Directores de Goya: Jon Garaño y Aitor Arregi

Jon Garaño y Aitor Arregi.
Jon Garaño y Aitor Arregi codirigen en ‘Handia’ su primer largo común (Foto: Vincent West | REUTERS).

El cine en euskera ha irrumpido en el panorama nacional con muchísima fuerza en el último lustro. Buena culpa de ello la tienen Jon Garaño, Aitor Arregi y Jose Mari Goenaga, un grupo de creadores de origen vasco que, a lo largo de los últimos años, han internacionalizado su forma de ver el mundo. Desde que Goenaga y Garaño unieron fuerzas en 2010 para rodar 80 egunean (En 80 días), han colaborado en constante crecimiento, siempre partiendo de su mutuo acuerdo, de la forma común que ambos tienen de comprender el cine. Después llegó Aitor Arregi para acompañarlos en el guion de Loreak, la obra que los catapultó. Con Handia, los tres han acabado siendo gigantes.

En la película que nos ocupa en este caso, que no es otra que la propia Handia, Aitor Arregi sustituyó por primera vez a Jose Mari Goenaga como acompañante de Jon Garaño en la dirección. Goenaga, pues, pasó a un virtual segundo plano colaborando tan solo en funciones de guionista, un aspecto en el que, en este caso, también echó una mano Andoni de Carlos. De una idea de este último, junto a la ilusión de Garaño por contar la historia del Gigante de Altzo, que desde pequeño lo obsesionaba, nació lo que acabaría siendo Handia.

Jon Garaño nació en 1974 en Astigarraga, un municipio gipuzcoano. Se formó en periodismo y publicidad en la Universidad del País Vasco y cursó estudios de cine en Urnieta. En 2001, con apenas 27 años, montó junto a Goenaga, Arregi y otros compañeros de profesión y formación la productora Moriarty, que desde entonces ha servido como bastón para todos sus proyectos. Como director, se estrenó ese mismo año con el cortometraje Despedida, para dirigir, en 2004 y junto a Aitor Arregi, el documental Sahara Marathon. A lo largo de la siguiente década, fue puliendo su estilo cinematográfico a través de diferentes cortometrajes, desembocando en el documental Perurena, acerca de la tradición vasca del levantamiento de piedras. Se podría decir, de hecho, que Perurena fue el definitivo salto al vacío de Garaño.

Ese mismo año (2010), 80 egunean salía a la luz. Garaño codirigía, junto a Goenaga, el que era su primer largometraje. La cinta recibió, en términos generales, una muy buena acogida por parte de la crítica, que la ensalzó como un film insólito, valiente y lleno de personalidad. En ella, el equipo fundamental ya estaba definido: el compositor Pascal Gaigne a los mandos de la banda sonora; Javier Agirre dirigiendo con delicadeza la fotografía; Mikel Serrano encabezando la dirección artística. Todos han continuado trabajando para Garaño, Goenaga y Arregi desde entonces. No en vano, se enfrentan este año a sendas nominaciones a los Premios Goya (Gaigne ya lo hizo con Loreak).

Tocando techo con la cabeza

El equipo de Loreak.
El equipo al completo de ‘Loreak’, en San Sebastián 2014.

Tras el relativo (ganaron en San Sebastián) pero todavía modesto éxito de 80 egunean, llegó Loreak. En ella, como decíamos previamente, Aitor Arregi acompañó como guionista a sus compañeros de la productora Moriarty. Arregi nació en 1977 en Oñati, otra pequeña localidad de la provincia de Gipúzcoa. Su trayectoria como cineasta comenzó en 2004 con el citado documental Sahara Marathon que dirigió junto a Garaño. Sin embargo, posteriormente su carrera derivó hacia la animación. En este campo codirigió con Iñigo Berasategui dos largos (Glup, una aventura sin desperdicio, en 2004; y Cristobal Molón, en 2006).

Su salto definitivo, al igual que había ocurrido en el caso de Jon Garaño con Perurena, ocurrió en el campo del documental. En 2007, en colaboración con Jose Mari Goenaga, Arregi dirigió y escribió Lucio, un largo que recibió la que sería su primera nominación a los Premios Goya, en la categoría de mejor documental. Posteriormente, tras un receso de unos cuantos años, regresaría con fuerza para coescribir el guion de la aclamada Loreak.

Handia es la cima de la carrera de Garaño y Arregi, la película que los corona como cineastas de verdadera relevancia y continuidad en el panorama nacional. Es, además, la cinta que ha recibido un mayor número de nominaciones a los Premios Goya (un total de trece) y la catapulta definitiva para que el cine que emplea el euskera como lengua principal comience a ser considerado en igualdad de condiciones. De momento, este grupo de cineastas ha dirigido las dos únicas películas en esta lengua que han recibido la nominación para ser la mejor película. Está por ver si también son los primeros en conseguir ganarla.

Adrián Viéitez

Periodista cultural y deportivo. Dulce y diáfano. Autor de 'Espalda con espalda' (Chiado Ed., 2017). Escribo para salvarme de mí mismo.

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