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Solimán López: «Creo que el metaverso se va a convertir en una expansión de estatus social»

Solimán López

Solimán López (Burgos, 1981) es un artista tecnológico conceptual cuyas obras, investigaciones y discurso artístico se centran en la relación entre la ciencia, la tecnología, la sociología y el arte. Su formación en Historia del Arte y el posterior Máster en Comunicación han condicionado su evolución como artista interesándose en temas como la naturaleza de los archivos digitales, la conexión entre el mundo analógico y el digital, los procesos de digitalización, la llegada del metaverso y cómo puede afectar al mundo del arte. Su labor profesional la desarrolla entre su residencia de París y el ESAT LAB, departamento de Innovación que dirige en la Escuela Superior de Arte y Tecnología de Valencia.

Solimán, es además de artista de los nuevos medios, fundador del Harddiskmuseum, un repositorio de arte cuyas obras digitales se albergan dentro de un disco duro y que no cuenta con un espacio arquitectónico que aloje la colección. Ha expuesto en ferias, bienales, centros de arte y de museos más de veinte países, entre los que destacamos la Bienal de Arte Digital en Brasil, el ZKM de Karlsruhe en Alemania o el festival CODAME en Los Ángeles. Es, también, el primer artista en vender un NFT en ARCO y en sacarlo a subasta en la sala Durán. Actualmente, está investigando la presencia humana en los espacios virtuales en su obra INTRONS y del concepto del tiempo real en su proyecto CELESTE.

El primer artista en vender un NFT en ARCO

Solimán López, OLEA Génesis
Solimán López, OLEA Génesis. Primer NFT subastado en España. Fuente: Durán Arte y Subastas

Cultura Joven: Como artista que emplea los nuevos medios y nuevas tecnologías para la creación de sus obras, ¿qué significa adentrarse en el mundo del NFT y ser el primer español en vender una obra de estas características en la feria ARCO y en la casa de subastas Durán?

Solimán López: En mi caso ha sido una evolución lógica porque yo venía con la lección aprendida, en el sentido de que trabajaba con archivos digitales únicos. En 2013 fundé Harddiskmuseum, un museo de archivos digitales únicos en un disco duro, que es de alguna manera un proto-NFT. Ha sido una tecnología que la he entendido muy bien, pero es cierto que he sufrido y sigo sufriendo un limbo estructural en el sentido de que mi trabajo está relacionado con el tema de los nuevos medios, las nuevas tecnologías y la investigación y cuesta mucho introducirlo en el sector de las galerías.

Por otra parte, este sector ahora tan hypeado en todo lo que tiene que ver con los NFT´s de repente ha creado todo un mercado con un producto muy rápido y un consumo muy rápido y mi producto requiere más tiempo. Hay un limbo intentando luchar en comunicar mucho para que la gente entienda lo que estamos haciendo a nivel conceptual, pero al mismo tiempo sin perder la oportunidad de estar en un sector que nos interesa y que es un sector potente a nivel internacional para monetizar y comunicar lo que un artista hace. Mi sensación ha sido esa. He entrado de una manera muy natural, pero al mismo tiempo sigo buscando mi espacio propio.

Un museo de arte intangible

Solimán López, Harddiskmuseum
Solimán López, Harddiskmuseum, museo de arte intangible

C.J.: ¿Cómo le surgió la idea de fundar el Harddiskmuseum, un museo de arte intangible donde no cuenta con ningún espacio arquitectónico donde albergar las obras de la colección?

S.L.: Eso fue en el marco de una residencia artística que hice en Santiago de Compostela y nos pidieron hacer un proyecto para las Torres Hedjuk en la Ciudad de la Cultura de Santiago. La Ciudad de la Cultura es un proyecto, para mi fallido, porque es una arquitectura que tuvo muchos problemas de producción. Es un centro de arte que está a las afueras de Santiago, no está comunicado con la ciudad, se gastaron millones de euros en la arquitectura, cogieron piedra de mármol de una cantera brasileña y a mitad de camino de la producción el yacimiento se quedó sin piedra y está parcheado el edificio. Me di cuenta de que había todo un movimiento estructural para la creación de un museo que no tenía sentido y más todavía cuando estamos navegando en la total intangibilidad y la total producción digital y, en ese sentido dije: ¿Por qué no hacer un museo en un disco duro?

Al final las obras de los artistas tienen en una forma u otra una materialidad basada en archivos digitales. Esos fueron los orígenes, aunque también hubo otra motivación y era el tema del control de la producción del artista contemporáneo. Nosotros como artistas digitales estamos trabajando en espacios prestados, en la página web no eres el dueño del servidor. De lo único que eres dueño es del ordenador, pero si quieres sacar o compartir esa información tienes que ir a plataformas online y son plataformas que no controlas. La idea era tener un repositorio único que permitiese a los artistas de manera interna cuidar de sus archivos, darles valor y sacarlos de todo el maremágnum que significa la red y de todo el ruido de la red. Al final, contar contenido de valor es muy complicado y sacarlos de la burbuja a la que todos estamos sometidos a nivel de información.

