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Rosana: «La música es mi lenguaje natural»

Rosana, En la memoria de la piel
Rosana, En la memoria de la piel
Rosana en su disco En la memoria de la piel | foto: web oficial
Rosana en su disco En la memoria de la piel | foto: web oficial

Huele a salitre allá por donde pisa Rosana Arbelo (Lanzarote, 1963). De piel tostada y rizos salvajes, la canaria descifra entre recuerdos por qué con ocho años compuso su primera canción. «Antes de las vacaciones de navidad el colegio nos llevó a una residencia de ancianos y la soledad que encontré me rasgo». Cogió la guitarra que le regaló su padre y sintió que tenía que liberar lo que llevaba dentro. Un acto reflejo que no ha podido detener y que le ha acompañado durante sus veinte años de carrera. Reconoce que el de la música es su «lenguaje natural». Canciones como Si tú no estás aquí, A fuego lento o Sin Miedo nacieron de su puño y letra para expresar emociones. Himnos que le han permito realizar siete giras y vender más de 10 millones de discos por todo el mundo.

Aún recuerda con incredulidad como se agotó su primer disco (Lunas rotas) en tan solo tres horas. «Me llamaban amigos diciéndome que estaba agotado y pensé que tenía que ser una broma». Corrió al centro comercial más cercano a su discográfica y una de las dependientas le aseguró que era cierto. Ante el éxito decidieron sacar el disco fuera de España. Se vendió en más de 30 países, entre ellos, México, Brasil, EE. UU, Francia, Alemania, Japón y Corea del Sur. «No sé lo que pasó porque en muchos de esos países no se hablaba español, fue una auténtica locura’. Un trabajo bendito que se convirtió en menos de un año en disco diamante, demostrando, como dice una de sus canciones que ‘a lo imposible le sobran dos letras».

Para ella el éxito se lo debe a la gente. «Si ellos no abren el corazón la música no pasa, es así de simple», explica. Un vínculo que le ha permitido a través de pedazos de canciones expresar sus propias vivencias. «Adoro que las letras empiecen siendo mías y terminen en manos de otras personas». Su último disco se llama En la memoria de la piel, once canciones que hablan sobre la libertad que tiene el corazón para erizarse. «Siempre busco los puntos de unión entre las personas, creo que al 99% de la población se le ha puesto alguna vez la piel de gallina».

Uno de los temas de este álbum, No olvidarme de olvidar, cuenta con la voz del cantante mexicano Carlos Rivero. «Cuando colaboro con alguien tiene que existir cierto feeling y creo que juntos trasmitimos verdad’. Una canción con una gran historia detrás que sigue emocionando a Rosana. ‘En Medellín (Colombia) conocí a un grupo de chavales que me enseñaron cómo el baile les estaba alejando de las calles, me pareció tan extraordinario que les pedí que fueran los protagonistas del videoclip».

Ahora continúa de gira (sus próximos destinos serán Cuenca, Logroño y Bilbao), mientras espera poder sacar la segunda parte de su poemario: Material Sensible. Canciones y poemas. «Tengo cincuenta canciones escritas a mano que están en el cajón y que quizás aparezcan en el libro». Además, acaba de publicar su nuevo single, «Soñar es de valientes». Una canción positiva que ayuda a sentirse bien y afrontar los retos de la vida. Rosana es única, como los tatuajes que recorren su piel. En uno de ellos se puede leer: «Mantén la luz encendida», y a pesar de llevar dos décadas en la música parece que su energía nunca se va a consumir.

 

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