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Mejor llámame Martín, entrevista a Martiño Rivas

Martín Rivas

Gallego de nacimiento y de corazón, Martiño Rivas (1985, Vimianzo, A Coruña), decidió cambiar su nombre artístico por Martín después de su experiencia en los Sturbucks de Madrid, en los que los camareros nunca lograban entender bien su nombre, y entendían otros como Martino, Martico, Martillo… Mejor facilitar el trabajo. Pero no terminaba de estar satisfecho, y decidió que era mejor volver al origen, se siente más cómodo siendo Martiño.

Aunque empezó a ser conocido con la serie de televisión El Internado, su andadura en el mundo del cine y la televisión empezó cuando solo tenía 12 años, con un pequeño papel en Mareas Vivas. Después vino SMS, y en 2008, su nominación en los Goya como mejor actor revelación por Los girasoles ciegos.

Y mientras sigue cosechando éxitos en la pequeña y en la gran pantalla, Martiño nos cuenta que su película favorita es La ley del silencio, sus actores españoles de referencia Luis Tosar, Sergi López y Emilio Gutiérrez Caba, y su director de cine preferido Elia Kazan. También que se ha divertido mucho trabajando bajo la dirección de Javier Ruiz Caldera en 3 bodas de más, su última película, que está ahora en todos los cines, y pese a su agenda llena de compromisos, ha podido respondernos algunas preguntas.

La crítica ha hablado de 3 bodas de más como «la comedia del año», ¿por qué crees que se ha catalogado de este modo?

Martiño: Creo que es una mezcla de varios aspectos que funcionan muy bien en la película. El guión es muy sólido,con unos gags bastante buenos, y está muy bien construido, y con unos personajes bien definidos, algo de agradecer a la hora de interpretar. Javier Ruiz Caldera, el director, ha logrado crear una película muy viva y muy fresca, con mucho color. Además, el elenco de actores está en una especie de estado de gracia, en el que han logrado dar con las claves para interpretar cada personaje.

¿Qué es lo que más te gusta de esta película?

M: La labor de Javier Ruiz. Es una película con los tiempos muy bien marcados, con mucho ritmo, muy fresca y en la que se aúnan dos aspectos. No se queda, como cualquier comedia en la que haya bastante descontrol, drogas o sexo, simplemente en eso. Aunque que sea tan canalla y desenfadada, mezcla también un triángulo amoroso que llega a conmover el espectador. Y creo que eso es un equilibrio muy difícil de conseguir, y que Javier ha logrado.

¿Y qué crees que  llamará más la atención del público?

M: La primera vez que tuve la ocasión de poder visionar la película me llamó mucho la atención, la banda sonora, que creo que funciona como un personaje más prácticamente, aportándole vida a la película. Consigue acentuar y potenciar todos los efectos, momentos y emociones, darle vida propia a todos los fragmentos. Las canciones están muy bien seleccionadas.

A lo largo de tu carrera has trabajado sobre todo en cine y televisión, ¿lo prefieres al teatro?

M: En realidad la plataforma para la cual esté destinado tu trabajo no es que lo considere irrelevante, pero tampoco algo primordial. Lo que suelo mirar en primer lugar es la historia, si hay algo detrás que merece la pena contar. Y también el equipo humano: el director, el resto de actores. Para mí eso es lo más importante, independientemente del medio.

Últimamente el cine español está saliendo de esos cánones en los que estaba encuadrado, ¿crees qué era necesaria una renovación en este aspecto?

M: Es verdad que ahora se están empezando a tocar géneros que antes por limitaciones técnicas eran más difíciles de abordar. Tradicionalmente en el cine español siempre ha predominado el drama o la comedia social, y quizá ahora la paleta de colores es más amplia.

¿Queda mucho por hacer todavía? ¿En qué habría que seguir trabajando?

M: Hay que seguir formando a la gente que aspira a trabajar en esto, independientemente de cuál sea el departamento. Y sobre todo, dar a todos al importancia que se merecen, porque existen por algo, y es muy importante que todo el equipo técnico y artístico esté muy bien preparado. Hace falta gente comprometida con su trabajo. Y hay que poner facilidades para seguir formando, además de buenos actores, buenos directores, figurinistas, maquilladores, peluqueros, técnicos de fotografía… Conseguir que sigamos progresando entre todos y mejore la calidad del cine español.

¿Tiene en realidad algo que envidiarle el cine español al de otros países?

M: Otros países, sobre todo el cine anglosajón, juegan con el idioma a su favor, porque tiene una mayor difusión a nivel mundial, y tienen una industria muy asentada con la que es complicado competir, sobre todo desde el punto de vista económico. A través de nuestro cine podemos intentar reflejar la sociedad española, nuestro paisaje, nuestra cultura… Esto es un medio de promoción de España en el extranjero, y un modo de difundir nuestra personalidad y nuestra lengua.

Regina Navarro Moncayo

Nacida en Albacete en 1991. Graduada en Periodismo por UDIMA (Universidad a Distancia de Madrid), y estudiante del Máster en Periodismo Cultural de la Universidad San Pablo CEU de Madrid. Experiencia como Community Manager en la empresa 3vdobles, como redactora en Suite101 y distintas webs. Actualmente colaboradora de Ritmos XXI.

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