La sala Caracol fue la escogida como templo en el que bautizar el nuevo trabajo de Nudozurdo: Tara Motor Hembra fue presentado el pasado viernes 25 de febrero por la banda madrileña que consiguió un aforo completo y opiniones divergentes una vez rematado el show. Varios fallos técnicos fueron los culpables de alguna que otra mala cara, siempre compensado, eso sí, con los temas de sus anteriores trabajos NudoZurdo y Sintética y con el buen sabor de boca que dejaron las nuevas canciones tocadas en directo.
Los diez cortes de Tara Motor Hembra sonaron en la Caracol acompañados además, de cinco temas de sus anteriores trabajos; un setlist completo, vibrante y sorprendente pues empezaron por el final, por ‘El diablo fue bueno conmigo’, toda una declaración de intenciones del grupo en la que nos pusieron sobre aviso de que más que a un bautizo, estábamos asistiendo al nacimiento de un anticristo (el tercero de su carrera). Leopoldo Mateos cantó acompañado de una voz femenina: «Sé que no me puedes arrastrar, pero no sabes de lo que soy capaz…» Sí fueron capaces de captarnos ya con esa primera canción, lenta, pausada, oscura, intensa, sucia y eléctrica: Nudozurdo puro, escondidos tras las luces que apuntaban al público dejando a los componentes en penumbra.
Aumentaron el ritmo progresivamente con ‘Prometo hacerte daño’ y ‘No me toquéis’, hasta alcanzar el cénit con la ya mítica ‘Ha sido divertido’. Distinguible desde los primeros acordes, el público reconoció al instante el tema provocando por fin algunas muestras de entusiasmo, hasta ahora tapadas detrás de la atención máxima al sonido de los nuevos temas. Pero desde luego que entre el nuevo repertorio hay varias candidatas a hacerle la competencia a los temas más laureados del grupo. Es el caso de ‘Conocí el amor’, dura, potente en directo, distorsionada, Leo juega con la voz, se desgarra y le vemos es su faceta más reconocible como frontman: indiferente ante el público, mirada fija en un punto de fuga lejano, gesto rudo, cuerpo y movimientos rígidos y golpes al mástil de la guitarra para provocar más distorsión enfrente de los amplificadores Orange.
Llegó la esperada ‘Mil espejos’, la gran balada decadente de Nudozurdo de Sintética y llegaron también los problemas de sonido que estropearon el punto álgido previo al primer estribillo. Tras la ducha de agua fría, supieron curarnos metiéndonos de nuevo el calor en el cuerpo con ‘Prueba/Error’, de lo que mejor sonó esa noche en la Caracol, y otro de esos temas que tendrán mucho que decir en este nuevo disco. Sin dar tiempo a saborearla del todo, no hicieron pausa y unieron el single de Tara Motor Hembra con otro de los himnos de Nudozurdo, ‘Negativo’: ánimos altos y cabezas en movimiento llenaron la sala.
Antes de llegar a los bises, nos presentaron ‘Laser Love’, un contrapunto al frenetismo que habíamos vivido segundos antes, con guitarras que se alargaban dejando un aire eléctrico en el ambiente: «Sé que tú desde hace tiempo has memorizado mis movimientos y mira como en el cielo se encienden nuestros cuerpos». Este “amor láser” se dio de bruces con ‘Dentro de él’ (la representante de su primer disco, NudoZurdo), tema que, como siempre, invade la sala y nos permite ver la cara más canalla y convulsa de este grupo. Antes de hacer el amago de salir del escenario, cómo no…‘El hijo de Dios’, que fue la que más furor causó en la velada (pese a que su predecesora ‘Dentro de él’ sonó bastante mejor).
Marcando bien los nuevos tiempos llegados con Tara Motor Hembra, los dos bises fueron del último disco, ‘Sueño demo’ (que sonó mucho más sucia y distorsionada, mucho más “Nudozurdo” que en el disco) y ‘Dosis modernas’. Con este último tema, lenta balada de letra afligida y ritmo taciturno, que acompañaron con un violonchelo eléctrico se despidieron, dejándonos un tanto ensimismados y con ganas de volver a escucharlos. Cierto es que el concierto no tuvo nada que ver con aquel final de gira de la Joy Eslava en octubre del año pasado, en el que la empatía con el público fue máxima, catártica. Pero con este nuevo disco, tan intenso, oscuro pero brillante, confío plenamente en futuras mejores experiencias. Muy bienvenido seas, Tara Motor Hembra.
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