Rodolfo Sancho: «Ha sido un placer interpretar los registros de Fernando II»

Termina una de las series más históricas y con más reconocimiento en nuestro país y, con ella, Isabel desaparecerá de nuestras pantallas. El final de la tercera temporada de la serie, El final de un sueño, se verá el 1 de diciembre en La 1 de TVE. Cultura Joven ya pudo vivir esa despedida la semana pasada en el preestreno del último capítulo que tuvo lugar en el Cine Capitol de Madrid. La emisión del final de la serie coincidió, además, con el 510º aniversario de la muerte de la reina Isabel La Católica. Rodeados de todo el reparto, con Raúl Mérida, Eusebio Poncela, Úrsula Corberó, Alicia Borrachero y Fernando Guillén Cuervo, entre otros, el equipo técnico y un aluvión de fans vivieron un final de serie épico y lleno de lágrimas.

Otro de los personajes al que diremos adiós es Fernando El Católico, esposo de Isabel, interpretado por el actor Rodolfo Sancho, actor conocido por ser hijo de Sancho Gracia y por sus papeles en series como Gavilanes o La Señora. Con él hemos estado hablando acerca del final de la serie y de su faceta como actor.

Cultura Joven: Rodolfo Sancho, te conocemos por sus diferentes interpretaciones en distintos papeles ( Fernando II en Isabel, Juan de Gavilanes). Pero, ¿cómo se definiría personalmente?
Rodolfo Sancho: No me definiría con ninguno de mis personajes. Padecen muchas más desgracias en sus vidas que las que sufro yo en la mía [se ríe]. Es un poco de lo que se nutre la ficción normalmente, de esos dramas. Tienen vivencias mucho más desgraciadas y duras de las que yo haya podido tener, por suerte. A día de hoy todavía no sé cómo soy en realidad. Días en que estoy más alegre, otros días con más ánimos. Simpático, menos simpático. Constante en mi trabajo, sin duda.

CJ: ¿Desde pequeño siempre quiso ser actor?
R.S.: Yo creo que de pequeño aún no lo tienes racionalizado. Siempre he sido un poco showman [se ríe]. Cuando me hacían fotografías yo era el típico de poner caras y mirar a cámara y eso me encantaba. La decisión real la tomé una vez acabé mis estudios. Probablemente esto de ser actor es lo único y lo mejor que sé hacer.

«El final de Isabel es emoción y tensión constante. Hay que verlo con un clínex en la mano».

CJ: Siempre tendrá como referencia a su padre, Sancho Gracia. ¿Teme que se le compare con él?
R.S.: No, no lo creo. La relación con mi padre siempre ha sido muy cercana y nunca surgió la posible idea de compararnos. Por otro lado, en el caso de que surgieran, hay que aceptarlas porque las comparaciones siempre existen. Del mismo modo que se han comparado a Michael y Kirk Douglas, siempre me pueden comparar a mí con mi padre, pero es una cosa que lo vive más la gente de mi alrededor o de afuera que yo mismo.

CJ: El trampolín de despegue fue con el personaje Nico en Al salir de clase. ¿Cómo fue esa época?
R.S.: La época de Al salir de clase fue una época muy bonita y de mucho aprendizaje. Época de nervios porque estás empezando y quieres que todo vaya bien y quieres darlo todo y no sabes mucho. [Pausa y respira profundamente] Una época que recuerdo con mucho cariño, tengo muchos amigos de aquella época. Una serie juvenil, una experiencia nueva.

CJ: De serie juvenil a serie histórica, como Isabel. Personajes más profundos y mucho más duros. ¿Cómo ha evolucionado interpretativamente?
R.S.: Una evolución muy positiva. Siempre el personaje que me ha venido superaba con creces al anterior o me proporcionaba un aprendizaje nuevo. Por suerte, siempre ha sido así estos últimos 10 años. Admito que ha sido una constante cadena de éxitos y estoy muy feliz. Cuando las cosas no tienen éxito, tu trabajo no se ve, o lo ve mucha menos gente [se pone serio al hablar del éxito y del fracaso artístico]. De un trabajo, lo ideal es que después lo vea mucha gente y de eso, en mis trabajos, estoy muy orgulloso y se ha podido conseguir.

