Si hablamos de arte, sin duda, tenemos que hablar de Florencia. La capital de la Toscana italiana es una de las ciudades que más arte acoge por metro cuadrado en la actualidad. Conocida como la ciudad del Renacimiento, fue fundada en el año 59 a.C por parte de los romanos, que la llamaron Florentia. Alcazó su época de mayor esplendor durante el Renacimiento con la instauración del Gran Ducado de Toscana bajo el poder de la dinastía Médici, formada por grandes mecenas patrocinadores de científicos y artistas de la época.
Desde entonces y hasta hoy ha sido la ciudad del arte por excelencia. Fue lugar de estancia de reconocidos nombres que son ahora de gran importancia dentro de la Historia del Arte, artistas como Boticelli, Donatello, Masaccio, Miguel Ángel, Da Vinci o Rafael. En el año 1982, su centro histórico fue reconocido como Patrimonio de la Humanidad y es uno de los destinos más deseados por cualquier viajero.
En 1817 el escritor francés Stendhal viajó a Florencia y visitó, entre otros muchos rincones de la ciudad, la Basílica di Santa Croce y tras ello escribió: «(…) me latía el corazón, la vida estaba agotada en mí, andaba con miedo a caerme». Estas declaraciones del autor fueron estudiadas por psicólogos de la época y tras contrastar con varios casos similares a los del escritor, diagnosticaron el «Síndrome de Stendhal», el cual es el que padecían algunas personas tras observar la belleza de las obras que acoge la ciudad.
Por todos estos motivos os hemos seleccionado una lista de lugares indispensables que es de deber visitar si viajas a esta singular ciudad.
Galería Uffizi
Se trata de un palacio y museo que posee una de las colecciones de arte más famosas y antiguas del mundo. Es la pinacoteca más concurrida de toda Italia y recibe alrededor del millón de visitas cada año. En ella residen diversas obras que son reconocidas y de las más importantes que se conservan en la actualidad. Entre ellas podemos destacar El nacimiento de Venus (1484), de Botticelli; La Anunciación entre los santos Ansano y Margarita (1333), de Simone Martini; la Sagrada Familia (Tondo Doni) (hacia 1506), de Miguel Ángel o La Virgen del jilguero (hacia 1506), de Rafael Sanzio, entre otras muchas más obras pictóricas y escultóricas pertenecientes al Renacimiento.
En la propia página web de la galería se puede comparar las diferentes tarifas disponibles y los horarios de cada temporada.
Galería de la Academia
Esta galería es la segunda más conocida de la ciudad. En ella también está recogida una de las más famosas y amplias colecciones de pintura y escultura que se conservan actualmente. Su obra más importante es el David de Miguel Ángel que fue en 1873 fue trasladado desde la Plaza de la Señoría.
Aquí os dejamos un enlace web donde poder consultar tarifas y horarios.
Plaza de la Señoría (Piazza della Signoria)
Se trata de la plaza central de la ciudad. En ella se encuentra el Palazzo Vecchio, sede del poder civil y frente a él se disponen varias esculturas de gran tamaño que presiden la plaza. Entre ellas se encuentra la copia del David de Miguel Ángel y la Fuente de Neptuno. También en esta plaza se pueden apreciar otras esculturas de menor tamaño pero de igual importancia y reconocimiento como Perseo con la cabeza de Medusa de Cellini, una de las obras cumbre de la escultura manierista italiana y fabricada en bronce.
Puente Vecchio
Florencia está divida en dos partes, en dos orillas que se disponen en torno al río Arno. Diferentes puentes unen un lado de la ciudad con el otro, pero el más conocido y transcurrido es, sin duda, el Puente Vecchio. Se trata de una construcción medieval y uno de los pocos habitados que se conservan. Dar un paseo por él se traduce en poder apreciar numerosas tiendas de joyas y accesorios de valor con siglos de historia detrás. Además, sobre él fue construido por orden del Gran Duque Cosimo I de Medici un corredor secreto para el paso de él y su familia desde el Palacio Vecchio hasta el Palacio Pitti.
A modo de curiosidad, existe una leyenda que se ha mantenido hasta la actualidad sobre la Segunda Guerra Mundial. Todos los puentes de la ciudad florentina fueron destruidos por las fuerzas armadas de la Alemania nazi, pero el puente Vecchio se mantuvo ileso a petición de Adolf Hitler, quien una vez visitó la ciudad años atrás y quedó prendado de la nobleza de esta construcción.
Palacio Pitti
Este palacio renacentista es otra de las grandes galerías de arte de la ciudad. Se encuentra ubicado en la orilla opuesta del río Arno diferente a todos los lugares mencionados hasta ahora. A principios del siglo XX todo el palacio y lo que había en su interior fue donado por Victor Manuel II de Italia al pueblo italiano. En él, además de obras pertenecientes al Renacimiento, podemos encontrar algunas otras del siglo XIX y principios del XX.
Para conocer tarifas y horarios, tenéis el enlace aquí.
Catedral de Santa María del Fiore
Esta catedral es una de las obras arquitectónicas más importantes del arte gótico y del primer Renacimiento italiano. Fue símbolo de riqueza y de poder de la ciudad durante los siglos XIII y XIV. Su nombre quiere decir «Santa María de la Flor», lo que se puede relacionar con el lirio, que era el emblema de Florencia; aunque también existe la idea de que la palabra «flor» se refiere a «Cristo».
Su fachada no pasa desapercibida y frente a ella se encuentra el Baptisterio de San Juan, reconocido por estar enriquecido con las famosas puertas de bronce de Ghiberti. En el interior de la catedral hay numerosas obras de arte, pero sin duda la más impactante es la cúpula principal del edificio, obra del arquitecto Filippo Brunelleschi, que fue decorada con frescos de Giorgio Vasari.
Basílica de Santa María Novella
Es una de las iglesias más importantes de la ciudad. Su fachada, junto con la de la catedral de Santa María del Fiore, es una de las obras cumbres del Renacimiento italiano. En su interior se pueden encontrar también algunas obras de arte, entre ellas muy destacada La Trinidad, del artista Masaccio.
Este es el enlace web donde podéis consultar tarifas y horarios.
Y hasta aquí nuestra guía. La realidad es que el simple hecho de pasear y perderse por esta ciudad y admirar sus edificios y numerosas obras de arte al aire libre hacen de Florencia todo un museo gratuito para cualquier transeúnte. Sus calles centrales son en su mayoría peatonales y esto facilita mucho su visita a pie, sin necesidad de transporte público. Os invitamos, si algún día tenéis la oportunidad, a no desaprovecharla y conocer esta bella ciudad, hogar del arte.
