Premios Goya 2017: Mejor actriz protagonista

Se viven tiempos convulsos en lo que a feminismo se refiere. Las múltiples acusaciones de abuso sexual dirigidas hacia miembros de la comunidad cinematográfica la ha sacudido hasta los cimientos. En ese propósito de limpiar las élites de desigualdad de género, el mundo del cine se ha visto envuelto en interminables polémicas, enfrentamientos constantes y un clima asfixiante. En medio de todo ello, como mejor antídoto ante esa desigualdad, han emergido personajes femeninos de tremendo vigor. Los cuatro que copan la categoría de mejor actriz protagonista para los próximos Premios Goya, interpretados por cuatro actrices portentosas, son un buen ejemplo de ello.

Nathalie Poza, quizá la actriz de menos renombre de las nominadas -pese a su dilatada trayectoria-, copa la primera fila en lo que se refiere al favoritismo por su interpretación en No sé decir adiós. Tras ella viajan tres actrices tan reconocidas como Penélope Cruz (por Loving Pablo), Maribel Verdú (por Abracadabra) y la inglesa Emily Mortimer (por su trabajo en La librería). Esos son los cuatro nombres que se batirán en duelo este sábado 3 de febrero para suceder, en el palmarés de esta categoría de los Goya, a Emma Suárez, que el año pasado se hizo con él por su extraordinario papel en Julieta, de Almodóvar. Mención especial merecen las ausencias de Marian Álvarez, por Morir, y Núria Prims, por Incerta glòria.

Nathalie Poza: No sé decir adiós

Nathalie Poza en No sé decir adiós.
Nathalie Poza se desencadena en ‘No sé decir adiós’.

Esta actriz madrileña de 45 años puede estar a punto de conseguir un objetivo que lleva un tiempo escurriéndose entre los dedos de sus manos. Con No sé decir adiós, la cinta de Lino Escalera que protagoniza, Nathalie Poza se ha llevado ya el premio Feroz, el Forqué y el del Círculo de Escritores Cinematográficos. Es decir, prácticamente todo. Pendiente también de su candidatura para los Fotogramas de Plata, enfila los Goya como el momento cumbre de unos meses en los que los éxitos se han ido encadenando uno detrás de otro.

Para ella, que suma casi dos décadas de trabajo delante de las cámaras, este es un momento fundamental. Sin embargo, ya ha estado antes aquí. Recibió su primera nominación en 2003, habiendo cumplido escasamente los 30 años, como mejor actriz revelación en Días de fútbol, la exitosa comedia de David Serrano en la que compartió reparto con Alberto San Juan, Ernesto Alterio y Natalia Verbeke. Dos años después fue nominada de nuevo, también sin éxito, como la actriz principal de Malas temporadas, el largometraje de Manuel Martín Cuenca que protagonizó junto a Javier Cámara. En 2013, tras varios años realizando trabajos fundamentalmente para televisión, llegó su tercera oportunidad como actriz de reparto en Todas las mujeres, de Mariano Barroso.

En No sé decir adiós, Nathalie Poza ejecuta a un personaje, el de Carla, tremendamente irascible y sometido a una autoexigencia insoportable. Su interpretación es capaz de trasladar al espectador a ese miedo a lo desconocido que sufre, y a esa sensación de tener que escapar constantemente de las cosas a las que la aterra enfrentarse. La complejidad de la mujer a la que encarna, y el poder emocional que es capaz de otorgare, la convierten en una de las intérpretes del año.

Maribel Verdú: Abracadabra

Maribel Verdú en Abracadabra.
Verdú intenta sin éxito poner cordura al delirio de ‘Abracadabra’.

Maribel Verdú es una de las actrices más grandes del cine contemporáneo español. Con eso ya estaría todo dicho. Ella, a diferencia de Nathalie Poza, entró al mundo del cine jovencísima, siendo todavía una adolescente. No es de extrañar, pues, que a sus 47 años sume ya tres décadas ofreciendo recitales interpretativos, cada uno detrás del anterior. La conseguida por Abracadabra, la delirante cinta de Pablo Berger, es su decimoprimera nominación a los Goya, que se dice pronto. De todas las anteriores, solo se llevó dos. Pero merece la pena hacer un repaso por encima de todas ellas para ser conscientes de la grandeza de esta actriz.

