Un pervertido fenómeno de masas

esposas

Quién le iba a decir a la mediocre presentadora de televisión E. L James (traducida al español por la Ed. Grijalbo) hace cosa de un año, que se convertiría en una de las 100 personas más influyentes del 2012 según Times. Pues bien, así es, con su trilogía erótico-festiva: 50 sombras de Grey, la ‘escritora’ inglesa ha conseguido desbancar a su compatriota J.K Rowling como la autora viva más vendida.

Un sinfín de curiosidades, y barbaridades también, rodean a estos libros: lo han calificado de ‘porno para mamás’, del detonante de un nuevo baby boom en EE.UU, del culpable de más de un divorcio y lo han retirado de determinadas bibliotecas públicas americanas.

Pero, ¿a qué se debe todo este revuelo? Intentemos entender este gusto por las fuerzas sexuales masculinas desde sus orígenes. La dominación impura en la literatura se remonta a 1897 con Bram Stocker y su Drácula, ese ser maligno que obligaba al resto de personajes a entregarse a él sin oponer resistencia. Evidenciaba así las fantasías de poder y dominación de la sociedad inglesa victoriana y permaneciendo en el subconsciente de todos nosotros como ese ser dionisiaco capaz de todo. Más adelante, ya en nuestro siglo, esta dominación ha estado presente en el cine desde los años 20, pero no fue hasta los 60, con cineastas como Luis Buñuel o Jesús Franco cuando esto se hizo latente. A partir de aquí las puertas de la perversión y del placer quedaron abiertas.

Y retomando los vampiros, no podemos olvidar la más vomitiva de todas las sagas: Crepúsculo, pero esta sí, en una versión mucho más light que apuesta por la virginidad hasta el matrimonio.

Pero 50 sombras de Grey es algo más y algo menos que todos los ejemplos citados. Más perversión, más sexo, más explícito; menos calidad, menos literatura. Las escenas tórridas son repetitivas y similares, dejando la trama poco elaborada más que apartada. Un final esperado y unos personajes demasiado prototípicos. Si de verdad toda esa cantidad de mujeres se han sentido excitadas en algún momento con estos libros, tenemos un problema en cuanto a educación sexual se refiere en este continente.

Pero como era de esperar, Hollywood no se conforma con todo esto, y ya se espera para este año la llegada de la versión cinematográfica de la mano de Universal Pictures. Una película que seguro retomará los famosos dos rombos de los años 70.

 

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