Dirigida por Stephen Frears, (Las amistades peligrosas, Mary Reily, The Queen…) nominada a mejor película en los Globos de Oro y los Oscar y ganadora del premio Bafta a mejor guión adaptado.
Philomena es un historia real que cuenta las desventuras de Philomena Lee, una mujer que se ve sometida a la dura vida de un convento situado en un lugar remoto de Irlanda por haber tenido un hijo fuera del matrimonio. Aquí comprobará que la caridad de los católicos irlandeses no es gratis, teniendo que pagar con su trabajo y con la certeza de saber que su hijo le será arrebatado ante la posibilidad de ser adoptado. Años después, Martin Sixsmith un periodista caído en desgracia, ve la posibilidad de un artículo estrella en la vida de esta mujer y decide emprender un viaje con ella para averiguar el paradero de su hijo.
La cinta cuenta con la participación de una siempre impecable y estoica Judi Dench, la veterana actriz británica más conocida por su papel de «M» en la saga James Bond, quien refleja fielmente el papel de una madre que por culpa de la inexperiencia de la juventud y del fanatismo de muchos se ve despojada del bien más preciado de una madre en este mundo, su hijo, dándole al papel su toque personal de firmeza frente a situaciones adversas. A su lado, Steve Coogan, (Noche en el Museo, 24 Hour Party people), comediante de la misma nacionalidad que puede demostrar, al igual que en su día lo hicieron Jim Carrey en El número 23 o Adam Sandler con En algún lugar de la memoria que los cómicos pueden afrontar papeles más serios, como el personaje de Coogan donde logra dar un convincente toque de inglés estirado aunque sensible al mismo tiempo.
La historia, aunque lineal en su desarrollo, logra sorprender en algunos momentos al espectador con picos inesperados que consiguen que uno quiera seguir la trama, jugando con esa simpleza de argumento propia de películas de búsqueda personal que hace sentir al público como un “cotilla morboso” interesado en conocer las desgracias ajenas, y que consigue mantenerlo pegado a la pantalla durante los algo más de 90 minutos.
Un relato audiovisual de interés humano que muestra la cruda realidad de la reaccionaria sociedad anglosajona de mitad del siglo XX con un mensaje de coraje, esperanza y perdón que logra emocionar a un público que no queda defraudado en ningún momento aunque aborrezca los dramones de separación familiar.