Su primera candidatura llegó en 1992, directamente como la actriz principal de Amantes, de Vicente Aranda, en la que acompañó a un Jorge Sanz que, entonces, era el actor joven más codiciado de España. Cinco años más tarde llegó la segunda, por su papel de Arausa en la adaptación al cine de Gerardo Vera de La Celestina. En el 98 llegó la tercera, por La buena estrella, de Ricardo Franco, y ahí se estancó un poco todo -a nivel de premios, porque en ese periodo de tiempo actuó en películas de la relevancia de Y tu mamá también, de Alfonso Cuarón, en el que es uno de sus papeles más recordados-.

Pero fue a partir de 2006, cuando consiguió su cuarta nominación por la extraordinaria El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro, cuando llegaron los años de gloria de Maribel Verdú: los años en los que lo dominó todo. Siendo esquemáticos: en 2007 ganó su primer Goya por Siete mesas de billar francés, para acumular, en los cuatro años siguientes, tres nominaciones más por Los girasoles ciegosTetroDe tu ventana a la mía. En 2013, llegó su segundo Goya: por interpretar a la madrastra de Blancanieves en el torero homenaje al cuento clásico de Pablo Berger. En 2014 llenó dos manos con su décima nominación, en esta ocasión por 15 años y un día, de Gracia Querejeta. Tomamos un poco de aire y llegamos al día de hoy, con Abracadabra, en la que ejecuta un papel, de nuevo, inolvidable.

Penélope Cruz: Loving Pablo

Penélope Cruz y Javier Bardem.
Penélope Cruz acompaña a Bardem en su incursión en el personaje de Pablo Escobar.

Asomarnos a la carrera de Penélope Cruz da un vértigo que ni os lo imagináis. La actriz de Alcobendas, que apenas tiene 43 años -ridículo, ¿verdad?-, lo ha conseguido todo. Consiguió, al igual que hizo su marido Javier Bardem en el apartado masculino, ser la primera actriz española en ganar un Oscar cuando lo hizo por Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen. Ha recibido, además, otras dos nominaciones a los premios de la Academia -por Nine Volver-, y tres a los Globos de Oro por las mismas películas. Con Volver, precisamente, ganó en Cannes. Por conseguir, ha conseguido incluso una nominación a los Razzie como peor actriz por Blow. Así de relevante es Penélope Cruz.

En España ha arrasado siempre. Tres premios Goya (La niña de tus ojosVolver Vicky Cristina Barcelona) la contemplan, además de otras siete nominaciones contando la actual, por Loving Pablo, en la que interpreta a Virginia Vallejo, la periodista con la que Pablo Escobar mantuvo un idilio durante su etapa de dominio absoluto del narcotráfico en Colombia encabezando el Cártel de Medellín. Parece difícil que Penélope Cruz se vaya a llevar el premio por esta película, pero lo cierto es que esta no es más que otra oportunidad para admirar lo que es: un símbolo del alcance del cine español a nivel internacional. Un modelo a imitar. Y una de las intérpretes más importantes de la historia de nuestro cine.

Emily Mortimer: La librería

Emily Mortimer en La librería.
Emily Mortimer encarna a Florence Green con una precisión milimétrica.

Uno puede asomarse con extrañeza a la nominación de la inglesa Emily Mortimer, quizá por su condición extranjera. Como si la hubiesen colocado ahí por equivocación. Pero lo cierto es que su papel en La librería, la última -y de nuevo, internacional- película de Isabel Coixet, proporciona a la cinta todo el empaque que acaba teniendo. Mortimer, una actriz de larga trayectoria que ha trabajado en Hollywood con directores de la talla de Martin Scorsese o Woody Allen (en Shutter Island y Match Point, respectivamente), además de ser una de las protagonistas de la serie de la HBO The Newsroom, interpreta a Florence Green, la protagonista de la cinta de Coixet, con la sensibilidad y la elegancia que precisa su personaje.

A lo largo de su trayectoria, Emily Mortimer (pese a las citadas colaboraciones con peces gordos como Scorsese y Allen) ha dedicado mayormente sus esfuerzos al cine independiente. De entre su filmografía podemos rescatar cintas tan interesantes como Lovely & Amazing (Nicole Holofcener, 2001), Lars y una chica de verdad (Craig Gillespie, 2007) o Transsiberian (Brad Anderson, 2008). El de La librería, sin embargo, se ha convertido, de forma inmediata, en uno de los papeles más importantes de su carrera -y de los más reconocidos-. Parece, de hecho, como si Mortimer hubiese nacido para interpretar a la protagonista de la novela de Penelope Fitzgerald.

Adrián Viéitez

Periodista cultural y deportivo. Dulce y diáfano. Autor de 'Espalda con espalda' (Chiado Ed., 2017). Escribo para salvarme de mí mismo.

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