CJ: Hablando de éxito, éste siempre viene acompañado de premios y en su caso así ha sido. Premio Pétalo por la serie Isabel; Premio Cosmopolitan por su trabajo en Historias Robadas; dos nominaciones a los Fotogramas de Plata también por la serie histórica de La 1. ¿Cómo valora que poco a poco se reconozca su trabajo?
R.S.: Lo valoro de forma importante porque entiendo que este trabajo ya no lo haces por ti solo. Piensas en el espectador. Entonces si al espectador, e incluso a la gente de tu profesión, les encanta tu trabajo pues siempre te gusta. El reconocimiento a un trabajo en el que pones todo tu empeño y se valora con galardones lo agradeces muchísimo.

«En un futuro no me gustaría encontrarme con un guión predecible. Un guión tiene que sorprender y de momento así han sido todos los que me han llegado»

CJ: Y de cara al futuro, ¿alguna espina clavada que desearía quitarse o algún sueño por cumplir?
R.S.: Si te digo la verdad no soy muy de pensar en el futuro, soy más presente. Me gusta ir más pensando en el presente y en el día a día de lo que voy haciendo. Siempre ha coincido que lo que estoy haciendo en el presente considero que es lo mejor que puedo estar haciendo. Me gusta sobre todo que me sorprenda un guión más que un personaje. Si me llegara un guión previsible, en el que toda la trama te la esperas y ya prevees lo que va a suveder, no lo aceptaría. Eso es malo. Más vale estar abierto de mente y pensar que cualquier registro interpretativo o alguna trama curiosa puede ser un síntoma de aprendizaje.

CJ: Háblenos de su último personaje, de Fernando II en la serie Isabel de TVE. ¿Cómo ha sido la experiencia de la serie y de este papel?
R.S.: Ha sido una experiencia fantástica. Probablemente ha sido la mejor serie en la que he podido estar y aprender. Una serie de la que estoy muy orgulloso por su alta calidad y su alto nivel. [Pausa] Y como personaje hay que tener en cuenta que abarcas unos 50 años de su vida. Entonces, es muy distinto el Fernando II que aparece en la primera temporada (un tipo jovial de 18 años, simpático y golfo) al del final. En rasgos generales, Fernando es un personaje con una gran fortaleza y con una gran determinación. Astucia, inteligencia y seriedad, todos estos rasgos son claves para su gobernanza en la época, pero a la vez tiene ese contraste en su interior con su familia de muy hogareño, amoroso, protector y tierno. Un personaje como Fernando II, que tiene tantos registros, es magnífico el poder interpretarlo.

«Con Michelle Jenner ha sido un gustazo trabajar en la serie. Cuando rodábamos juntos nos salía fácil, nos hemos ayudado constantemente y apoyado mutuamente».

CJ: ¿Cómo ha sido trabajar con el reparto de Isabel y con Michelle Jenner como protagonista?
R.S.: Ha sido trabajar con un alto nivel y todos han sido magníficos. Con Michelle Jenner es muy fácil trabajar porque es una actriz maravillosa que lo da todo. Las secuencias que rodábamos juntos siempre han salido bien y ha sido muy fácil trabajar con ella, nos hemos ayudado constantemente y nos hemos apoyado. Todo muy fácil.

CJ: ¿ Y qué nos espera en el último capítulo de Isabel?
R.S.: Si han seguido la serie, esta noche no se pueden perder el cierre. Os vais a encontrar mucha emoción y mucho sentimiento. Que preparen los clínex. Esta tercera temporada se titula “El final de un sueño”. Es la decadencia de los reyes y no se lo pueden perder porque ha sido muy emotivo.

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