Viaje espectral con La Mujer de Negro

Actores en la niebla
Actores interpretando una escena de la obra La mujer de negro / Página oficial

La obra, dirigida por Víctor Conde y que se representa en el Teatro Muñoz Seca de Madrid, atrapa a los espectadores como si de un sueño se tratara

Representación de la obra La mujer de negro
Jesús Cabrero y Javier Orán interpretando una escena de la obra La mujer de negro

En contraste a la tarde soleada de domingo que hay fuera en la ciudad, nos encontramos en una sala fantasmagórica para ver la obra La Mujer de Negro en el Teatro Muñoz Seca de Madrid. Todo lo que hay en el escenario, lleno de muebles cubiertos por viejas sábanas y polvo mugriento, nos acerca a ese mundo espectral.

Se trata de una vieja mansión, una habitación, un despacho y la promesa de una historia espeluznante. La de Arthur Kipps, un experimentado abogado, que necesita expulsar un verdadero trauma, con dolores de cabeza inimaginables. Este pobre hombre lleva con ese sufrimiento desde hace años y ya no puede soportar más esa congoja.

En un Londres húmedo, frío y cubierto de niebla busca la ayuda de un joven director de teatro para poner en escena y delante del público su propio cuento terrorífico. ¿Servirá este ejercicio terapéutico para aliviar su dolor y enterrar así de una vez por todas a sus propios fantasmas?

Personajes de la obra La mujer de negro
Jesús Cabrero y Javier Orán interpretando una escena de la obra La Mujer de Negro / Página oficial

Todos los personajes se van superponiendo entre sí, y lo más característico de esta obra, es que solamente dos actores (Jesús Cabrero y Javier Orán) interpretan a los múltiples papeles. Del mismo modo, resulta muy sorprendente la manera en que unas simples palabras son capaces de reconstruir una máquina del tiempo para que sus asistentes realicen un viaje ficticio al pasado.

Adaptación de la novela de Susan Hill a los escenarios

Esta premisa se basa en la historia de Stephen Mallatratt, y a su vez, la adaptación de la obra de teatro de La mujer de negro proviene de la novela de Susan Hill, donde nos acerca a unos personajes que desarrollan la historia con planos muy distintos que se mezclan y se confunden entre sí.

Unión de lo fantástico, la leyenda, la imaginación, el recuerdo, el trauma y la tensión. Estas características se entremezclan en la escena para que el ingenio del espectador sobrevuele. Todo lo demás, se entrama como un sueño del que no se puede escapar y se podrá recrear gracias a la ayuda de la iluminación, la escenografía, el atrezo, los efectos especiales y los sonidos.

Uno no debe preguntar cómo surge la magia. 

La Mujer de Negro

No es una obra nada fácil de comprender, por los numerosos personajes y las localizaciones que van cambiando cada cinco segundos. Sin embargo, genera una tensión constante y provoca cierto erizo en la piel que hace que el espectador no pueda apartar los ojos del escenario.

La tarea de dirección de Víctor Conde es encomiable, ya que se pueden visualizar pequeños matices propios en cada una de las escenas de la obra teatral. Además, el final abierto es colocado de manera irrazonable cuando realmente es el verdadero sentido de toda la trama de la historia.

Tráiler de la obra La Mujer de Negro

Éxito rotundo de la obra de teatro La Mujer de Negro

Por todo ello, la obra La Mujer de Negro fue un éxito en Londres durante 30 años y lo mismo pasa en Madrid. Sus espectadores acaban maravillados con esta historia sobrecogedora y es digno de ver si aún no se cree en la existencia de fantasmas.

Nerea Avileo

Periodista y fotógrafa, amante de las letras, siempre en el mundo de los libros.

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