Bradford (Inglaterra) sufrió un pequeño movimiento sísmico cuando Alis Pelleschi asomó su multicolor cabecita en el mundo terrenal. Sin embargo, no llegó para quedarse aquí y desde muy joven tomó la precoz decisión de vivir en un universo extraterrestre. Su melena rubia platino a veces, naranja en ocasiones o rosa fucsia para variar se ha convertido en su rasgo menos controvertido y, es que, Pelleschi siempre ha querido ir más allá y lo ha demostrado con su trabajo. Amante del porno, el aire kitsch ochentero y el look Príncipe de Bel Air de los noventa, comenzó en MySpace como Tampon Girl donde publicaba fotos de ella misma con la ropa de su madre. Pronto le lloverían las ofertas para participar en revistas conocidas como Glamour u otras ultramodernas como I-D o SUPERSUPER! Esta última publicación puede estar muy ligada a la estética de la fotógrafa inglesa, una moda que algunos tachan de enaltecer el feísmo y de cierto aire circense.
Pelleschi no está sola, diseñadores como los responsables de la firma Kokon to Zai (KTZ) también son instigadores de este revival inspirado en el punk de los ochenta o en las míticas colecciones de Versace de los noventa. Otro personaje destacable en este mundillo es la rapera Brooke Candy que saltó a la fama con el videoclip de Génesis, una de las canciones de la también freakGrimes. La mayoría bebe de visionarios de la moda como el estilista de los ochenta Ray Petri que inventó lo que hoy conocemos como moda casual masculina y que se hizo famoso por el estilo Buffalo, inspirado en los jamaican rude boys y la estética reggae.
Todos ellos son amigos entre sí y han creado un universo donde el absurdo es la premisa. Un universo muy elitista donde no puede entrar cualquiera y en el que hace falta altas dosis de surrealismo y, en opinión de muchos, una gran coraza para saber llevar la frivolidad. ¿Quién se atreve a apuntarse al universo Alis Pelleschi? ¡Valiente el que lo haga!