Vacaciones low cost en zonas con encanto

La época de vacaciones o los puentes, son una buena fecha para conocer nuevos lugares, visitar joyas arquitectónicas, acercarse a culturas desconocidas para nosotros, explorar exóticos parajes y, en definitiva, desconectar de la rutina. Y, ¿qué mejor forma de hacerlo que planeando unos días de descanso lejos de nuestra casa?

Por eso, cuando estos soñados días se acercan, las agencias de viajes nos bombardean con miles de ofertas a países de Centroeuropa, viajes paradisiacos, escapadas a la playa o a unas románticas islas. Sin embargo, la crisis hace que, pese al descenso de los precios, los niños gratis y el todo incluido, muchas personas hayan decidido veranear en lugares más cercanos, menos turísticos y, sobre todo, más económicos.

Portugal, un gran desconocidoPlaya de Nazare

Compartimos la Península Ibérica con Portugal, un país que pasa desapercibido, y que esconde rincones de lo más pintorescos. En él encontramos ciudades con encanto como Oporto, en la que tomar un plato de bacalao a orillas del río Duero es imprescindible; pueblos medievales y tan antiguos como Guimares, con canales como Aveiro, con tradición universitaria como Coimbra, zonas con «glamur» como Estoril o sencillos pueblecitos pesqueros. Pero hay uno que merece un trato especial.

Bañado por el Océano Atlántico, este pueblo de 16.000 habitantes que se nutre del turismo y la pesca, llama la atención por sus peculiares habitantes. No sé si alguna vez habrán oído hablar de él, su nombre es Nazaré.

Cuando uno llega a este lugar, espera ver una zona turística, de playa, en la que las nuevas costumbres y edificaciones destruyeron aquellas que estaban más arraigadas y que, durante muchos años, ocuparon las vidas de sus habitantes. Sin embargo, viajar a Nazaré es como viajar a otra época.

Tierra de contrastes

"Alojamento Particular"Para llegar al corazón del pueblo es necesario tomar un pequeño funicular, que comunica la parte alta con la costa. Es posible que este particular ascensor sea el primer signo que nos indique que no estamos ante un pueblo turístico más. Después del breve trayecto, desembocamos en un mar de pequeñas callejuelas plagadas de turistas, y llenas de contrastes. El vestuario cómodo, de colores vivos y ligero que lucen la mayoría de los visitantes, contrasta con el de aquellas mujeres que a los treinta años se vestían de negro y vivían el resto de sus vidas bajo un mismo color. Los puestecitos en los que se venden los típicos souvenirs, «chocan» con otros en los que podemos encontrar altramuces, cangrejos y distintos alimentos del mar. Cerca de la playa, sentadas durante horas en pequeñas sillas, hay personas que ofrecen sus casas mediante carteles en los que se puede leer «Alojamento Particular», para que los turistas se hospeden.

En primera línea de playa, no hay monstruosos rascacielos que compiten en altura y se comen la arena, dejando apenas unos metros a los pobres bañistas para clavar sus sombrillas y extender sus toallas, sino las típicas casetas de baño de rayas azules y blancas en las que poder cambiarse cómodamente, y metros de playas de arena dorada perfectas para dar un largo paseo en esta época del año.Plaza de Nazare

Pero sin duda, lo que más llama la atención de este pueblecito pesquero, lo que más puede sorprender a los visitantes, es que la mayoría de los restaurantes y algunos particulares asen pescado en la calle. Sí, en la calle. Tienen instaladas al lado de los bares pequeñas parrillas en las que cocinar el pescado. Incluso hay algunas personas que bajan a la calle, asan sus sardinas y suben de nuevo a sus casas para degustarlas. ¿Acaso no es sorprendente?

Viajar a Nazaré es volver la vista atrás, es viajar a otra época, a otro tiempo, es recuperar esas costumbres que se olvidaron hace tantos años.

Regina Navarro Moncayo

Nacida en Albacete en 1991. Graduada en Periodismo por UDIMA (Universidad a Distancia de Madrid), y estudiante del Máster en Periodismo Cultural de la Universidad San Pablo CEU de Madrid. Experiencia como Community Manager en la empresa 3vdobles, como redactora en Suite101 y distintas webs. Actualmente colaboradora de Ritmos XXI.

1 Comment

  1. Después de todos los desmanes que se han realizado en nuestras cosas, ¡cómo me apetece viajar a un lugar como el que describís!.Se debería promover un turismo de calidad estética y cultural, qué no económica, para que hubiera en España más lugares como Nazaré.
    Blog: Palco de la Sevigne

Deja una respuesta

Your email address will not be published.