Y muy pronto, abrumado por el triste día que había pasado y por la perspectiva de otro tan melancólico por venir, me llevé a los labios una cucharada de té en el que había echado un trozo de magdalena. Pero en el
Convivió con una crisis finisecular que le llevó a dudar hasta de su propia existencia. Una lucha interior que reflejó en sus textos y que está de actualidad, no sólo porque la experimentamos en nuestras posmodernas pieles, sino porque se cumplen 75