Marzo. 1991. Una fecha señalada en el calendario para la lengua y la cultura españolas. Han pasado ya tres décadas desde que se publicara el decreto de fundación del organismo cultural más importante para la comunidad hispanohablante, el Instituto Cervantes. Desde Cultura Joven hemos tenido la oportunidad de realizar un recorrido para conocer la historia de esta institución y celebrar este especial aniversario.
Bajo el mandato de Felipe González y el máximo apoyo de los reyes de España, el Cervantes nació como promotor universal del estudio del español y el fomento de la cultura, no solo española, sino de todo el mundo hispano. Desde su fundación, el número de hispanohablantes ha ido creciendo notablemente a lo largo del tiempo, tal y como refleja la presencia del Cervantes en el mundo. En su trigésimo aniversario, el Instituto puede presumir de estar presente en todo el globo. En 88 ciudades de 45 países, el Instituto impulsa el uso del español a lo largo de los cinco continentes.
El nº49 de Alcalá, el edificio Cervantes y mucho más
El Instituto, dirigido actualmente por el poeta Luis García Montero, tomó el número 49 de Alcalá como su sede central en 2006. A partir de entonces, se conocería como edificio Cervantes, pero ya desde muchos años atrás había sido una localización destacada de la urbe madrileña: el Edificio de las Cariátides.
Construido por Antonio Palacios y Joaquín Otamendi, el Edificio de las Cariátides albergó desde la primera década del siglo XX la sede del Banco Español Del Río de la Plata. Posteriormente, se convirtió en el hogar del Banco Central y el Banco Santander, hasta que finalmente fue vendido al Ayuntamiento de Madrid.
Al edificarse bajo la idea de acoger un banco, el edificio cuenta con las instalaciones propias de este tipo de construcciones. Por ello, en la actualidad podemos encontrar una de las curiosidades más interesantes del Instituto Cervantes en sus sótanos: la Caja de las Letras, que ahora también se puede recorrer en una visita virtual.
Aprovechando la cámara acorazada existente, el Instituto Cervantes decidió utilizar las cajas de seguridad como una máquina del tiempo de la cultura. En estas cajas, figuras de distintos ámbitos de la cultura hispana depositan un pequeño legado que se hace público en el momento que ellos lo decidan. García Berlanga, Ana María Matute, García Márquez, Juan Marsé, Antonio Tàpies… son muchos los autores que han querido dejar un recuerdo en los sótanos del Cervantes.