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‘The Many Saints of Newark’ (Santos Criminales) o cómo intentar contar muchas cosas y no acabar contando casi nada

Tony Soprano, de adolescente, junto a su padre en una escena de la película
Tony Soprano, de adolescente, junto a su tío Dickie en una escena de la película

Como fan acérrimo de Los Soprano, que terminó de verse la serie por segunda vez hace apenas unos meses (y no descarto una tercera), este era, evidentemente, uno de los momentos del año. Sin embargo, creo que The Many Saints of Newark peca, precisamente, de algo que David Chase y todo su equipo supieron hacer de maravilla en la serie: la película intenta contar muchas cosas y acaba por no contar casi nada.

Primero de todo, hay que recalcar que el protagonista de la precuela de la afamada serie es Dickie Moltisanti (interpretado maravillosamente por Alessandro Nivola), padre de Cristopher y mentor y tío de Tony, y que en Los Soprano nos contaron que había fallecido bastante antes del comienzo de la serie y que Cristopher apenas lo conoció.

Pero, si bien es algo que dejaron claro en la sinopsis, no lo hicieron tanto en la promoción, que se centraba más en la figura de Tony de adolescente, quien, evidentemente, también tiene una cota importante de aparición en la película, pero no es el protagonista (por cierto, se corrobora que algo muy importante que le dijo al comienzo de la cuarta temporada Tony a Cristopher sobre su padre era falso). En un cartel promocional aparece la figura de Dickie Moltisanti bajo el lema “who made Tony Soprano”. Vale, sí, es uno de los que forjó la figura de Tony, pero…

¿Tanta importancia tuvo el personaje imaginario de Dickie en Los Soprano como para que la precuela de la serie gire en torno a él? Entiendo que no hayan querido ir a lo fácil de limitarse a los comienzos de Tony, pero yo sí echo un poco en falta precisamente eso, el ver cómo el futuro capo se forja en las actividades delictivas, porque lo que se muestra son hechos verdaderamente iniciales, más trastadas que otra cosa. Durante el metraje, hay una ocasión en la que un joven Silvio le sugiere a Dickie que Tony tiene madera para entrar en el negocio familiar, pero yo no encuentro que nos enseñen tan claramente eso en la película.

Tony Soprano, de adulto y de adolescente
A la izquierda: Tony Soprano, de adulto, interpretado en la serie por James Gandolfini (DEP). A la derecha: Tony Soprano, de adolescente, interpretado por el hijo de James, Michael Gandolfini

El recuerdo de Los Soprano, al rescate

Hablando de Silvio, son precisamente las referencias (quizá demasiado sutiles) a Los Soprano las que sostienen The Many Saints of Newark (‘Santos Criminales’ en nuestro país), pero incluso eso creo que es algo que podrían haber explotado más. Aparecen muchos de los personajes de la serie, aunque de manera muy residual (entiendo que tampoco debe ser fácil reducir en 120 minutos todo un universo de más de 75 horas), siendo los “empleados” (mafiosos) de la familia criminal DiMeo los que tienen mayor presencia en su versión joven.

Interpretar al propio Silvio y a Paulie es tarea tremendamente complicada por la particularidad de sus gestos y movimientos, y en este sentido la nota es de notable alto para sus actores, pero la caracterización en sí de los mismos queda un poco ridícula (y corroboro que no soy el único que lo piensa). Lo del parecido del joven Pussy con el original ya es un tema aparte, en ese caso el poco se convierte en bastante, ¿acaso se dio rayos uva en aquella época y para Los Soprano desaparecieron?

Hay también actuaciones dignas de mención, por supuesto, como la de Vera Farmiga en el papel de Livia Soprano, quién consigue transmitir esa inestabilidad mental de la madre de Tony de la que tanto se hablaba en la serie; o de Ray Liotta haciendo del padre de Dickie, ‘Hollywood Dick’ Moltisanti, un personaje que, sin embargo, no recuerdo ni tan siquiera ser mencionado en Los Soprano. Junior, Johnny (padre de Tony), Janice, Carmine, Jackie… también aparecen representados en la película dirigida por Alan Taylor.

Algunos de los principales personajes de The Many Saints of Newark
De izquierda a derecha: Paulie Walnuts, Johhny Soprano, Junior Soprano (detrás), Silvio Dante, «Hollywood Dick» Moltisanti y Dickie Moltisanti

Quiero y no puedo

Lo dicho; más allá de las referencias a Los Soprano, algo que a los fanáticos les va a encantar (se representan algunas escenas del pasado mencionadas en la serie), parece que quieren abarcar tanto que se acaban quedando cortos en casi todo, y el relato se hace excesivamente denso. Nos queda claro, desde luego, la importancia en el contexto de la película de las revueltas raciales de finales de los 60 y principios de los 70 en Nueva Jersey. Y estoy seguro de que, con el final, fuimos varios los que torcimos el gesto; aunque guarda relación con algunos desenlaces sorprendentes de situaciones de Los Soprano, da la impresión de que se les podía haber ocurrido otra cosa más elaborada.

La voz de Cristopher (Michael Imperioli), único personaje de la serie con «presencia» en la película, aparece al comienzo de The Many Saints of Newark como supuesto narrador de la historia que se va a contar sobre su padre, pero de repente desaparece y solo regresa para dos momentos puntuales más, a la mitad y al final. Huelga decirlo, pero como vayas a ver la película sin haber terminado la serie, te vas a comer un spoiler bastante gordo. Es quizá por ello, y porque las críticas no le están siendo muy favorables, que no parece estar teniendo demasiada repercusión en nuestro país y que no tiene pinta de que vaya a durar mucho más tiempo en cartelera.

Manuel Gamarra

Cultureta crónico, friki furgolero y pesado en general. Periodista aporreador de teclados que escribe sobre cine, música y series en Europa Press y en Cultura Joven. Todos los caminos llevan a Roma, pero yo solo quería volver a casa.

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