EL FIRMAMENTO ESPAÑOL, EN CONSTRUCCIÓN

«¡Oh! ¡Pedroooooooooo!!!»

«¿Pedro? ¡No! Mira, mira… Amenábar es mejor. Ponte con él, que te hago una foto.»

Y, siguiendo las instrucciones de su amiga, la jovencita se agacha –“al estilo Pe” –para posar su mano sobre una polvorienta baldosa donde figura el nombre del director, el logo de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas y el de las Loterías del Estado, que –dicen –apoyan al cine español. Todo ello embuchado en una pequeña y blanquecina estrella que, con el paso del tiempo y a pesar de los servicios de limpieza del Ayuntamiento, se acabará confundiendo con el resto del suelo.

«Juan Antonio Bardem –lee una de las chicas después de haber pasado por encima de Banderas y de Imperio Argentina –¡No tengo ni idea de quién es!»

«Pues digo yo que será el hermano de Javier, ¿no?»

Pues no. Se refiere al tío del oscarizado, el director y guionista que compartió el cartel de Bienvenido Mr. Marshall con Mihura y con el también estrellado Luis García Berlanga. Pero nadie nos dice que, dentro de algún tiempo, otro miembro de la saga Bardem contribuya con su nombre a enlosar la calle Martín de los Heros, donde cada año se instalarán una o dos estrellas más. Sin embargo, hasta que continúen las obras, nos tendremos que conformar con las 25 estrellas que completan los directores Luis Buñuel, José Luis Garci, Pilar Miró, Carlos Saura y Fernando Trueba, junto a los actores Penélope Cruz, Fernando Fernán Gómez, Pepe Isbert, Alfredo Landa, Tony Leblanc,  Carmen Maura, Sara Montiel, Emma Penella, Paco Rabal, Concha Velasco, Amparo Rivelles, Carmen Sevilla y Fernando Rey.

Estrella de Penélope Cruz en el Paseo de las Estrellas de Madrid.25 figuras del cine español que, coincidiendo con el 25 aniversario de la Academia, han sido homenajeadas con un pedazo de cielo hecho de granito, mármol blanco y acero, en una de las aceras, según la institución, más cinematográficas de la ciudad. Quizá no tenga un Teatro Kodak, pero sí tiene una peluquería de señoras,  una crêperie y una fromagerie, un bar cubano, un kebab y un oriental food restaurant. Sin contar con los cines Golem y Renoir –que ofrecen películas en versión original –, la librería especializada Ocho y medio –dedicada exclusivamente a publicaciones sobre el séptimo arte –, el Café de las Estrellas –situado, sin quererlo y de repente, en un paseo con su mismo nombre –y unos retales de alfombra roja que, seguramente, se olvidaron de recoger el día de la inauguración de las obras.

“Total, para luego tener que volverlas a colocar…”, debieron pensar, quizá. Pues, dado el empeño en erigir todo un firmamento en una calle de Madrid, no sería de extrañar que, para la próxima entrega de cabezas goyescas, la Academia quisiera substituir los aterciopelados telones del Teatro Real por cualquiera de los cinematográficos espacios de este paseo de la fama español, que acaba de comenzar su construcción.

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