Oliver Twist, David Copperfield, Mrs. Gamp, Micawber… ¿qué tienen en común todos estos personajes literarios? A priori, entre ellos no pueden ser más dispares. Sin embargo, todos nacen de una misma pluma, de una misma imaginación, de un mismo autor: Charles Dickens. Hoy, 205 años después de su nacimiento, este literato inglés sigue gozando de la misma popularidad que obtuvo durante el siglo XIX.
Hijo del matrimonio formado por John Dickens, oficinista de la Pagaduría de la Armada en el arsenal del puerto de Portsmouth, y de Elizabeth Barrow, Charles Dickens nació un 7 de febrero de 1812, en Landport, perteneciente a la ciudad de Portsmouth (Hampshire).
Cuando el pequeño Charles contaba con tan solo dos años, la familia se trasladó a Londres. Tres años después, volvían a mudarse, esta vez a Chatham (Kent). Su madre, que era de clase media, tenía que lidiar con un marido que siempre arrastraba deudas por su tendencia al despilfarro.
Fue a los nueve años cuando Charles comenzó a recibir educación. De hecho, lo que precisamente le reprocharían los críticos literarios en el futuro sería su escasa formación, ya que consideraban que el literato era excesivamente autodidacta.
Después de acudir a una escuela en Rome Lane, estudió Cultura en la escuela de William Gile, un graduado por la Universidad de Oxford. En esa etapa, Dickens pasaba muchas horas fuera de casa y ocupaba el tiempo leyendo. Le encantaban las novelas picarescas, como Las aventuras de Roderick Random y Las aventuras de Peregrine Pickle de Tobias Smollet, y Tom Jones de Henry Fielding. Las novelas de aventuras, como Robinson Crusoe y Don Quijote de la Mancha, también se encontraban entre sus favoritas.
Una infancia infeliz
Con 11 años vivía con su familia en Camden Town, que por aquella época era uno de los barrios bajos de Londres. Su infancia no fue idílica, más bien al contrario, de hecho, él decía de sí mismo que fue un «niño muy pequeño y no especialmente cuidado».
Su padre seguía arrastrando deudas y llegó a ser denunciado, por lo que terminaron encarcelándolo en una prisión de deudores de Marshalsea (Londres). Este suceso influyó en la vida del escritor, pues la mayor parte de la familia se trasladó a la cárcel para vivir con el señor Dickens, aunque Charles fue acogido en una casa de Little College Street y acudía los domingos a visitar a su padre.
En 1824, cuando tenía 12 años, su familia consideró que ya era lo suficientemente mayor y Charles empezó a trabajar, durante diez horas al día, en una fábrica de betún para calzado. Con los seis chelines semanales que ganaba, debía pagar su hospedaje y ayudar a su familia.
Poco a poco, parecía que la situación iba mejorando. Su padre logró salir de la cárcel y, además, heredó 450 libras al morir su madre, abuela paterna de Charles. A pesar de esta mejoría económica, la madre del futuro escritor seguía firme en su decisión y deseaba que su hijo siguiera trabajando. Desempeñar ese duro trabajo durante tantas horas al día influyó en sus creaciones literarias, pues dedicaría gran parte de su obra a denunciar las condiciones infrahumanas de la clase proletaria.
Su andadura periodística
En 1828 empezó a colaborar como reportero en el Doctors´ Commons. Más tarde, escribía como cronista parlamentario en el True Sun. Seis años después, el Morning Chronicle lo contrató como periodista político, donde debía informar sobre debates parlamentarios y cubrir campañas electorales.
Desde 1836 hasta 1839 pasó a ocupar el cargo de editor del Bentley´s Miscellany. Además de estos medios, también colaboró con el Household Words y All the Year Round.
Vida personal
El 2 de abril de 1836 se desposó con Catherine Thompson Hogart y la pareja estableció su residencia en Bloomsbury. Tuvieron diez hijos: Charles Culliford Boz, Mary Dickens, Kate Macready, Walter Landor, Francis Jeffrey, Alfred DÓrsay Tennyson, Sydney Smith Haldimand, Henry Fielding, Dora Annie y Edward Bulwer Lytton.
Sus obras imprescindibles
A lo largo de su vida, Charles Dickens publicó casi una veintena de títulos. Repasamos aquí algunos de los más conocidos:
- 1836-1837, Los papeles póstumos del Club Pickwick: novela por entregas, es la primera obra publicada por Charles Dickens. El protagonista, el anciano caballero Samuel Pickwick, es el fundador del Club Pickwick. La historia se centra en sus aventuras junto a sus amigos durante un viaje alrededor del mundo.
- 1837-1839, Oliver Twist: al igual que su primera obra, Oliver Twist también se publicó por entregas. Oliver, el protagonista, es un niño que vive en un orfanato y sufre hambre continuamente. Viviendo aventuras, el pequeño se ve inmerso en el Londres marginal de la época y se encuentra en medio de una banda de muchachos carteristas. La suciedad, la pobreza y la delincuencia son descritas con suma claridad.
- 1838-1839, Nicholas Nickleby: narra la vida y aventuras de Nicholas Nickleby, un joven que debe ayudar económicamente a su madre y a su hermana debido a la muerte de su padre. Ralph, el tío del
protagonista, es el antagonista de la obra, ya que infravalora a Nicholas y cree que es un inútil.
- 1843, Cuento de Navidad: novela corta que cuenta la historia de Ebenezer Scrooge, un hombre avaro y egoísta que se transforma tras ser visitado por varios fantasmas en Nochebuena.
- 1849-1850, David Copperfield: historia contada casi en su totalidad desde el punto de vista de un narrador en primera persona, el propio David Copperfield. El protagonista cuenta, desde que nace hasta que muere, cómo es su vida.
- 1854, Tiempos difíciles: ambientada en Coketown, ciudad ficticia del norte de Inglaterra, la novela muestra cómo viven la industrialización tanto la clase proletaria, que cree que el trabajo es el único modelo de vida, como la clase alta, que controla las fábricas y abusa de los obreros.
- 1859, Historia de dos ciudades: ambientada en Londres y París a principios de la Revolución Francesa. La ciudad británica simboliza la paz, la tranquilidad y el orden, mientras que la capital francesa transmite agitación y caos, propios de los tiempos que se avecinan.
- 1860-1861, Grandes esperanzas: Phillip Pirrip, un huérfano aprendiz de herrero que anhela convertirse en un noble caballero, describe su vida desde su infancia hasta su madurez. La obra mezcla experiencias del entorno social de Dickens.
El 8 de junio de 1879 sufrió una apoplejía y, sin haber recuperado la consciencia, falleció al día siguiente. Su deseo era ser enterrado en la catedral de Rochester, cercana a su domicilio, y quería un funeral barato, sin ostentaciones y privado, sin embargo el cuerpo de Dickens reposa en la Esquina de los Poetas de la Abadía de Westminster.