INTRONS, retratos para el mundo virtual

C.J.: Sus obras y su discurso fusionan el arte, lo digital, la tecnología y la genética. ¿Qué le llevó a crear su obra INTRONS donde profundiza en la imagen personal y en las nuevas identidades dentro del metaverso?

S.L.: A mí el tema de la biología me ha parecido siempre un trabajo muy lógico dentro de lo que tiene que ver con lo digital porque al final somos un código y todo lo que tiene que ver con lo digital está codificado. Todo lo que tiene que ver con ADN y biotecnología en un futuro muy próximo nos vamos a dar cuenta de que realmente todo forma parte de la misma estructura codificada de la naturaleza.

En concreto en el proyecto de INTRONS y analizando todas las problemáticas relacionadas con las identidades digitales y el boom de habitar los espacios virtuales, caes en la cuenta de que hay toda una industria saturada de soluciones que basan la identidad digital a nuestra imagen y semejanza visual hay todo un delirio en tanto en cuanto la representación humana hiperrealista. Creo que eso es un error porque nunca vamos a poder estar al 100% como estamos en el mundo de los átomos en un mundo que está hecho por bytes. Esa metáfora de mundo de bytes es mucho más cercana al código genético, al ADN. Por eso planteé la creación de una nueva posibilidad de representación de identidades digitales en los espacios digitales. Para ello, lo más lógico era acudir al ADN, que es un código que nos identifica como especies únicas y que creo que en un futuro va a tener cada vez mucho más valor. El poder tokenizar en el proceso de creación del personaje tu propia secuencia de ADN me parece muy potente de cara a poder guardar en tu entorno digital esa información valiosísima. Todas estas motivaciones han inspirado el proyecto, estamos en plena producción.

Solimán López, INTRON 1
Solimán López, INTRON 1. Fuente: Solimán López

C.J.: ¿Considera que cada INTRON funciona como un retrato para el mundo virtual?

S.L.: Sí, porque la idea es que cuando ya adquieres un INTRON ya empiezas a entender un código visual: qué significa el anillo exterior, qué significan el resto de piezas y qué va significando todo. Esa resignificación de los elementos permite que tú reconozcas lo mismo en el otro. La idea es que cuando veas en INTRON de otra persona, rápidamente veas qué rasgos contiene esa persona. Funciona como un ‘avatar’, como una representación visual muy avanzada. Esa información visualmente no la puedes tener en un personaje 3D, es una información muy potente para conocerte a ti mismo y para conocer a los otros. Esto no se debe malentender con la sobreexposición de información porque en los INTRONS no tienes que conectar tu identidad con un personaje, se antepone el anonimato. Esa parte la hemos separado porque entendemos que quien se quiera representar en su totalidad lo puede hacer, pero quien quiera jugar con la identidad también puede hacerlo.

C.J.: En este proyecto a partir del ADN de cada persona y a través de un proceso en el laboratorio, se crea un INTRON, una identidad digital y diferente del de otra persona. ¿Es importante en su creación artística la idea de obra única?

S.L.: Al final es totalmente lógico. La colección en sí misma tiene lo que se llaman rarezas de todos los NFT. Cada INTRON tendrá unos colores y materiales específicos que va hecho por código y cuando le inyectas tus datos de ADN, ese modelo 3D se alimenta con esos valores de tu código genético, con lo cual se genera una pieza visual única el 100% de las ocasiones.

La idea es que sí, todo lo que tiene que ver con el factor de único. Es también por eso por lo que nos vamos a hacer NFT, al final el NFT por sí mismo es único. Tiene muchísimo valor porque al final es como remarcar que cada uno somos únicos y dentro de esa secuencia que estamos tokenizando, que son 128 pares de bytes, es imposible encontrar una pieza igual que la otra con esa combinación.

«Creo que todo lo que tiene que ver con arte y tecnología va a seguir de la mano durante mucho tiempo y así siempre ha sido»

C.J.: A lo largo de la historia del arte, arte y tecnología han estado íntimamente ligadas. ¿Cree que en el arte actual la línea que divide la producción artística y producción tecnológica está más difusa?

S.L.: Sí, totalmente. Yo creo que hoy en día todo lo que tiene que ver con la multidisciplinariedad está más que asumida en el entorno artístico. También ha habido un acelerómetro que es el COVID que ha provocado que todo lo que tiene que ver con ciencia y biotecnología esté más al alcance de la mano. Hace unos años era totalmente improbable que fueses a un supermercado y te encontrases con un laboratorio de ADN porque una PCR es un ADN, una prueba genética. Ya hemos naturalizado la presencia del componente biológico con respecto a la máquina. Es todo un proceso tecnológico vinculado con la biotecnología. Creo que en ese sentido se ha normalizado esa relación de lo biológico con en día a día y, al final el mundo del arte responde al día a día y a lo que ocurre en nuestro entorno inmediato.

