La crisis del Covid-19 ha supuesto la necesaria cancelación a nivel mundial de eventos multitudinarios de toda índole. En el ámbito de la exhibición cinematográfica, el aplazamiento del Festival de Cannes, cuya inauguración estaba prevista para el pasado 12 de mayo, es quizá el acontecimiento más representativo: dada la situación de riesgo sanitario, el festival más importante del mundo ha debido cancelar su 73ª edición, decidiendo finalmente no ofrecer una posible alternativa virtual a las proyecciones previstas. Y es que, según ha asegurado su director, Thierry Frémaux, «un festival ‘online’ de cine no es un festival”.
Como contrapunto al caso de Cannes, festival de cine por excelencia al que la pandemia no ha hecho favor alguno –o, en terreno patrio, el de Málaga, que se canceló el pasado mes de marzo–, bien podría situarse el D’A Film Festival de Barcelona, una pequeña muestra de cine independiente que finalizó el 10 de mayo y cuya estrategia de exhibición online articulada este año, a través de la plataforma Filmin, no solo le ha facilitado sortear el bache de la crisis sanitaria, sino que ha terminado por favorecer su difusión y accesibilidad.
Un festival de humildes dimensiones que, si bien ha debido reducir su muestra en esta novena edición a la hora de dar el «salto digital» –45 películas frente a las más de 100 que iban a componer la edición presencial–, ha crecido enormemente en popularidad gracias a una propuesta de exhibición virtual de la que se han hecho eco medios generalistas y especializados de todo el país, logrando adentrarse en los hogares del público potencial y alcanzando una ‘afluencia’ muy superior a la que hubiese logrado en una edición física.
Resultados que, desde luego, invitan a la reflexión: la crisis del coronavirus, un tremendo varapalo para la industria del cine que, encadenada a la proliferación de plataformas VOD en los últimos años, refuerza todavía más la necesidad de repensar las posibilidades de la exhibición cinematográfica en estos tiempos de nuevos canales y, por extensión, nuevos espectadores y exigencias.
