Peter Pank, Bardín el superrealista, el Gigante Blanco, Licantropank, portadas de discos, cuentos y sueños. Hechos, dichos y andanzas que han salido de la mano de Max (Francesc Capdevila) y que se convierten en reflejo de casi cuarenta años de la historia de la novela gráfica, el cómic y el tebeo de nuestro país. Una rama de la literatura, a caballo con el arte, que no ha sido del todo reconocida en la cultura española. Por eso el Instituto Cervantes, uno de los principales difusores de la cultura en español en el mundo, quiere hacer un homenaje a este mundo a través de la exposición “Max. Panóptica. 1973-2011”. Es la primera que la sede madrileña dedica a un autor de cómic en solitario.
La exposición permite acercar a propios y profanos a la labor de este artista, aunque él se considera un dibujante sin más, en una visita hilada finamente a través de las décadas en las que creó y sigue creando. Un artífice en libertad no va a permitir que una exposición “homenaje” lo retire, quizás por eso ha decidido titularla “panóptica”. Más que una retrospectiva es una visión global. Y en este giro de cabeza de 360º nos ha abierto las puertas de sus secretas referencias, su biblioteca privada de creación y los hitos culturales (sobre todo literarios y cinematográficos) que forman parte de la personalidad de sus personajes.
La obra de Max tiene el punto macarra, transgresor, a flor de piel. Muchos de nosotros somos hijos de los hijos del punk. Nuestros padres nos introdujeron en el mundo del cómic y del tebeo a través de Asterix o de Mafalda, pero cuando consideraron que teníamos el gusto lo suficientemente refinado, nos permitieron adentrarnos en su mundo de revistas guardadas. Pilas de papeles, archivadores repletos de tiras cómicas, cuentos atípicos con una profunda carga política y crítica. El Víbora, el Papus o el Jueves (la revista que primero salía los viernes para luego llenar los kioscos los miércoles) pasaron a ser referentes también de sus hijos. Es la herencia perfecta que muchos querían dejar. 
– Cuándo: desde el 22 de febrero hasta el 13 de mayo.
– Dónde: Instituto Cervantes. Alcalá, 49. Madrid.
(Además de la exposición, el Instituto Cervantes quiere ampliar el homenaje a los comiqueros y los novelistas gráficos con tres mesas redondas, que reunirán a algunos de los grandes nombres de nuestro cómic junto a escritores y periodistas: Borja Crespo, Santiago Valenzuela, Mireia Pérez, Max y Pere Joan (29 de febrero); Óscar Palmer, Felipe Hernández Cava, Bartolomé Seguí, Antonio Altarriba, Kim y el editor Fernando Tarancón (21 de marzo); y Pepo Pérez, Paco Roca, Cristina Durán, Miguel Ángel Giner y Miguel Gallardo (12 de abril). También un maratón de cine el 27 de abril y una serie de visitas guiadas de la mano de Hablarenarte.)
