Humor, trampas y pruebas despiadadas en ‘El método Grönholm’

Reparto de El método Grönholm
'El método Grönholm', de Jordi Galceran. Smedia

Revelar las intimidades más secretas, dejar salir a la luz recuerdos del pasado, reencontrarse con antiguos compañeros de universidad, averiguar quién es el impostor, desconfiar del participante de al lado o dudar hasta de uno mismo. Parece la presentación de un juego de mesa, pero no, no lo es. Es El método Grönholm, una sátira teatral sobre las fases de selección de personal a las que más de uno se ha podido enfrentar a la hora de buscar trabajo.

En una supuesta sala de espera situada en uno de los rascacielos empresariales de Madrid, Luis Merlo, Jorge Bosch, Marta Belenguer e Ismael Martínez dan vida a cuatro aspirantes que se enfrentan a diversas pruebas y retos en la tría final para conseguir el cargo ejecutivo de una prestigiosa multinacional. Noventa minutos de preguntas inesperadas, cuestiones, secretos, situaciones absurdas y respuestas trampa en una obra en la que nada ni nadie es lo que parece.

Luis Merlo en El método Grönholm
Luis Merlo en ‘El método Grönholm’. Smedia

La obra es comedia y los cuatro intérpretes la consiguen defender de inicio a fin; pero quien realmente la capitanea es Luis Merlo, que cuando parece que está dejando entrever la parte más tierna de su personaje, le da un giro de tuerca para arrancar la carcajada. Sin embargo, en ocasiones, este humor puede resultar un tanto crudo, haciendo gracia a ciertos temas sociales más delicados que tal vez, en lugar de lograr la risa fácil, le producen a una el rechazo.

El diálogo y la química entre los miembros del reparto se hace visible en escena, haciendo que la conversación sea ágil a lo largo de toda la obra. Aunque en ocasiones los personajes se enfrentan a situaciones llevadas al extremo, todos ellos son muy reales. No se hace extraño ser testigo de cómo uno de los candidatos prioriza el trabajo frente a la vida familiar o cómo el egoísmo es válido para ganar posiciones frente al resto de aspirantes. Y es que a pesar de sobrepasar los límites éticos y morales, en ciertos momentos muchos de los espectadores van a poder identificarse con ellos.

Un clásico del teatro actual

Oír decir a alguien que va a al teatro a ver El método Grönholm no resulta extraño, y es que, sin apenas pensarlo y darnos cuenta, la obra escrita por el catalán, Jordi Galceran, es ya un cásico del teatro actual. Lejos queda mayo de 2003, cuando por primera vez se estrenaba en el Teatre Nacional de Catalunya y un año más tarde formaba parte de la cartelera teatral de Madrid para quedarse tres temporadas. A día de hoy, es en el Teatro Cofidis Alcázar de Madrid y bajo la dirección, por tercera vez, de la británica Tamzin Towsend, dónde la obra vuelve a llenar la sala en cada sesión.

El reparto de 'El método Grönholm'
Luis Merlo, Jorge Bosch, Marta Belenguer e Ismael Martínez en ‘El método Grönholm’. Smedia

Años atrás ya nos habíamos podido deleitar con el trabajo de ambos artistas juntos en la obra Palabras Encantadas (1995) y el nombre de Jordi Galceran le puede resultar muy familiar a más de uno por obras como Burundanga (2011) y Crédito (2013).

Más de setenta países han contado con la sátira teatral del dramaturgo catalán en cartelera y más de setenta países se han sentido reflejados con su historia. ¿Puede que a pesar de contar con unas pruebas de selección que parecen muy despiadadas, El método Grönholm no sea tan descabellado?

La segunda temporada de ‘El método Grönholm’ en el Teatro Cofidis Alcázar de Madrid. Texto de Jordi Galceran y dirección de Tamzin Towsend

Mariona Tijeras

En proyecto de periodista cultural y graduada en periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona. Amante del cine, si puede ser en la gran pantalla, y de la música, mucho mejor si es a través de unos cascos.

1 Comment

Deja una respuesta

Your email address will not be published.