UNA MAÑANA EN ARCO

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Las plumas teñidas de rosa que rodeaban los tobillos de la baronesa, se movían al son de los decididos pasos que ésta daba al dirigirse, junto al conservador jefe del museo que ya todos conocemos, allá hacia donde su olfato artístico quisiera que les llevase. ¡Quién sabe a interesarse por qué y para cuál de sus colecciones! Lo único que pude intuir fue el interés y decisión con la que éstos caminaban. Ellos sabían bien hacia dónde iban, ¡grata sabiduría¡ yo lo único que sabía era que acababa de pisar por primera vez la Feria Internacional de Arte Contemporáneo más importante de mi país.

ARCO había sido siempre para mí, desde la ignorancia, un espacio idílico en el que la inhalación procedente del arte, y de sus manifestaciones más recientes, había de envolver el espíritu de todo aquel amante del mismo. Pero tras levantar mi mirada de los aderezados tobillos de la baronesa y comprobar la frescura de sus andares, tuve la sensación de encontrarme en un inmenso almacén inundado de casetas en las que igual que se exponían obras de arte, bien podían haberse expuesto muebles, prendas de vestir o bisutería de la más variada calidad; cualquier tipo de género a la venta destinado al fin y al cabo. La misma sensación tuve que cuando entras a unos grandes almacenes y no sabes dónde poner tu mirada, detenerte o dirigirte, pues el despliegue de “productos” era tal, que era imposible abarcar en su totalidad, ni incluso siquiera disfrutar de aquellos que parecían más interesantes.ARCO

Cuadros apoyados en el suelo, “trastiendas” provisionales a punto de confundirse con los espacios de exposición, y obras expuestas junto a otras con las que nada tenían que ver, crearon una especie de fatiga en mí que no es usual cuando con el arte me afano a disfrutar, pues esta falta de unidad genera una especie de diálogo inconexo, difícilmente benevolente con la mirada de aquel cuyo interés no sea el de adquirir obra alguna, sino únicamente el de hacerse una idea de las tendencias del arte del momento y, como siempre con el arte, hallar placer estético.

Pero como no es éste el propósito que parecen perseguir eventos de esta índole, tengan que ver con automóviles o con obras de la más alta calidad artística, dejémonos de apreciaciones singulares, y ciñámonos a dar unas pequeñas pinceladas de la importancia y de los méritos de los mismos, tan alabables como los de cualquier evento en el que no sea hacer negocios el único fin, sino también la creación de espacios de unión y aliento del multiculturalismo que nos preside. De espacios de unión e interrelación entre diferentes puntos geográficos del planeta, en un mundo que tanto necesita unirse, aunque sólo sea en la fachada, como recursos económicos para salvar las dificultades que le acechan.

ARCOPor 69, 7 millones de euros se vendió la obra de Picasso titulada Nude, Green Leaves and Bust en la sede de Christie’s de Nueva York el pasado mes de Mayo; “por el precio más alto alcanzado por una obra de arte en la historia”. Y por cerca de 40 se vendió una de Giacometti… En Arco no había ninguna obra ni de Picasso ni de éste último, pero sí alguna de Tapies, de Millares, de Chillida o de Palencia, que esperemos no se hayan vendido por esas cifras, si es que, “en una sociedad en crisis” han conseguido venderse. Parece pues, que en momentos difíciles, el arte se ha tornado en una inversión segura, y su mercado, según algunos expertos, en el pasado año “ha batido records”. Pero, a la espera de los resultados obtenidos en la feria, por el momento no podemos limitarnos sino a ser positivos y a centrarnos en las posibilidades que ésta brinda a artistas y galeristas de mostrar su obra, a coleccionistas de cubrir vacíos en sus colecciones, y a amantes del arte en general, de ponerse al día en el estado más reciente del arte contemporáneo.

Con un programa renovado y actividades especiales para conmemorar sus treinta años de vida, el Comité Organizador de ARCO 2011 ha realizado una selección de galerías procedentes de veintiséis países, que han expuesto tanto obra perteneciente a las vanguardias históricas, como clásicos contemporáneos y arteARCO actual. Una selección tan variada en el color de su origen, como variada la naturaleza de las obras que contenía, entre las que se contaba pintura, escultura, instalaciones, fotografía, vídeo, new media, dibujo y grabado, siendo patente no obstante la preeminencia de la primera. Pero tanto o más interesante era la existencia de una serie de programas comisariados de cierto trasfondo: “Sólo Projects: Focus Latinoamérica”, “Opening: Jóvenes Galerías Europeas” y “Focus Rusia” son los referidos.

“Cuatro proyectos ponen de manifiesto las dinámicas de desplazamiento e intercambio que han marcado gran parte de la producción artística en América Latina”, “una producción conformada por algunos de los imaginarios que suelen ser asociados a la región, en cuanto se inscriben dentro de las narrativas históricas que han marcado el desarrollo histórico de la misma”, se detecta en “Sólo Projects: Focus Latinoamérica”.

Diecinueve galerías de nueve países diferentes han ofrecido una panorámica del arte contemporáneo más joven del viejo continente en “Opening: Jóvenes galerías europeas”, un programa que, con especial atención a las emergentes, ha invitado a participar a galerías europeas que cuenten con una antigüedad inferior a ocho años, y en cuya selección se constata la forma en que, dependiendo de su lugar de origen, ARCOlas galerías se centran más o menos en “exponer el propio contexto y dirigir sus esfuerzos a la comunicación el mismo”.

Y por último, “la evolución que las galerías rusas de arte contemporáneo están viviendo, así como la fuerza de un mercado artístico emergente con un enorme potencial, que ha experimentado un gran crecimiento desde la disolución de la Unión Soviética”, es lo que el programa “Focus Rusia”, en honor al país invitado de esta edición, ha pretendido mostrar. En un intento de transmitir la actualidad artística del país y de proporcionarle una amplia repercusión en Madrid, este proyecto ha coincidido además con el “Año Dual Rusia-España, “que contará con más de trescientos proyectos e iniciativas en ambos países para acercar ambas culturas en diversos ámbitos como el del arte, la economía, la ciencia y la educación, siendo el objetivo principal identificar y trabajar en aquellos sectores y temas cuyo fortalecimiento y desarrollo pueda contribuir a cambiar las relaciones entre ambos países”.

Si el arte es capaz de dar fuerza a iniciativas como ésta, y las ferias de servir como plataformas de creación de lazos entre diversos puntos del planeta, y como espacios de reflexión sobre la sociedad en la que vivimos, quizá el precio que ha de pagar la contemplación estética y la pérdida de “aura” de la obra de arte al exponerse en lugares como éstas, merezca la pena. Quizá entonces, y no sólo por haber visto algunas obras de arte de calidad, también lo haya merecido perderme entre las “casetas” del Ifema y, por supuesto, ver las plumas de la ilustre y honorable benefactora del arte zascandileando entre las mismas.

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