Ocho mujeres han demostrado ser ejemplares al representar los valores de la artista vanguardista y por ello han recibido el galardón entregado por la Fundación Ortega-Marañón el pasado miércoles 5 de marzo.
¿Qué sería de una sociedad sin mujeres liderando el pensamiento, el arte, la igualdad, la narrativa, la educación, la ciencia, la globalización y la democracia? La Fundación Ortega-Marañón no imagina un mundo sin el pilar femenino forjando cada una de estas áreas. Por eso, ocho mujeres han sido las herederas de “La Sinsombrero” en los Premios Maruja Mallo 2025. Galardonadas en ocho áreas de diferente contribución social:
- Pensamiento: Remedios Zafra Alcaraz
- Arte y vanguardia: María Pagés Madrigal
- Igualdad: Susana Río Villar
- Narrativa: Irene Vallejo Moreu
- Educación: Josefina Gómez Mendoza
- Ciencia: Sara García Alonso
- Globalización: María Neira González
- Democracia: Soledad Becerril Bustamante
Una ceremonia en la que las mujeres premiadas estuvieron acompañadas a lo largo del acto por Gregorio Marañón, presidente de la Fundación Ortega-Marañón; Ángel Gabilondo, Defensor del Pueblo; Abigail Díaz-Aguero, socia de la agencia Harmon y Federico Buyolo, director de Cultura de la Fundación. Las galardonadas en la segunda edición de los premios dejaron dibujada una estela a seguir en el recorrido hacia la igualdad social, donde resonaron ideas como: la necesidad de referentes femeninos para las futuras generaciones, la presencia de apoyo masculino en este recorrido y la visión de posiciones de liderazgo ocupadas por mujeres.
Por otro lado, aprovecharon sus discursos para elogiarse entre ellas por sus logros personales y profesionales. Y también hubo espacio para compartir aquellas devaluaciones que tuvieron que escuchar, injusticias que tuvieron que superar e incomodidades que tuvieron que vivir para llegar a donde están y así levantar con orgullo el Premio Maruja Mallo. De todas las categorías en las que la Fundación ha querido reconocer el trabajo de una mujer, en las áreas más vinculadas a la cultura, este año las premiadas fueron María Pagés en las Artes e Irene Vallejo en las Letras.
Arte y vanguardia: María Pagés Madrigal
En el terreno de las artes escénicas fue premiada en la categoría de «arte y vanguardia» la coreógrafa de flamenco María Pagés Madrigal. El galardón fue entregado por Cruz Sánchez De Lara, patrona de la Fundación y vicepresidenta de El Español, e Ignacio Blanco, director del Centro de Estudios Orteguianos de la Fundación Ortega-Marañón.
María Pagés ha sido reconocida a lo largo de su trayectoria, entre otros, con el Premio Nacional de Danza 2002, el Premio Princesa de Asturias de las Artes y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Su carrera artística se ha caracterizado por el desarrollo vanguardista de su propio concepto estético del flamenco. En su discurso reivindicó el valor de su profesión, la danza, e hizo un llamamiento de apoyo a esta profesión artística de una forma muy concreta: yendo a verla a los teatros. Especialmente, animó al público a ir al Centro de Danza Matadero, ya que una de las confesiones que expreso en su discurso es que esta disciplina está pasando por dificultades.
«La danza es una de las artes más necesitadas en estos momentos, la danza agoniza»
María Pagés Madrigal
Narrativa: Irene Vallejo
En el ámbito narrativo, fue la doctora en filología clásica y escritora Irene Vallejo la que recibió el reconocimiento Maruja Mallo 2025. La entrega la llevaron a cabo la política Meritxell Batet y la investigadora Inés Fernández Ordóñez, patronas de la Fundación Ortega-Marañón. La escritora expresó en su discurso:
«Para mí la vida de Maruja Mallo representa ese inconformismo, esa obstinada resistencia. Toda una vida de audacia, singularidad, creación, desafíos y obstáculos. Y hacer frente a convencionalismos que parecían insalvables.»
Irene Vallejo
A lo largo de su carrera, Irene Vallejo, ha sido galardonada con el Premio Nacional de Ensayo, el Premio de la Sociedad de Estudios Clásicos al Mejor Trabajo de Investigación y el Premio Ojo Crítico de Narrativa. También es autora de El infinito en un junco, una obra publicada en más de 50 países, con más de 45 ediciones y traducida a más de 35 idiomas.
Galardonadas 2024
Las premiadas en la primera edición de los premios: Itziar Miranda, Theresa Zabell, Marisol Soengas y Gloria Lomana ejercieron de madrinas en un diálogo moderado por el director de Cultura de la Fundación, Federico Buyolo. Ellas fueron las responsables de llevar a cabo un repaso histórico para recordar de dónde venimos y el trabajo que queda por delante.
La campeona olímpica Theresa Zabell recordó que las mujeres no fueron invitadas a participar en los Juegos Olímpicos hasta 1900, cuando llevaban celebrándose en la era moderna desde 1896. También se hizo hincapié en la necesidad de referentes femeninos para las nuevas generaciones de mujeres. Por otro lado, se habló de cómo el apoyo masculino debía estar presente en la lucha por la igualdad: “solo hablamos de mujeres, las mujeres para las mujeres. ¿Cómo hacemos para que los hombres participen?” comentó la actriz Itziar Miranda. Y la que fue directora de los informativos de Antena 3, Gloria Lomana, criticó cómo los niños son educados para triunfar y las niñas para gustar.
Maruja Mallo
Hasta 1910 la mujer no pudo acceder a la Enseñanza Superior en igualdad de condiciones. Hasta 1975 la mujer no pudo trabajar sin el permiso de su marido. Tuvieron que darse años de lucha para igualar los derechos de las mujeres en España. Como en la década de 1920 cuando Maruja Mallo, junto con Salvador Dalí, Margarita Manso y Federico García Lorca, se quitaron el sombrero públicamente en la Puerta del Sol, desafiando la tradición establecida y fueron insultados por ello. Y en 1922 la artista fue la primera mujer en ingresar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Libertad, arte y pensamiento son palabras que visten el recuerdo de una de las mujeres que formaron parte del colectivo revolucionario que desafió las normas sociales establecidas. Esas mujeres, pertenecientes a la Generación del 27, fueron conocidas como “Las Sinsombrero”. Maruja Mallo, en particular, era una mujer tan singular que captó el interés del filósofo Ortega y Gasset, quién organizó la primera exposición de la pintora surrealista en los salones de la Revista de Occidente. Este evento fue el punto de partida de la colaboración entre la artista y la revista diseñando las viñetas de su portada desde 1931 a 1936.
«La Revista nunca ha realizado una exposición, pero ante este caso tan singular, la Revista dará a conocer esta obra original y polifacética»
Ortega y Gasset
Este carácter de fortaleza y vanguardismo inspiró la creación de los premios celebrados por la Fundación Ortega-Marañón en 2024, para homenajear a aquellas mujeres líderes en la sociedad en el ámbito de la cultura, el pensamiento y las artes. Estos son los Premios Maruja Mallo, un premio que cierra un ciclo de mujer a mujer. Un galardón inspirado en una mujer vanguardista, creado para mujeres referentes contemporáneas, entregado en la que fue una residencia pedagógica histórica de mujeres, la Residencia de Señoritas.