‘Es mi esperanza que la fotografía entre en las filas con todas las demás artes, y que con sus infinitas posibilidades, hagamos cosas más raras y más fascinantes aún que el más fantástico de los sueños’ Alvin Langdon Coburn
Medias luces, un silencio sepulcral, tensión en el ambiente y ojos observadores por todos lados. En una exposición fotográfica cualquiera, una pieza llama la atención. Nos acercamos y la vemos. Es una fotografía simple, un paisaje bañado por una capa de nieve, no hay más. Entonces, ¿por qué es tan especial? Tras observarla nos ponemos a investigar un poco.
En la placa pone que se llama ‘Winter Shadows’ y su autor es Alvin Langdon Coburn (1989, Boston, Massachusetts). Muchos no lo conocéis, pero fue un pionero de la fotografía moderna. Pictorialista, simbolista, realista e innovador, al fin y al cabo. En Coburn observamos un claro desarrollo profesional. Empezó con paisajes naturales, probó con retratos y terminó fotografiando la industrialización. Experimentó en todo momento, lo que le llevó a desarrollar puntos de vista con los que se adelantaría más de una década a los encuadres característicos de la ‘Nueva Objetividad’. También experimenta con la abstracción y el vorticismo, llegando así a un nivel de irrealidad en sus piezas poco visto en la época.
Esto hace que comprendamos mejor esta fotografía, un auténtico trabajo vanguardista. A primera vista no existen protagonistas en esta obra. Los árboles se mantienen en un segundo plano. Sin embargo, observad mejor. Las sombras, siempre obligadas a permanecer detrás, toman el control y se posicionan en primer plano. Además, una de ellas serpentea, como si se negara a reflejar la verdadera forma del tronco. Todo este trabajo fue algo poco frecuente para la época, pues data de 1901. Desproporción, soledad, desequilibrio y tristeza es lo que nos transmite esta pieza. Sin embargo, no podemos dejar de mirar. Quizás tengamos la esperanza de que nuestros ojos la traspasen y podamos ver qué se oculta tras esos árboles del fondo.
Una obra maestra de un genio olvidado que al final de su vida dejó la fotografía para retirarse a un convento de Gales y alcanzar la paz espiritual. Alvin Langdon Coburn, un artista e intelectual con alma misticista que vio la realidad en su estado más puro y decidió cambiarla mediante la fotografía.