos EP’s y un álbum) de un grupo inglés que mereció mejor suerte: Flotation Toy Warning.
R: Antes de despedirnos, una última cosa. ¿Qué te haría decir adiós a la música?
J: El aburrimiento.
PUMUKY son Jaír Ramírez, Noé Ramírez, Tomás García, Nacho Yoldi, Vicente Rosati y Edu Martínez. Podéis seguirles la pista en www.myspace.com/pumuky
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