Pienso que todo lo que tiene que ver con arte y tecnología va a seguir de la mano durante mucho tiempo y así siempre ha sido. Los artistas siempre han utilizado las nuevas tecnologías disponibles. No olvidemos que todo lo que tiene que ver con la producción de pintura ya era un proceso tecnológico en su momento. El extraer los pigmentos de la naturaleza o el crearlos químicamente y embotellarlos tiene un proceso tecnológico y científico que ha estado de la mano y que ya hemos naturalizado y normalizado. No olvidemos que la pintura es química y que se ha creado con nuevas tecnologías.

CELESTE V3. Fuente: Solimán López

C.J.: Tanto INTRONS como su proyecto coetáneo CELESTE presentan obras en constante mutación y cambio. ¿Cómo de importante es la evolución del tiempo dentro de su producción artística?

S.L.: Nosotros, los que empleamos los nuevos medios, tenemos muy asimilado el concepto de real time, el tiempo real. El concepto de tiempo real es una obligatoriedad porque realmente las nuevas tecnologías nos han obligado a exigir el tiempo real en nuestras comunicaciones. Es decir, cuando tú recibes un WhatsApp y ese WhatsApp no lo recibes en tiempo real se convierte en un email. Hay todo un trabajo con respecto al tiempo que conceptualiza muchísimo los productos digitales. Hay productos digitales, en este caso nuestras piezas, que requieren la incorporación del tiempo real.

En el proyecto CELESTE nos parecía fundamental el poder disfrutar coetáneamente y colateralmente de un cielo digital que está alimentado por un cielo real. Me parecía una metáfora totalmente válida y era una obsesión que fuese real, que eso pasase de verdad. Hemos entrado en todo el periplo de crear la baliza, instalarla en diferentes lugares, crear un servidor, recibir las imágenes en tiempo real, etcétera. El tiempo real en sí mismo atómicamente es imposible, hay milésimas de segundo que estamos en el pasado. Es esa obsesión que tenemos los humanos de ir en contra del tiempo. Al final, el tiempo pasa sin que nos demos cuenta y todo lo que tiene que ver con piezas que enfaticen esa funcionalidad del tiempo en nuestro día a día, psicológicamente, lo tenemos todos.

Para mí el factor del tiempo es un valor que juega un rol muy importante en muchas de mis obras y, en el caso de INTRONS, es un factor del tiempo pero alargado porque hablamos del tiempo inmutable. El ADN es una de las materialidades que tenemos en nuestra base que menos cambia. El ADN solamente cambia cuando hay mutaciones o enfermedades genéticas, cuando hay una mutación prevista en tu código genético. Por ejemplo, el alzhéimer en algunas ocasiones está ya previsto, o un fallo en partes de tu ADN está ya previsto. Al final es una mutación que ya forma parte de tu propio código. En el caso de INTRONS esa temporalidad está estirada, esa propia cadena de ADN está estirada. Es lo único inmutable y que se presente de manera evidente. En CELESTE es como un tiempo obsesionadamente presente en tiempo real y en INTRONS es como un tiempo encapsulado y que nos representa para siempre.

C.J.: ¿Qué hace que algunos de los NFTs de la colección INTRONS sean más raros o que presenten más peculiaridades que otros?

S.L.: Este proceso tiene una parte artística y una de marketing, es entrar en el propio discurso de las colecciones NFT. Es algo que agita mucho la comunidad de cara a tener piezas únicas. En el caso de INTRONS jugamos con el tema de los colores, los materiales, todo al final está hecho en 3D y nos podemos permitir que las texturas, los acabados de los modelos sean diferentes. Básicamente, las rarezas son esas, pasamos de un material muy plástico a un material muy metálico, brillante y de lujo. También el tema de los colores y su variedad contribuye a que un INTRON sea raro.

Para mí, un INTRON raro sería aquel que fuese monocromo o que tenga máximo dos o tres colores. Aquel que tenga mucha variedad de color será un poco menos raro, en el sentido de que tienen menos valores a comparar. Los fondos también juegan un rol importante porque la pieza está siempre contextualizada con un fondo. Por último, también estamos abriendo colaboraciones con otros artistas. Yo les ofrezco en modelo 3D como un lienzo en blanco y ellos puedan manipularlo a su propio imaginario artístico, con lo cual nos surgen y salen bastantes rarezas que podemos jugar con ellas.

