En algún punto de la infancia o de la adolescencia, casi todos hemos deseado convertirnos en una estrella de rock. Aquellos que siguen fantaseando más allá de la juventud han hecho de sus ilusiones, su vida, y de su música, nuestros sueños.
Siempre me ha dado algo de miedo el tener que meterme en el pogo. He preferido evitar a estar en el medio de este frenético baile de punk o punk-ska, en que los empujones aparentemente amigables que se da la gente no