Duki lleva al público coruñés a ‘Ameri’

Duki durante su concierto en A Coruña como parte del 'Ameri Tour'
Duki durante su concierto en A Coruña

En el concierto, de dos horas de duración, el artista argentino hizo un repaso por su último álbum y sus canciones más populares

«Están locos, A Coruña». No lo dijo al final del show como frase de cortesía, sino a mitad del concierto, cuando ya había comprobado que las 9.000 personas que llenaron el Coliseum no fueron solo a ver un espectáculo: fueron a dejarse la voz. Y lo hicieron.

El artista hizo soldout pese a marcar la fecha un domingo a las 21 y solapándose con el partido del Dépor. La expectación era máxima. Tras un año desde la venta de las entradas, los fans, uniformados con camisetas argentinas y del merch del artista completaban los outfits con los falsos tatuajes en la cara imitando a Duki, hacían colas que daban la vuelta al recinto

A las 19 horas se abrieron las puertas, dando lugar a una maratón entre cientos de jóvenes que buscaban ocupar los mejores sitios y estar cerca de su ídolo. Los gritos de reclamo a la voz de «Duko, Duko» cesaron cuando, dos horas y media después, las luces se apagaron. Era el momento.

En cuanto sonó Leitmotiv, aquello se convirtió en una especie de pacto colectivo: nadie iba a quedarse quieto. Conectando con el preludio, salió Duki cantando la primera canción, Nueva Era. No saludó ni pidió permiso, aún tras veinte minutos de retraso. Tampoco le hizo falta, pues el primer verso ya le bastó para que el público respondiera como si se fuera a caer el estadio. 

La misión era clara: treinta temas en dos horas. El primer bloque del concierto estaba dedicado al proyecto que daba nombre al tour. Canción tras canción fue haciendo un repaso con temas como Brindis, Hardaway o Vida de rock hasta llegar al final del álbum y llevar a la gente a Ameri, tema con el que cerró la primera parte del show.

A la presentación de su último proyecto le acompañaban visuales donde dejó ver a artistas que colaboraron en el álbum como Judeline o Wiz Khalifa. Diferentes iconos, juegos de luces, humo y fuego se dejaban ver en una pantalla que envolvía el aura del rapero. Sin embargo, lo más simbólico fue la frase «Si no canto lo que siento, me muero por dentro», de Luis Alberto Spinetta, mito argentino el cual Duki reconoció como ídolo.

Visuales de la canción Barro | Claudia Abeleira

Con el primer tramo acabado por todo lo alto, tocaba mantener el nivel. Solo con el beat de 5202 Type Beat, preludio de su última mixtape, Duki supo mantener la euforia y exaltación que se respiraba en el ambiente. Empezaba el «modo diablo».

Cada tema era un golpe de energía que se alimentaba con la propia del público entre pogos. Todo el estadio saltaba al ritmo de canciones como Rockstar, Si te sentís sola o Goteo. Sus declaraciones a un trap más puro se intercalaban con sus canciones más recientes de 5202 Road Tapes —proyecto que recuerda a sus orígenes—.

El setlist seguía transcurriendo, acercándose al final de un espectáculo que muchos tardarán en olvidar. Pero eso no quedaría ahí. El artista obsequió a los asistentes con nuevas canciones en el tracklist; en este caso con Pintao y Mi chain de roque. Como si fuera el día de Reyes, el público se vino arriba con los regalos.

Duki cantando Pintao en su concierto en A Coruña | Claudia Abeleira

El colofón final lo compusieron sus clásicos, aquellas canciones que todo el estadio conocía. Las voces de los presentes se unieron en coro para cantar She don’t give a fo, Hitboy y Hello Cotto.

Una voz de influencia

Y entre toda esa adrenalina, hubo lugar para los sentimientos. Tanto para quienes lo conocían como para aquellos que acompañaban a alguien, Duki les habló de aquellos temas que escribió «cuando no era lo que soy hoy en día». 

Entre canciones, el argentino quiso lanzar un mensaje a los presentes, especialmente a los más jóvenes. En una sociedad tan apurada, reiteró que «el futuro es lo que más nos acongoja a mi generación, que vivimos con ansiedad». Dejó una reflexión que pareció hablarle a cada uno de los asistentes: «Estén tranquilos, no se preocupen por el futuro (…) Ojalá aprendamos a disfrutar del presente».

Pese a encontrarse todo el rato en el escenario, no quitaba el ojo a su público. Entre ellos, encontró a un niño a quien regaló una gorra que recibió entre lágrimas de sorpresa y felicidad. Cumplió los sueños también Eric, un joven que quería subir a cantar Givenchy. Lo consiguió. Delante de todo el Coliseum, agradeció públicamente a Duki por «ayudarle a salir adelante».

Duki cantando Givenchy junto a un fan en su concierto en A Coruña | Claudia Abeleira

A Coruña, musa para los artistas

Se debe empezar a considerar A Coruña como una de las capitales musicales. Después de que, recientemente, Sabina confesara en su concierto en la ciudad gallega que realizó un Pacto entre caballeros tras ser atracado por dos coruñeses que lo dejaron libre al reconocerlo.

El rapero paró en mitad de Harakiri para hacer una confesión: el tema había sido escrito en A Coruña en su última visita a la ciudad. Y no sería el único, pues reveló que algunas de sus canciones que hacían honor a la gira también nacieron allí. «Sois el papá y mamá de Harakiri y Nueva Era», comentaba el artista entre risas. Y, en honor a la ciudad que le sirvió como fuente de inspiración, modificó ligeramente la letra de algunos de sus temas como Malbec y Givenchy para hacer mención a la capital herculina.

Tras casi dos horas, el «modo diablo» se calmó, poniendo la guinda final a un día festivo. Entre sudor, adrenalina y sonrisas agotadas, quedó claro que aquello no fue un simple concierto.

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