Dos de las plataformas de streaming de música más populares del momento, Spotify y Apple Music, junto a reconocidas empresas como Google, Pandora y Amazon, perdieron hace dos meses un juicio por el que se verán obligadas a retribuir a los compositores de las canciones que alojan con hasta un 43’8% de ingresos más durante cinco años. Esto supone un gran batacazo para ellas, pues si bien es cierto que sus servicios premium tienen buena rentabilidad, sí que reconocen tener problemas con el pago de los derechos de autor de la música.
Se trata de un fallo histórico, pues es la primera vez que el Consejo Federal de Derechos de Autor de Estados Unidos reconoce que los compositores y letristas de las canciones no están suficientemente reconocidos en la industria musical, y los premia con una subida del 5% anual de beneficios en perjuicio de las empresas, que tendrán que aplicar tasas de suscripción más altas a sus clientes para intentar frenar las pérdidas que están por venir. Spotify ya ha estado invirtiendo en un nuevo sistema de podcasts de contenido político con el que intentará atraer algunos de los casi veinte mil millones de dólares que se pagan por anuncios publicitarios en radio en Norteamérica.
Además, ha instaurado una nueva funcionalidad en su versión de escritorio por la que se pueden ver los créditos de las canciones, a través de la información que proporcionan las propias discográficas sobre el compositor, el intérprete, artistas ajenos que han colaborado en la elaboración de la música, etc.
A pesar de que los compositores llevaban años pidiendo un porcentaje por cada canción que reprodujeran los usuarios de estas plataformas digitales, esta pretensión está lejos de lograrse. Esta sentencia supone un primer paso para conseguirlo, pues también elimina los cupos máximos (la cifra máxima que podían cobrar) para que sus beneficios provengan directamente del dinero que cobran las discográficas por los derechos de autor. Además, el consejo establece por primera vez un cargo con demora del 18%, lo que significa que los servicios de música en streaming no podrán retrasarse en los pagos a riesgo de ser multados por los tribunales.
El presidente de la National Music Publishers’ Association, impulsora de la demanda que originó los juicios contra Spotify y Apple Music, ha celebrado estas medidas, pues representan «una pequeña devolución a los letristas por todo lo que han contribuido a las empresas de streaming durante estos años». Sin embargo, también reconoce que «la ley sigue tratando a los compositores de manera muy desfavorable respecto a estos servicios de reproducción de música online». A esto se une la difícil situación en la que se encuentran los compositores frente a las discográficas, que siguen monopolizando los beneficios. Por cada 3’82 dólares que reciben estas empresas, los letristas tienen que conformarse con un solo dólar.
Se espera que la sentencia afecte sobre todo a plataformas especialmente dedicadas al streaming, mientras que otras multinacionales como Google apenas verán una reducción significativa de sus ingresos. Estas tendrán que buscar alternativas; especialmente Amazon Music, que se espera que salga a la venta a partir de febrero.