Con más de 200 años de antigüedad, el Museo del Prado se ha convertido en un referente mundial gracias a su extensa colección de obras de grandes maestros europeos como Goya, Velázquez o el Greco. Su inventario está formado por más de 8.000 obras, de las que expone más de 1.000. Se trata de la mejor colección de pintura española del mundo, y se sitúa también entre las más relevantes en pintura italiana y flamenca.
Un total de 3.672.853 personas decidieron visitar las populares colecciones del Prado en 2018. De estas, 2.892.937 lo hicieron en su sede en Madrid y, el resto, asistieron al resto de exposiciones temporales organizadas por este museo en otras ciudades de España y en Japón.
La cifra registrada en la sede central del Museo en el año 2018 se convierte en la mejor de los últimos diez años sin tener en cuenta el elevado número de visitantes que pisaron el Prado en el año 2016, cuando alcanzó su cénit gracias a la exposición temporal de El Bosco con motivo del V centenario del fallecimiento del artista.
Aunque el crecimiento respecto a 2017 fuera mayor para el Museo del Prado –un 2,4%-, ha sido otro museo español el que ha logrado introducirse no solo en el ‘top ten’ europeo, sino también en la lista de los 20 museos más visitados del mundo. La popularidad del Prado puede inducir a confusión, pero lo cierto es que el Museo Reina Sofía de Madrid supera a este primero en la cifra total de visitantes anuales. Durante 2018, el Reina Sofía recibió 3.898.309 visitas de personas que accedieron a la Colección, a las 18 exposiciones temporales que se organizaron o a las diferentes actividades culturales que fueron programadas a lo largo del año.
Del total de visitas, 1.694.296 corresponden a la sede principal (con especial afluencia en el horario gratuito), 1.641.160 al Palacio de Cristal y 562.853 al de Velázquez en el Parque del Retiro.
El del Prado y el Reina Sofía forman, junto a otros museos europeos, uno de los principales atractivos que generan turismo en el continente. La oferta cultural y artística de Europa es de tal magnitud que en el territorio se encuentran muchos de los museos más visitados del mundo, según datos del European Group on Museum Statistics (EGMUS). Este organismo recoge desde el año 2002 las estadísticas de los diferentes museos de la Unión Europea.
El Museo del Louvre, en París, superó en 2018 todos los récords: ningún otro centro de arte había logrado atraer, hasta el momento, a una cifra tan elevada de personas: 10, 2 millones. El museo parisino logró un aumento del 25 % con respecto a la cifra de visitantes del año anterior, de acuerdo al ‘Informe de Asistencia a las Atracciones Mundiales’ realizado por TEA y AECOM. A pesar de que los recurrentes atentados terroristas en la capital francesa produjeran un importante descenso del turismo en el año 2016, el Louvre remontó y, gracias a las 445.000 obras de arte que alberga -35.000 en exposición-, continúa manteniendo su puesto como el más famoso y visitado del mundo. El Museo de Orsay, enfocado en las artes plásticas del siglo XIX, y el centro Pompidou, donde reina el arte moderno, son los otros dos museos más relevantes de París.
Londres, por su parte, cuenta con el segundo museo más importante de Europa, el British Museum, que fue visitado por casi 6 millones de personas en 2018. A pesar de la relevancia del Museo Británico, la cifra de visitantes ha ido descendiendo desde el pasado 2015, probablemente por motivos vinculados al aumento de los atentados terroristas en Reino Unido. En la ciudad londinense destacan también el Tate Modern y la National Gallery, con cifras muy similares de visitantes, que rondan los más de 5 millones de personas al año. En base a las cifras, Londres puede considerarse la capital cultural europea, con un total de cinco museos entre los más visitados del pasado año.
Italia es otro de los países europeos con mayor concentración artística. Los Museos Vaticanos, una sucesión de estancias ricamente decoradas y de espacios museísticos que recogen diferentes épocas históricas, reciben alrededor de 6 millones de visitas anuales. La Galería Uffizi de Florencia, los Museos Capitolinos y la Galería Borghese en Roma, entre otros, forman también parte de la enorme cifra de museos que alberga el país, dando buena muestra de la calidad del arte italiano.