Si celebrase su día con el clásico apple pie, el maestro de las letras inglesas tendría que ingeniárselas para colocar en ella 213 velas
Charles Dickens nació en 1812 el día 7 de febrero y falleció el 8 de junio de 1870, en Reino Unido. Fue uno de los grandes escritores de la época victoriana. Su infancia dura forjó su carácter trabajador y disciplinado. El encarcelamiento de su padre cuando solo tenía 12 años impulsó su temprana incorporación al mundo laboral, empezando por el trabajo de fábrica. Su tesón y esfuerzo lo llevaron a prosperar hasta llegar a ser corresponsal parlamentario en The Morning Chronicle.
Invitados icónicos de cumpleaños
Pero, si Charles Dickens siguiese con vida hoy: ¿cuáles de sus personajes serían invitados a su celebración? Puede que su hijo predilecto fuese uno de los primeros en recibir la invitación, David Copperfield. Se dice que él llegó a ser su alter ego, por reflejar la dureza de su infancia y su anticipada incorporación al trabajo, en fábricas o despachos de abogados, pero también teniendo el sueño de ser un escritor. Este personaje celebra hoy también sus 175 años de existencia. Conoció el mundo en 1850 cuando se publicó la obra, año en el que Dickens tenía 38 años. David Coppperfield llegó a ser su libro predilecto, porque sus personajes mostraban en sus páginas heridas con las que el autor creció. Es, en parte, una autobiografía enmascarada en forma de novela.
“Estas páginas deben demostrar si llegaré a ser el héroe de mi propia vida o si ese puesto lo ocupará alguien más”
David Copperfield
Un día especial como el 7 de febrero podría ser la excusa perfecta para que el pequeño huérfano abandonase el mundo de la miseria y la hipocresía, para celebrar los 213 años de su creador. No cabría duda de que, viniendo de un entorno tan complejo, solo hay un chico que sabría apañárselas sorteando las peripecias de su viaje para reunirse con el resto de personajes del escritor, ese es Oliver Twist. Fue en 1838, cuando Charles Dickens tenía 26 años, cuando hizo pública su obra, por lo que el pequeño Oliver Twist cumpliría 187 años.
Por la reticencia que mostraría a la invitación del autor, puede que el protagonista de Cuentos de Navidad, Ebenezer Scrooge, fuese el último en ser invitado. Su carácter amargado y solitario le impulsaría a rechazar la oferta y a evitar la celebración para seguir trabajando en su empresa y acumulando riqueza. Pero tal vez si los fantasmas del Pasado, el Presente y el Futuro fuesen invitados también, todo cambiaría. Fue en 1843 cuando el representante del espíritu de la Navidad, o más bien su opuesto, entró en los hogares de los ingleses.
La casa de Charles Dickens de Londres
Si siguiese con vida Dickens, quién sabe cuál sería el lugar que elegiría para celebrar su 213 cumpleaños. ¿Y si fuese su casa de Londres en el distrito de Holborn? La misma que celebra, este 2025, el centenario desde que abrió por primera vez sus puertas al público. La misma en la que el autor vivió tres años de su vida, de 1837 a 1839. La misma en la que ideó a uno de sus personajes más reconocidos, Oliver Twist.
Además, expone obras por primera vez: su álbum de poemas de amor, escrito cuando todavía tenía 18 años, y que fue conservado por su destinataria Maria Beadnel. Alberga también objetos personales, a través de los cuales se puede conocer más en profundidad la intimidad del escritor, como plumas, cartas, muebles, cuadros y manuscritos. Esta casa, de estilo georgiano y de cuatro pisos, podría ser el lugar ideal para esta celebración.
Clásicos de la literatura
Charles Dickens será recordado por ser uno de los grandes escritores de la literatura inglesa victoriana, por haber engendrado icónicas obras como David Coppperfield (1850), Cuentos de Navidad (1843), Oliver Twist (1838), Tiempos difíciles (1854) y Grandes esperanzas (1861). Libros que, con el paso de los años, son y envejecerán como clásicos de la literatura.