El levitar de un ángel tosco

Un espeso humo inunda La Riviera mientras la luz de los focos rojos serpentea por todo el local. Más de dos mil personas esperan a Angel Stanich en ese escenario que bien podría recordar al hall de la bajada a los infiernos. Pero hoy Stanich quiere ser un redentor y La Riviera será su capilla. Por eso esta vez aparece sin su inseparable guitarra y con los brazos abiertos, bebiéndose el sonoro aplauso de los que hoy le aclaman.

Alza su botellín lo sitúa a contraluz para comprobar si aún queda cerveza mientras entorna los ojos, como si apuntara con una glock.

Y suena Golpe a la pequeña China, un homenaje a Carpenter tranquilo y balsámico que abre un concierto que acabará con un publico en pleno trance provocado por un péndulo de intensidad que irá creciendo con cada tema hasta Mátame Camión, uno de los hits más redondos del cántabro.

El recorrido por los dos discos y tres epés que hasta la fecha tiene publicados duró casi dos horas, pero se hizo corto aunque tuvo momentos fangosos. Hay canciones nuevas que se hacen más pequeñas en directo, como Especial de medianoche  que provocó cierto decaimiento entre los presentes. Sin embargo, otros temas como Hula Hula crecen y crecen en directo gracias a la rítmica sencilla por un lado y por el otro a los juegos de reverb mezclados con giros chirriantes como frenazos que crea este cronista social con calada influencia americana. Pero en esta ocasión si llegó al apogeo fue gracias a la interpretación de Ivan Ferreiro, uno de los grandes momentos de la noche. Tras los bises sería Abraham Boba (León Benavente) quien compartiría el viaje lisérgico de Un día épico, una fantasía junto al fantasma de Janis Joplin.

Pero los temas confesionales de Stanich no solo maman del espectro anglosajón. En sus letras hay menciones a gente tan heterogénea como Gila o Bukowski, y algunas intenciones veladas como la de señalar a un tertuliano televisivo (¿Inda?) denominándolo Señor Tosco; un tema que ya es considerado por muchos un himno generacional, o al menos así se demostró el pasado 22 de noviembre en La Riviera.

Silvia Nistal

Siempre he estado ligada al sector de la cultura, ya sea en departamentos de comunicación y mkt o como periodista, pero oye, me interesan mil cosas más.

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