ÁNGEL O DEMONIO

¿Quién dijo que en España no se sabe hacer series de ciencia ficción, misterio o fantasía? Parece que poco a poco vamos avanzando e incorporando a las series elementos que hasta hace bien poco aquí no se tocaban. Hay alguien ahí fue una de las primeras series españolas en tratar el tema de lo paranormal con resultados más que decentes, por lo menos en su primera temporada, porque la segunda es mejor olvidarla. Tras ésta llegaron Los protegidos y más recientemente El barco, ambas muy bien recibidas tanto por público como por crítica. El último intento de llevar la ciencia ficción a una nueva serie nacional ha sido Ángel o demonio, que tras varios retrasos por fin se ha estrenado. Aunque en un primer momento se iba a emitir en Cuatro, ha sido finalmente Telecinco la que se la ha quedado tras la fusión de las dos cadenas.

Àngel o demonio cuenta la historia de Valeria (Aura Garrido), una chica de 17 años que, de la noche a la mañana, descubre que es un ángel y que tiene una misión en la vida: luchar contra las fuerzas del mal, lo que incluye poner remedio a los continuos problemas que causan los demonios en la Tierra y evitar convertirse en un ángel caído, que es lo que éstos quieren. Para cumplir su objetivo, Valeria cuenta con la única ayuda del que parece ser su maestro, Natael, que le ayuda en su misión.

La trama principal, ya de por sí lo suficiente atractiva, se ve reforzada por varias secundarias que aportan dinamismo a la historia. Como toda serie enfocada al público juvenil, no podía faltar la historia de amor, todavía bastante verde, que parece que van a protagonizar Valeria y su compañero de clase Damián. Pero, además, aparecen temas muchos más duros y escabrosos que lo mismo podrían interesar a un público más amplio, como la violencia doméstica, el bullying escolar o el suicidio adolescente, que dieron lugar a algunos de los momentos más tensos (y entretenidos también, la verdad) del primer capítulo.

En cuanto a los personajes, hay de todo. Valeria y Natael parecen un tanto sositos teniendo en cuenta la importancia de sus papeles. Mucho más atractivos resultan los demonios. Y es que resulta impagable ver a una enorme Mar Saura, tremenda, robar en un supermercado, tener una aventura con un maltratador y persuadirle para que mate a su familia o confesar en una Iglesia que ha mantenido relaciones sexuales como satisfactorias con un cura. O a un morboso Jorge Suquet, que tiene todas las papeletas para convertirse en el sex symbol de la serie, aportando un toque de humor negro; o a Carmen Sánchez, a quién conocimos en la segunda temporada de Acusados, interpretando a un demonio de 600 años oculto en el cuerpo de una niña pequeña que da bastante mal rollo. No es que sea Esther la huérfana pero en la escena en la que se le tiñen los ojos de negro dio bastante cosita.

En definitiva, parece que Ángel o demonio reúne atractivos y buenas ideas suficientes como para hacer una serie digna y entretenida. Está claro que un par de episodios  no son suficientes para valorarla en su conjunto, pero si que son una buena muestra de lo que ésta puede llegar a ser. Y de momento, con sus aciertos y sus fallos, parece que promete.

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