«Hemos pasado de esa mirada de artista que vivía en una buhardilla aislado con una botella de vino en un apartamento en París, a un artista que se muestra a sí mismo como una persona con éxito»

C.J.: Como artista que constantemente está innovando con la tecnología y sus avances, ¿hace mucho uso de las redes sociales, concretamente Discord, para difundir sus proyectos artísticos o se centra en otros canales para dar a conocer su obra al público general?

S.L.: A mí también me ha pillado nuevo, soy del año 81. Ya Instagram era un paso evolutivo muy grande a la hora de mostrar mi trabajo. Vengo de una generación que estábamos acostumbrados a tener una página web activa donde ahí se mostraba nuestro trabajo y ahora con todo lo que tiene que ver con las redes sociales, supongo que voy a pasos acelerados, a intentar acompasarte con lo que está pasando a nivel mediático. En ese sentido, estamos intentado ocupar Discord como un espacio interesante de comunicación con la comunidad donde contamos todo el proceso, donde la gente puede preguntar cosas de manera directa a nivel de curiosidades que tengan sobre las token artísticas que estamos haciendo.

Cada red tiene como su propia vía de comunicación, su propia estrategia e intentamos darles a los usuarios dependiendo de dónde está lo que buscan. En ese sentido, sí que es cierto que como artista de nuevos medios tienes que estar en todos sitios. Hemos pasado de esa mirada de artista que vivía en una buhardilla aislado con una botella de vino en un apartamento en París, a un artista que se muestra a sí mismo como una persona con éxito, que está todos los días en las redes, que se comunica con su audiencia y que está siempre presente. Con lo cual hay un cambio de paradigma bastante interesante en cuanto al rol y perfil del artista. Ahora me estoy adaptando como puedo a marchas forzadas porque va todo muy rápido.

Coleccionismo y metaverso

C.J.: ¿Cómo cree que va a evolucionar el coleccionismo de arte con la aparición del metaverso?

S.L.: Creo que el metaverso se va a convertir en una expansión de estatus social. Ese estatus social para el coleccionismo es muy importante. Hay coleccionistas que coleccionan para sí mismos o todo lo contrario, un coleccionista que públicamente quiere mostrar a la audiencia que él colecciona y que tiene determinadas piezas. En ese sentido segundo, el metaverso es una ventana al mundo que puede abrir muchas posibilidades a los coleccionistas para mostrar qué tienen. Planteo que va a haber un cambio social derivado de estas tecnologías y relacionado con el estatus.

Antiguamente cuando querías fardar de algo que tenías, lo ponías en la puerta de tu casa. Si tenías un Ferrari lo ponías en la puerta de tu casa y tus vecinos te veían con él e ibas al supermercado para que todos te vieran. Eso cuesta un dinero pero ahora con los NFT puedes hacer esta misma acción y en vez de que te vea tu vecino y el del supermercado te ve todo el mundo. Creo que va a haber una transposición y traslación de los elementos del estatus social hacia lo digital. Me parece muy interesante porque esto puede provocar algo muy bonito y es que reduzcamos el consumo de objetos en el mundo real, que dejemos el mundo real para las cosas realmente importantes y que metamos los caprichos y todo lo que tiene que ver con esta esfera de aparentar, del lujo, del querer tener cosas y del concepto de posesión, al digital, que tiene un impacto medioambiental mucho menor.

NFTLas siglas derivan de su término en inglés: Non Fungible Token. Los Tokens no fungibles (que no se consumen con su uso), son activos digitales únicos que no se pueden modificar, intercambiar, sustituir o reemplazar. Los NFT se certifican mediante la tecnología blockchain, lo que acredita a quien lo compra ser el único propietario del activo.
TokenEl término deriva del inglés y significa ficha. Un token es una unidad de valor emitida por una entidad privada y que sirven para lo que la persona u organización que lo diseñe decida.
BlockchainEl blockchain es una tecnología basada en una cadena de bloques de operaciones que contienen información codificada de una transacción en la red y que genera una base de datos a la que tienen acceso los participantes. Esta tecnología permite transferir un valor o activo sin ayuda de un tercero.
CriptoarteEl criptoarte es una nueva vertiente creativa basada en la creación de contenido digital: ilustraciones, vídeos, imágenes, vídeos, composiciones musicales o tweets. El concepto de criptoarte surge de la necesidad de salvaguardar la autenticidad, la exclusividad y la propiedad del arte digital y de evitar las copias de los archivos digitales.
MetaversoAcrónimo compuesto por meta (más allá) y verso (universo). Hace alusión al ecosistema que que se encuentra más allá del real. Se trata de un universo virtual tridimensional en el que los usuarios pueden interactuar, jugar, trabajar o hacer transacciones económicas de manera descentralizada. El término hace referencia al concepto de espacio virtual, no a una plataforma o marca concreta.

Marta Méndez López de Bustamante

Historiadora e historiadora del arte. Apasionada del mercado del arte y del periodismo cultural.

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