Recorrido por los misterios que esconde el Barrio de las Letras

Teatro Español de Madrid
Vista de la plaza de Santa Ana en el recorrido terrorífico de Halloween

Todos sabemos que Halloween es la noche más espeluznante del año, nos preparamos para ponernos los disfraces más aterradores y vamos de casa en casa pidiendo «truco o trato». Esta tradición viene de mucho antes de nuestros tiempos, surge con los pueblos celtas para celebrar el final del verano y el momento en que se tenía que recoger la cosecha. Además, para honrar a los que ya no se encontraban en este mundo, se recogían todo tipo de objetos entre los habitantes del lugar y se decoraban los nabos o las remolachas con luces.

Además, a mediados del siglo XIX, los inmigrantes irlandeses comenzaron a difundir cuentos para explicar así sus costumbres. De aquí viene la Leyenda de Jack O´Lantern, quien hizo un pacto con el diablo y ahora está vagando entre ambos mundos con un candil que colocó en un nabo vacío. Sus habitantes dicen por ello que las luces de las calabazas y de los nabos son el tenebroso candil de Jack.

En la actualidad, esta práctica se celebra en muchas otras partes del mundo. En Estados Unidos, se decoran las calabazas, de aquí viene el famoso «trick o treating» y la gente se prepara para pasar una noche de miedo. Sin embargo, en México dicha celebración se conoce como el Día de los Muertos y se conmemora para recordar a los seres queridos que ya no están de una forma más alegre.

Plaza de Santa Ana

Estatua de Lope de Vega
© Estatua de Lope de Vega en el recorrido de Halloween

El recorrido de Halloween empieza en la Plaza de Santa Ana, junto a la estatua de Lorca. Aquí se encuentra el Teatro Español, donde muchos de los trabajadores viven casos paranormales. En la parte de atrás del escenario, se vivieron sucesos hasta hoy sin ninguna explicación como supuestas corrientes de aire o sentían que alguien o algo tiraba de ellos. Muchos establecen una relación entre estos hechos y el lugar, ya que hace años esta plaza era el Convento de las Carmelitas Descalzas de San José y Santa Ana. Además, se localizan muchas criptas de las monjas por debajo de las oficinas.

Plaza de Tirso de Molina

Estatua de Tirso de Molina
© Estatua de Tirso de Molina en el recorrido de Halloween

Cuando se construía la plaza, los trabajadores escuchaban ciertos gritos y se encontraron también tres monjes enterrados que siguen estando allí expuestos en una vitrina de esta parada. Esta conexión se inició hace más de 150 años; sin embargo, la eventualidad más sorprendente fue cuando un día una mujer muchos años más tarde se montó en el metro y comenzó su suplicio. Al principio, su vagón estaba vacío. Sin embargo, en la siguiente parada, Tirso de Molina, se sube una mujer que se sienta enfrente de ella junto a otros dos hombres. La mujer que se acababa de subir no dejaba de mirar a la mujer anterior y ésta última se empezaba a poner nerviosa. A continuación, se subió otro hombre y se percató de lo que estaba pasando. Este señor le susurró al oído a la primera mujer que se bajara con él y cuando bajaron le contó que era médium y que la mujer que no dejaba de mirarle era un fantasma y que los otros dos hombres eran otras dos almas.

Cats hostes (Lavapiés)

Hostal Cats
© Cats Hostel en el recorrido de Halloween

Este hotel supuestamente tiene fantasmas, ya que ocurrió algún que otro incidente misterioso. El edificio se construyó encima de una iglesia, donde se encontraron numerosos cadáveres. Una familia de franceses lo compraron, pero les provocaban dolores de cabeza y cuando no soportaron más se fueron. Los dueños actuales realizan fiestas de Halloween aprovechando la coyuntura. Sin embargo, afirman que hay una habitación que es mejor no enseñar y durante la reforma, el ascensor subía y bajaba solo, sin estar conectado a la corriente.

Calle de la Cabeza (Lavapiés)

Calle de la Cabeza
© Calle de la Cabeza en el recorrido de Halloween

En esta calle vivía un señor de buena familia que se llamaba don Braulio. Él conoció a Cristóbal, un muchacho que no daba ni una, y acabó dándole una oportunidad de trabajo. Por otro lado, Cristóbal frecuentaba la casa donde vivía una prostituta porque se enamoró de ella.

Él afirmaba que trabajaba con un señor que tenía muchas ganancias, pero ella le dijo que hasta que no consiguiera más dinero, no dejaría su trabajo. Cristóbal volviéndose totalmente loco, cogió un puñal y se lo clavó en el corazón a Don Braulio. Luego, además, le cortó la cabeza.

Cuando recogía las joyas y el dinero del hombre, apareció el espíritu de Don Braulio jurándole que se arrepentiría. Cristóbal corrió, totalmente asustado, hacia la casa de su amada. Para su sorpresa, fue otro hombre quién le recibió y así descubrió que la joven le engañaba.

Así, con todas las posesiones de su antiguo señor, se fue a Lisboa y con los años volvió a la villa, junto a su antigua casa. Un día, fue al Rastro a comprar una cabeza de carnero, dejando un reguero de sangre y al abrir la bolsa donde estaba, se encontró la cabeza de Don Braulio. Gracias a eso le encerraron y pagó por sus pecados.

Calle del Olivar (Lavapiés)

Calle Olivar
© Calle del Olivar en el recorrido de Halloween

Un hombre se fue «de picos pardo» (esta frase se utilizaba para la gente que visitaba los prostíbulos) y paró al final en la calle del Olivar. Aquí se encontró a una mujer de compañía y ella le llevó a su casa. Nada más llegar, el hombre notó cierto olor nauseabundo. Cuando entraron en la habitación, él se quitó su sombrero y ella le pidió ayuda para terminar de quitarse la camisa. En el momento de despojar la prenda al completo, ella se desvaneció.

El hombre salió corriendo, se puso a gritar lo que acababa de pasar y se encontró a un policía. Él le relató que en esta calle años atrás mataron a una mujer que ejercía la prostitución, descuartizaron su cuerpo y arrojaron las partes a un pozo. Y ahora, para cumplir la ley de que nadie se prostituya, esta chica se aparece a los hombres para que dejen de hacerlo.

Museo Reina Sofía

Este edificio era un hospital antiguo, donde enterraban múltiples cadáveres y el jardín era un cementerio. Más adelante, deciden restaurarlo y convertirlo en un museo. Cuando decidieron quitar la actual entrada para poder restaurar la zona, se encontraron a tres monjas, y por respeto decidieron dejarlas allí.

Cuadro Guernica
Cuadro Guernica en el Museo Reina Sofía

Por otro lado, en la sala donde se localiza el cuadro Guernica se dice que por las noches aparecen sombras. Supuestamente se trata de Picasso ya que él quería que su obra se ubicase en el Museo del Prado y no en el Reina Sofía. 

Nerea Avileo

Periodista y fotógrafa, amante de las letras, siempre en el mundo de los libros.

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